lunes, 16 de julio de 2012


CAPITULO 28

[Narra Harry]

Estaba consiguiendo mi propósito, deseaba este día como el que más. Siento su cuerpo semidesnudo pegado al mío y solo me dan ganas de quitarle esa ropa interior que tanto misterio me oculta. Mi excitación sube cada vez más, haciéndoselo ver con besos desesperados y totalmente cargados de pasión.

-Harry yo… -Dice con apenas un susurro y un poco de dificultad, hago cesar sus palabras con un delicado beso en sus labios-

-Solo tienes que confiar en mí y disfrutar, conmigo estás segura –Sonrío con dulzura y acaricio uno de los mechones que caen por su rostro, ella parece nerviosa y asustada. No puedo verla así- Tranquila amor, todo irá bien, lo prometo

-Harry no… yo es que no –Dice entre sollozos, aguantando las lágrimas- No puedo, lo siento, soy la peor persona del mun…

-Shhh, ya está, tranquila –Me tumbo a su lado y paso el brazo derecho por su hombro, hago que su cabeza descanse en mi pecho y la acaricio, notando como mi torso se moja por sus lágrimas- No pasa nada –Agarro su mentón y junto nuestras miradas- Voy a esperarte, merece la pena esperar por ti-

-Siento haberte dejado así, de verdad

-Amor, no le des vueltas, ya llegará el momento

-¿De verdad no pasa nada?

-De verdad, absolutamente nada –Y aunque tuviese muchísimas ganas de continuar, mis palabras son sinceras, porque por ella espero todo lo que haga falta, por ella haría lo imposible-

-¿No te enfadas?

-¿Cómo voy a enfadarme con alguien tan tierna y adorable como tú? –Sonríe y seco sus lágrimas con delicadeza, abrazo su cuerpo mucho más fuerte y echo una manta sobre nosotros- Cuando estés preparada, entonces ocurrirá, solo entonces. Sin presiones

-No sé como agradecerte que seas así conmigo

-¿Un beso quizás?

-Y todos los que quieras –Saboreo sus dulces labios cuando el desternillante sonido de mi móvil invade la habitación. Maldita sea. Me levanto y atiendo la llamada, volviendo al lado de Brit-

-¿Diga?

-Hola Harry

-¡Pequeña! –Brittany me mira extrañada-

-¿Cómo te van las vacaciones con tu novia?

-Muy bien, ¿y tú cómo estás?

-Ahora genial, quería hablar contigo, es que claro, siempre he estado solita y ahora que tengo un hermano pues, pues… Quiero escucharte y eso –Su dulce voz hace que sonría-

-Siempre me tendrás a tu lado, recuérdalo, ¿vale?

-Vale –Sonrío como un bobo- Te paso con mami, quiere hablar contigo. Adiós hermanito, muacs –Me tira un beso, o al menos lo intenta-

-Adiós pequeña, muacs –Imito su sonido y ella ríe, luego corre gritando para buscar a mi madre-

-Hola hijo

-Hola mamá, ¿cómo estás?

-Bastante bien, ¿y tú? Bueno, ¿vosotros?

-Bien también, muertos de frío, pero bien al fin y al cabo

-Abrigaos bien –Sonrío al escuchar esas palabras, muchos están hartos de ellas, pero yo las necesitaba, y mucho-

-Lo haremos

-Bueno, no os entretengo más, ya nos vemos cuando volváis. Siento haber interrumpido, pero bueno, tu hermana, que está aprendiendo a manejar el teléfono –Risas a ambos lados de la línea-

-No pasa nada, ya nos vemos, besos a todos, adiós

-Besos para vosotros también, adiós hijo –Escucho unos segundos un irritante ‘’ti-ti-ti’’ que indica que han colgado. Reacciono y dejo el móvil en la mesilla-

-¿Tu madre?

-Aja

-¿Cómo está?

-Bien

-¿Y la pequeña Valerie?

-Tan rica como siempre –Reímos juntos- ¿Hacemos algo?

-Vale, me doy un baño y luego decidimos –Se levanta y coge una toalla, se la envuelve al cuerpo y deja caer la poca ropa interior que le quedaba, dejándome asombrado. ¿Cómo ha podido quitársela? Algún día tendrá que revelarme ese truco. Rápidamente me levanto y voy tras ella- ¿Adónde vas?

-A darme un baño –Sonrío inocentemente-

-Ni hablar –Corre y entra, intentando cerrar la puerta, pero pongo el pie en medio para que no lo consiga-

-Veeenga, déjame pasar. Si en el fondo estás deseándolo –Escucho una carcajada algo lejana a mí, aprovecho su debilidad por reír y abro la puerta-

-Sal de aquí, que quiero ducharme de una vez

-No hasta que admitas que lo haremos juntos

-Un día de estos

-¿Un día de estos? No, yo quiero meterme en esa bañera contigo ahora

-No me seas pesado. Venga vete –Me empuja hacia fuera y cierra la puerta, escucho como pone también el seguro-

-Esta vez lo has conseguido. ¡Pero no podrás librarte de Styles fácilmente!

[Narra Brittany]

Entro en la bañera llena de agua caliente, cierro mis ojos relajándome un poco. Recuerdo lo que hace unos minutos podría haber pasado. Mi cabeza no deja de darle vueltas, no sé si estoy preparada. Solo tengo catorce años. Soy una cría aún para eso, aunque por otro lado me apetece, y más de lo que pensaba. Introduzco la cabeza bajo el agua y la saco a los pocos segundos. He decidido no pensar en ello, cuando tenga que ocurrir ocurrirá. Un fuerte ‘’toc toc’’ hace que sobresalte

-¿Te queda mucho? Ya te echo de menos

-¡Que tonto eres!

-¡Encima!

-Ya salgo, espera unos minutos

[Narra Harry]

Después de ducharme y vestirme bajo a ver la tele mientras espero a que Brit termine de arreglarse, no comprendo aún como puede tardar tanto…

-Ya estoy –Me giro mirando a las escaleras, su sonrisa me provoca un escalofrío, se ha puesto tremendamente guapa, aunque bueno, siempre lo está- ¡¿Harry?!

-Perdona, ¿decías?

-Que donde vamos a ir

-Bajamos dando un paseo al pueblo y luego te llevo a un sitio a comer, ¿tienes hambre?

-Mucha

-Pues vamos entonces

-Espera, se me olvida algo

-¿Qué? –Se acerca a mí y rodea mi cuello con sus suaves brazos, sus labios se aproximan a los míos muy lentamente, con delicadeza, rozándolos dulcemente. Entrelazo mi lengua con la suya durante unos segundos, luego ella se separa, dejándome embobado con los ojos cerrados-

-Amor ¿Nos vamos? –Ríe divertida y reacciono-

-Claro –Entrelazo nuestras manos y salimos de allí. Miro sus increíbles ojos y no puedo creerme que nos queden aún tres días juntos, para hacer lo que nos apetezca sin que nadie nos diga nada. Tres días junto a esa preciosidad, y lo mejor, lo que ella no sabe, es que tengo preparada alguna que otra sorpresa, es lo que tiene tener contactos en este pequeño y adorable pueblo…-

viernes, 13 de julio de 2012


Es un capitulo bastante corto, pero quería subir pronto como ya os dije a algunos, prometo compensarlo con el siguiente. Espero que os guste.


CAPITULO 27

[Narra Niall]

Carol queda dormida entre mis brazos después de tantos sollozos. Con cuidado para que no despierte me separo de ella. Arropo su delgado cuerpo con una manta y bajo silenciosamente.

-Liam, ¿puedo hablar contigo?

-Claro, ven, siéntate

-¿Zayn no está?

-No, ha salido con Adela, ¿por qué?

-Nada solo que me convenía también hablar con él

-Bueno, no te preocupes, ya lo harás en otro momento. ¿Qué querías decirme?

-He estado pensando, ya sabes, en el bebé, en Carol, en lo que sucederá ahora… En definitiva: que he pensado en alquilar un piso e irme a vivir con ella –Puedo notar la sorpresa en su rostro-

-¿Qué?

-Que he pensado en…

-Ya, ya, si te he entendido… Pero, ¿no lo ves precipitado?

-¿Precipitado? Liam, vamos a tener un niño sin ni si quiera estar saliendo, ¿ves algo más precipitado que eso?

-Vale, tienes razón. Pero no hace falta que os vayáis, aquí hay sitio para los dos, digo los tres, y además queremos ayudar a sacar a ese bebé adelante, aquí podéis estar bi…

-Liam, no, déjalo –Interrumpo antes de que se asfixie de tanto hablar- En casa somos cuatro, pero ahora tú y Harry tenéis novia, lo que implica que estarán aquí de vez en cuando. Ya somos seis. También se vendrá Adela, con lo que ya van siete. ¿Y quieres que meta a Carol y al bebé en casa? ¿Quieres tener a nueve personas aquí? Ni de broma, sería agobiante. Lo mejor es que nos vayamos, en plan familia –Suspiro al escuchar estas últimas palabras, no puedo creer todo esto-

-¿Y qué voy a hacer yo sin mi pequeño irlandés?

-Supongo que tu pequeño irlandés ha crecido de repente

[Narra Brittany]

-Buenos días pequeña –Despierto poco a poco con una sonrisa-

-¿La frase no es princesa?
-Bah, eso no es original –Compartimos carcajadas-

-Tienes razón, la tuya es la perfecta, la que apetece escuchar recién levantada

-Soy todo un genio –Se acerca a mi y me da un gran y deseado beso- Mira, te he traído el desayuno, no sabia que te apetecería así que llene la bandeja con todo lo que encontré por ahí

-Gracias, eres un cielo

-Y tú mi sol –Sin estar acostumbrada a cursilerías como estas beso su mejilla y me acerco la bandeja. ¡Hay comida para un regimiento! Tostadas de mantequilla y mermelada, dos vasos de zumos y dos de nesquik, entre ellos puedo encontrar también magdalenas y pastelitos-

-¡Pero si es mucho!

-No te obligo a comértelo todo, yo también tendré que desayunar, ¿no?

-Ya has desayunado, escuché los cubiertos antes, te he pillado

-¿Y qué pasa, no se puede desayunar una segunda vez?

-Te estás convirtiendo en Niall... –Pongo un poco de ritmo a mis palabras, como si de una canción de burla se tratase-

-No es eso, solo que anoche cené poco

-¡¿Cómo poco?! Te falto tragarte el plato también

-¿Qué pasa? ¿Vas a tener respuesta para todo?

-Claro, yo soy así de guay –Suelto una leve risita-

-Eso de guay es discutible –Dice casi en un susurro que para su desgracia no pasa desapercibido-

-¿Qué has dicho? Repite, es que no me ha quedado lo suficientemente claro –Digo con cierto tono de reto, él muerde una magdalena-

-Que comas y te calles –Mete uno de los pasteles enteros en mi boca, me pilla desprevenida con lo que me atraganto y empiezo a toser, me libro del pastel y me bebo uno de los vasos de zumo de un trago- ¡Uy! ¡Que burra! ¿Quién es Niall ahora? –Produce una risa en mí, de esas que tardan en pasar, de esas que asfixian. Casi sin respiración, comienzo a hacer mi risa más sonora y sin querer, doy un codazo al vaso de zumo que sostiene Harry, vertiéndoselo encima, cosa que hace que mi risa aumente, al igual que la suya- Ahora tienes que limpiarme

-Já, que te lo has creído

-Hombre y tanto que me lo he creído –Se acerca cada vez más a mi-

-¿Y cómo se supone que voy a limpiarte? Ni si quiera has traído servilletas

-No, si tampoco te hacen falta

-¿Cómo? No te sigo…

-Con la lengua, boba. Así aprenderás a no verterme nada encima la próxima vez –Se ríe al ver la cara de asombro que he puesto- Va, dame lametones por todos lados –Intenta poner tono sexy y seductor, dándose cuenta segundos después de que ha conseguido todo lo contrario-

-Ni hablar –Me dispongo a levantarme, pero apoya su mano en mi espalda, en el final de ella concretamente, rozando casi mi pantalón- Harry, no pienso ponerme a darte lametazos como si fuese un perro

-Pues tendré que dártelos yo a ti entonces –En un movimiento inesperado, hace que acabe debajo suya. Con una mano sujeta mis muñecas sobre mi cabeza, con la otra explora lo que hay bajo mi camiseta. Sus caricias hacen que sonría, a la vez que me producen escalofríos-

-¿Quieres besarme de una vez? –Digo despacio, cogiendo aire-

-Se me ocurre algo mejor

Dudo un poco, ¿algo mejor que uno de sus besos? Debe de ser verdaderamente increíble. Dirige su mirada hacia la mía, sonríe divertido y besa mi frente, luego baja a mi escote, besando toda esa zona, pocos minutos después vuelve a subir a mi cuello, sin separar sus labios de mi cuerpo. Recibo leves mordiscos por su parte, gesto que hace que cierre los ojos debido al placer que provoca en mí. Suelta despacio mis muñecas, dirigiendo después sus brazos hacia mi cadera, la agarra fuerte, con pasión y busca mis labios, besándolos intensa y desesperadamente. Entrelaza su lengua con la mía, yo me dejo hacer… Por lo visto tiene ganas de llevar esto más allá, tiene ganas de jugar, y por ahora, él va ganando la partida. 
Para que escribir mis sentimientos cuando ya la música lo hace por mi.


miércoles, 11 de julio de 2012


CAPÍTULO 26

[Narra Niall]

Nada más entrar con Carol en casa los chicos se levantan y corren hacia nosotros

-¿Qué ha pasado? –Pregunta Harry mirando a la chica-

-¿Está bien? –Liam enarca las cejas-

-¿Qué ha dicho el médico? –Cierra Zayn el interrogatorio. Carol mira al suelo apenada, luego corre llorando escaleras arriba-

-Chicos, está embarazada

-¡No jodas!

-Si, Harry, si

-Que problemón

-Lo sé Liam. Está destrozada

-Sabes que vamos a ayudaros a sacar a ese niño adelante

-Gracias, de verdad, gracias Zayn

-¿Y qué vais a hacer vosotros? Quiero decir, ¿vais a salir? ¿Ella te gusta?

-Claro que me gusta, Harry, ¿no la has visto? Pero esto va muy rápido. Debemos darnos un tiempo –Suspiro- Voy a ver como está. Bajo luego.

[Narra Brittany]

Termino de cenar y subo a mi cuarto. Saco mi maleta verde, abro el armario y suspiro. Empiezo a llenarla de cosas de ‘’por si acaso’’

-¿Te decides? –Levanto la cabeza para mirar a Alex-

-No, siempre se me ha dado mal hacer maletas –Continúo metiendo las cosas de aseo-

-¿Te ayudo?

-Claro, como sabes tanto de la ropa de chicas, de lo que voy a necesitar y lo que no ¡Pues venga! –Digo irónicamente-

-Vale, vale. Ya lo pillo –Se sienta en la cama y yo sigo metiendo las cosas- ¿Te han dicho alguna vez que te sientan muy bien esos vaqueros?

-¿Te han dicho alguna vez que eres un imbécil descarado?

-Mejor te dejo tranquila antes de que me des un zarpazo, fiera –Me guiña un ojo-

-Si, mejor será –Le muestro una sonrisa irónica y cierro la puerta, en seguida termino de preparar las cosas para el día siguiente y me acuesto, durmiéndome en apenas segundos-

*Al día siguiente*

Un sonido desternillante y ensordecedor envuelve toda la habitación.

-Jodeeeeeeer, apaga esa mierda, que estoy de vacaciones

-Ya va, ya va impaciente –Busco el despertador con los ojos medio cerrados y lo apago como puedo. Me levanto y cojo la ropa para meterme en el baño. Me pongo algo normal, algo sencillito y cómodo para prepararme en un día de viaje. Unos vaqueros ajustados de un azul cielo, la camiseta negra de cuello alto y unas manolitas, negras también. Dejo mi pelo suelto, me cepillo los dientes y me maquillo un poco, más que nada por la cara de sueño que tengo. Cojo las cosas sin hacer ruido y las bajo al salón, solo quedan cinco minutos para las seis, así que me siento un rato, espero impaciente y nerviosa. Solo quedan minutos para empezar unas pequeñas vacaciones con mi chico. Suena bien, muy bien.

[Narra Harry]

A mediodía llegamos a nuestra casita rural. Brittany entra corriendo, olvidándose de maletas y de mí, solo corre para ver la casa. Ando detrás de ella, al entrar está parada, asombrada de tal maravilla. Me acerco despacio y la abrazo por detrás, apoyando mi cabeza en su hombro

-Bonito, ¿eh? –Susurro en su oído, produciendo un escalofrío por todo su cuerpo-

-Es precioso, me encanta –Gira su cabeza, me mira dulcemente y besa mi mejilla, luego acaricia mis brazos con sus suaves manos. El salón es grande, con dos sillones y una mesa en medio, toda la casa es de madera, lo que le da un punto romántico. Por suerte también hay una gran chimenea, porque hace un frío inaguantable- ¿Vamos a ver las habitaciones?

-¿Habitaciones? Pronto quieres ir tú, ¿no?

-Tonto –Muerde su labio inferior y coge mi mano arrastrándome escaleras arriba, al subir entramos en uno de los cuartos, el único por lo visto. Es muy grande, al igual que la cama, una pena, ya que yo la prefiero pequeña, así dormiría más apretado a ella. Hay un enorme armario y dos pequeñas mesitas de noche. Una gran ventana nos permite admirar un maravilloso paisaje. Montañas nevadas, el bosque…- Jo, todo esto es muy bonito –Entrelaza su mano con la mía- Vamos a seguir viendo –Entramos al baño, el único también. Es pequeño, tiene una bañera amplia, con hidromasaje al parecer-

-Ven, vámonos a bajo, necesito dormir un poco

-¿Dormir? ¿Qué dices? Acabamos de llegar. Hay que salir fuera a dar una vuelta ¡Que hay nieve! Ver el paisaje, hacer fotos, bajar al pueblo, y comprar también algo de comida que apenas tene…

-Para para, que me mareas –Empieza a reír y se quita el abrigo-

-Era broma tonto, yo también quiero dormir un rato. Ha sido un largo viaje –Estira sus brazos y yo aprovecho para abrazarla y darle un dulce beso en la frente. Se separa y se tumba en el sofá- Ven, échate aquí conmigo

-No, yo en ese sofá de ahí

-¿Con que esas tenemos, eh? Pues ale, ahora me voy a dormir a la cama –Hace como que se enfada y se levanta, con intención de irse arriba-

-¡Ven boba! ¡Si sabes que era broma! –Corro tras ella. Se para un escalón más arriba que yo y me mira completamente seria-

-No, no. Ya tienes ahí el sofá para ti solito

-Ven aquí –La agarro de las piernas., un poco por encima de las rodillas y la cargo en mi hombro-

-¡No, para, para! ¡Que me vas a caer! ¡Ay ay, bájame! –La llevo hasta el sofá y la dejo caer con cuidado, tirándome encima de ella-

-¿Estás enfadada?

-Si, aparta –Agarro sus muñecas, subo sus brazos y los sujeto, me pongo cómodo encima de ella y comienzo a besarla, despacio, muy lentamente… Luego subo el ritmo, después de algunos segundos bajo a su dulce cuello, haciendo que se estremezca- Para –Dice en apenas un susurro, hago como que no he oído y continuo explorando su cuello, haciendo que un leve gemido salga de ella, orgulloso de ello, sonrío, buscando sus labios de nuevo, los saboreo bien y luego me dirijo a su oído, una vez cerca, muy muy cerca, susurro-

-¿Sigues enfadada? –Noto como un escalofrío, un gran escalofrío, se apodera de toda ella, acaricio su brazo despacio, ella coge aire para hablar-  

-Mucho –Dice con apenas un hilito de voz y un cierto aire de excitación-

-Mentirosa- Me levanto y me tumbo a su lado- Ven anda –Apoya su cabeza en mi pecho, la rodeo con mis brazos y cierro los ojos, por fin solos-

-Tengo frío –Encoge sus piernas y se acerca más a mi, pensando yo que no era posible. Y así, juntos, irradiando amor, conseguimos sumergirnos en un sueño que para nada es mejor que la realidad en este instante-

[Narra Brittany]

Despierto poco a poco debido al frío que impide que descanse. Me da por mirar la hora, las tres de la tarde. Mi estómago ruge de hambre, miro a Harry para despertarle. Parece tan inocente y bueno cuando duerme… Acaricio su carita, sus brazos, esos rizos tan perfectos… Pero nada, no hay manera. Muevo su brazo con fuerza y repetidamente, pero tampoco lo consigo. Como le de por dormir, le da pero bien. Sonrío con malicia y me levanto con mucho cuidado, voy a la cocina y cojo una de las botellas de agua que traje por si me daba sed en el camino. De puntillas vuelvo al salón, quito el tapón y vierto el frío líquido muy despacito sobre su frente, haciendo que se moje toda la cara y parte del pelo

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡AH, AH, AH! ¡ESTÁ FRIAAAAA! –Me tiro al suelo debido a la risa-

-Es que no te despertabas –Digo mientras me levanto del suelo, riéndome aún-

-¿Con que no despertaba eh? –Me arrebata la botella-

-¡No! ¡Ni se te ocurra! Yo estoy despierta así que no puedes verterme agua

-Porque tú lo digas –Me pongo en un lado de la mesa, el se coloca en frente, voy hacia la izquierda y él hacia la derecha, damos rodeos durante un rato hasta que quedamos frente a frente de nuevo. Hace un intento fallido de tirarme el agua-

-Mi amor, ¿te han dicho alguna vez que tienes la puntería perdida? –Río a carcajadas y salgo a correr escaleras arriba, notando como un chorro frío recorre mi espalda a los pocos segundos. Me paro de repente, quitándome la camiseta inconscientemente mientras Harry se ríe a carcajadas, luego se pone serio y me mira-

-Si no dejas de provocarme vas a tener que aguantar las consecuencias

-Si no me mojaras... –Termino de subir y me pongo una sudadera, cojo mi abrigo y le agarro de la mano, empujándole fuera-

-¿Adónde vamos?

-Al pueblo, a comprar algo de comer. ¿No tienes hambre? Porque yo estoy que devoro

-Pues devórame a mi –Me guiña el ojo-

-Veeeeeenga, vamos, déjate de tonterías –Salimos y cierro la puerta-

-¡Oye! ¿Quién te ha dicho a ti que sean tonterías? –Ignoro el comentario, cojo su mano y bajamos al pueblo, hundiendo nuestros pies en la nieve-

-Jo, hace frío –Froto fuertemente mis brazos, luego meto las manos en los bolsillos del abrigo. Tenía que haber traído guantes-

-Ven aquí, pequeña –Pasa su brazo por mi cintura y me abraza. Dándome todo el calor posible, y así, juntos y abrazados llegamos a un pequeño pueblecito demasiado acogedor. Las casas son pequeñas, pero bonitas. Apenas pasan coches por la carretera, apenas hay personas andando por ellas. Parece un poco solitario, pero normal, con el frío que hace lo que apetece es quedarse en casa. Nosotros somos dos locos que vivimos al limite, por eso salimos. Río un poco más de lo que debería debido a mi último pensamiento-

-¿A qué viene esa risa ahora?

-No, a nada

-¿En que piensas?

-En que te quiero, y en que ojalá estos cuatros días se nos hagan eternos

-Eternos no lo sé, pero los mejores cuatro días de tu vida van a serlo –Deja de abrazarme y se pone frente a mi, apoya su frente con la mía, cierra los ojos y yo respondo con una sonrisa. Acerca sus labios a los míos, para rozarlos con dulzura cuando el pitido de un coche hace que volvamos a la realidad. Doy un chillido y Harry me agarra de la mano, corriendo hacia la acera conmigo. Luego empezamos a reír. A quien se le ocurre ir a besarse en mitad de la calle…-

-Mira, entremos en esa tienda de ahí 

Media hora después de discutir con Harry entre llevarnos natillas de chocolate o de vainillas salimos de la tienda y vamos de camino a casa

-Pues yo quería las de chocolate

-Ay Harry, pareces un crío. La próxima vez las compramos del sabor que quieras. ¿De acuerdo?

-Está bien –Me da un corto beso y me quita una de las bolsas pesadas, dejándome cargar solo con una. Luego, de repente se para, dejando todas en el suelo-

-¿Qué haces?

-Ven

-¿Para qué?

-Veeeeen –Agarra mi mano y me tumba en la fría nieve, haciéndolo él al lado- Ahora, mueve los brazos y las piernas, para dejar nuestras figuras –Río ante su idea y obedezco, empezamos a movernos como dos tontos, a los pocos minutos se levanta y se me tira encima-

-Ya sabía yo, que era solo una excusa para acabar uno encima del otro –Comienza a reír a carcajadas, provocándomelas a mi también- Va, levanta, que hay que hacer la comida

-No, que estoy muy a gusto así –Me mira a los ojos intensamente-

-Claro, como tú no estás tirado en la nieve, no tienes frío

En un movimiento rápido cambio posiciones, quedándome yo encima, pocos segundos después me levanto y cojo las bolsas, entrando en casa.
Decido hacer una sopa calentita para comer, tal y como está el tiempo es lo que más apetece. Harry pone la mesa mientras yo sirvo la comida, un poco más en uno de los platos, en el de él.

-Ya he terminado, ¿subimos arriba? –Arquea las cejas y me lanza una sonrisa picara-

-Primero ayúdame a recoger esto –Entre los dos limpiamos todo en un momento, luego él se deja caer en el sofá, arrastrándome a su lado-

-Esto es perfecto

-¿Esto qué?

-El estar aquí contigo, los dos solos, haciendo lo que nos da la gana cuando nos da la gana –Le miro con una dulce sonrisa y me acurruco en su pecho, él pasa su brazo por mi hombro y me abraza fuerte, justo como yo quería. Y es que tiene razón, este sitio es encantador, es lo que necesitábamos, estar alejados unos días de la ciudad, dejando allí los problemas. Vuelvo a mirarle y noto como mi corazón acelera, igual que el día en el que nuestras miradas se unieron por primera vez… Bueno, igual no, el corazón late mucho más fuerte y mucho más rápido. Y me da un poco de miedo, me da miedo sentir algo tan grande por alguien, no quiero volver a sufrir, y estoy segura de que con él no pasará. Es increíble esto del amor, es como cuando llaman a la puerta de tu casa, abres tranquilamente sin saber lo que te espera, sin saber quien hay más allá y que le ha hecho llegar hasta ahí… Solo que el amor no llama, entra sin que te des cuenta, sin avisar y sin esperarlo, y a veces eso sienta bien, otras sin embargo, no tanto…- ¿En que piensas, pequeña?

-En lo mucho que puedo llegar a quererte

-Te amo Brittany –Vuelvo a mirarle un poco más seria, él también lo está, me acerco lentamente a sus labios hasta rozarlos, una de sus manos acarician mi pelo mientras su otro brazo sigue rodeando mi hombro. Me sumerjo en ese romántico, dulce y pasional beso, separándome en cuestión de minutos-

-Te amo Harry   

martes, 3 de julio de 2012

Ese momento en el que deseas desaparecer, en el que deseas no haber existido nunca. Ese momento en el que te das cuenta de que realmente no hay nadie a tu lado que te quiere, que todo está lleno de falsas y mentiras, y has vivido engañada siempre.
Ese momento, ese maldito momento.

CAPITULO 25

[Narra Niall]

Hace un cuarto de hora que a Carol le hicieron pruebas. Aún no sabemos nada. Estamos sentados en silencio, sin decir nada. Muevo mi pierna derecha con un ritmo constante y nervioso. Ella muerde sus uñas y mira a la nada. Hasta ahora no me había dado cuenta de lo preciosa que es. La puerta se abre. Ahora ella entrelaza su mano con la mía y la aprieta fuerte, miro ese impulso, luego reacciono y acaricio su mano con cuidado. Una mujer alta y con bata blanca mira un papel, la lista de pacientes, supongo:

-Carolina por favor

-Si, soy yo –Se levanta y me mira preocupada. Asiento con la cabeza y entramos a esa sala. Se sienta en una de las sillas, hago lo mismo en la otra. La enfermera entra y se acomoda. Deja el papel en la mesa y nos mira preocupada-

-Ya están los resultados chicos –Agacha la cabeza, la levanta para mirarnos, primero a ella, luego a mi. Vuelve a agacharla-

-Por favor, díganos ya que ocurre –Ruego a la médica antes de que el corazón salga por mi boca-

-Carolina, las pruebas han dado positivo

-¿Quiere decir que estoy…

-Embarazada, estás embarazada –Continúa. Veo como los ojos de Carol se iluminan y se vuelven cristalinos, estallarán en cualquier momento. Yo me desvanezco, pensando aún en todo lo que se me viene encima- Chicos, si queréis puedo daros unas pautas para llevar a cabo todo esto. Sois demasiado jóvenes, pero con ayuda será fácil. Sé que esto es complicado para voso… -Carol rompe en un sollozo ahogado, se levanta y sale corriendo de la consulta, dando un portazo tras de si-

-Discúlpela. Creo que entiende su reacción. Gracias por todo, ahora debo irme –Salgo a correr en su busca. Todos los que están en la sala de espera me miran sin perder detalle. ¿A caso no han visto a una persona correr en su vida? Bueno, en este caso a dos… La encuentro sentada en la escalera con la cara mojada-

-Carol, tranquila, también cabe la posibilidad de un aborto.

-No pienso abortar, es muy cruel

-Pues entonces no te preocupes por nada, porque todo va a salir bien

-¿Bien? ¿Qué entiendes tú por bien, Niall? Vamos a ser padres. Tú con dieciocho años y yo con dieciséis. Mis padres me matarán, ya lo estoy viendo –Niega con la cabeza una y otra vez-

-Eh, mírame –Agarro su mentón y obligo a unir en una mirada sus ojos con los míos- Si te digo que todo va a ir bien, es que todo va a ir bien. Voy a permanecer a tu lado, como novio, como amigo, o solo como padre. Me da igual de la manera que quieras, pero estaré ahí para encargarme de ese bebé, porque yo también tengo culpa de que exista. –Su mirada se torna tierna, y yo no puedo creer haber arruinado su vida-

-¿Y mis padres?

-Ya me encargaré yo de eso. Prométeme que no dirás nada hasta que yo te avise

-Lo prometo –Se mira la barriga, luego medio sonríe- No puedo creerlo Niall, es imposible que ahí dentro pueda haber un bebé.

-También es imposible que un tostador saque el pan en el preciso momento en el que está perfectamente tostado y ahí lo tienes

-¿Qué?

-Nada, tonterías que se me ocurren y que tengo que decir en ese instante –Los dos rompemos a reír- Vámonos de aquí anda

[Narra Harry]

Ya casi son las dos de la tarde, he terminado de colocar mi camisa a cuadros y salgo de casa, llegando puntual a la de mi novia.

-¡Al fin llegas! Y tan guapo como siempre –Rodea mi cuello con sus brazos y roza mis labios con los suyos- Pasa, te estamos esperando

-Hola de nuevo –Entro a la cocina y muestro mi mejor sonrisa-

-Hola Harry –Dicen a la vez. A veces da miedo que digan todo casi al unísono. La madre de Brittany se acerca y da dos besos en mis mejillas-

-¿Todo bien?

-Todo bien, ¿y usted? ¿Todo bien?

-Oh por favor, tutéame. Pues de maravilla querido

-Me alegro. ¿Necesitáis ayuda con la mesa?

-No no, ya está todo listo, sentaos venga

Guiño un ojo a Brit y nos sentamos a la mesa. Empezamos a comer esa deliciosa comida que su madre ha preparado. El rato transcurre bien. Alguna que otra pregunta sobre mi, como es lógico, risas, anécdotas… La verdad es que son todos muy simpáticos. No termino de tragar a Alex pero bueno, también parece una buena persona

-Mamá, tenemos que irnos –Brittany se levanta decidida. Recoge su plato y el mío-

-¿Nosotros? ¿Adónde?

-Ya lo verás Harry

-¿Pero, y el postre?

-No hay tiempo para postres, venga levanta –Agarra mis manos, haciendo que estire mis piernas-

-Brittany hija pero déjale terminar

-Pero si ya va lleno

-Bueno, como queráis. Ha sido un placer Harry

-Igualmente. Hasta otra –Muestro una última sonrisa y Brittany me saca de su casa a empujones-

-¿Se puede saber a qué viene todo esto?

-Tú monta en el coche y sigue la dirección exacta que yo te diga

-Como quieras, pero antes necesito hacer algo

-¿Qué?

-Besarte –Y antes de que diga nada agarro su cuello y dirijo sus labios a mi boca, para probarlos, para saborearlos, para sentir que son míos y solo míos. Muerde con un poco más de fuerza de la necesaria mi labio inferior- ¡Au!

-Venga, conduce ya –Con misterio obedezco. Estoy casi media hora conduciendo hacia un lugar que ni si quiera sé cual es. Al llegar aparco. Es una casa, una enorme casa con un enorme jardín y piscina. Hay un columpio. Una mesa grande con sillas y una barbacoa cerca de ella. Es la casa de sueño de toda persona-

-¿Qué hacemos aquí? –Bajo del coche y nos paramos frente a la verja que no nos permite cruzar más allá. Solo nos permite admirar y envidiar el precioso verde de ese césped-

-Lee el buzón

-Anne Cox –Digo casi en un susurro- No puedo creerlo, no puedo –Miro a esa pequeña chica que sonríe junto a mi- Eres maravillosa, eres la mejor. Dime, ¿cómo has…

-Da igual como lo haya hecho. Lo importante es que estás frente a la casa de tu madre, tu padrastro y tu hermanita

-¿Herma…Herma qué?

-Hermanita

-¿Tengo una…

-Si, una niña llamada Valerie, de tres añitos. Tu madre la ha hablado mucho de ti. Cuídala bien

-¿Tú como sabes todo…

-¿Qué más da? Llama al maldito timbre

-¿Vas a dejar que termine alguna frase? –Rompe a carcajadas-

-Vamos Harry, tu madre te espera –Doy un paso al frente y pulso el timbre, un escalofrío recorre todo mi cuerpo, nervioso espero respuesta. Un simple sonido indica que empujemos la puerta. Empujo con fuerza y entro, recorro ese amplio jardín con mi mirada, asombrado subo los tres escalones que dan a una segunda puerta a la casa. Una segunda puerta que da con el rostro de mi madre. De mi perfecta madre. Llamo al timbre, esta vez uno más grande y más sonoro. Mientras espero tomo la mano de Brit fuertemente. La puerta se abre despacio, dejando aparecer a la mujer que tanto deseaba ver, que tanto deseaba abrazar-

-Harry, hijo mío, como has crecido –Sus ojos se llenan de lágrimas, al igual que los míos. Me acerco a ella y la abrazo lo más fuerte posible. Dejo escapar más lágrimas de las que esperaba entre su pelo. Puedo oler su perfume. El que tanto me gustaba cuando era pequeño. Añoraba este olor, la añoraba a ella. Me separo lentamente, observándola bien. Sigue igual de guapa que siempre, conservándose igual de bien. Miro a Brit, que está emocionada y sonrío, al igual que mi madre-

-Ella es Brittany, supongo

-Si señora, soy Brittany, encantada –Se acerca y le da dos besos. Luego mi madre la abraza con dulzura-

-Gracias por unirnos a mi hijo y a mí de nuevo

-No tiene que darlas

-Vamos, pasad. Stand y Valerie están arriba. -Brittany entra primero, dejándome atrás con ella- Que guapo estás, hijo

-Igual que tu, mamá

-¿Tú novia, no?

-Si, ella es mi novia, la mejor novia del mundo

-Sabía que alguien como tú no podía andar soltero aún por el mundo –Reímos a carcajadas y entramos, reuniéndonos con Brittany- ¡Stand! ¡Valerie! ¡Ya han llegado! –Escucho unos pasos pequeñitos correr escaleras abajo, una pequeña niña de pelo largo y rubio, con mejillas sonrosadas y ojos azul mar se para frente a mí, con algo de vergüenza. Me pongo de cuclillas y agarro sus pequeños y delgados brazos-

-Hola pequeña

-¿Tú eres mi hermano?

-Así es, soy tu hermano Harry

-Yo soy Valerie –Esconde un mechón de su pelo detrás de la oreja. Acto seguido se tira a mí, abrazándome fuerte. Rodeo su cuerpo con mis brazos. Tanta ternura hace que me emocione, beso su cabeza y me separo de ella- Pero eres más mayor que en fotos

-Claro, ya he crecido

-Ya lo veo, eres muy grande. ¿Seré algún día tan alta como tú?

-Claro que si

-¿Y hace falta comer verduras para eso? Es que es lo que dice siempre mamá

-Tienes que comer de todo, es un asco, ya lo sé, pero así crecerás como yo –Suelta una risita graciosa-

-Me las comeré entonces –Me pongo de pie y miro a Stand-

-Bienvenido a casa de nuevo Harry

-Gracias Stand

-Dame un abrazo anda –Me aprieta entre sus brazos mientras sonrío, echaba de menos estos momentos en familia- 

-¿Y tú eres su novia? –Parece mentira como una niña de tres años puede llegar a ruborizar a una de catorce. Y lo hace, mucho. Cojo a la pequeña en brazos y me pongo al lado de Brittany, ayudándola a interactuar con mi hermana. Mi hermana. Suena bien-

-Si, ella es mi novia, y se llama Brittany

-Hola, yo me llamo Valerie

-Hola Valerie –Ruborizada aún, muestra una sonrisa. La pequeña vuelve a mirarme-

-¿Y yo tendré algún día un novio? Así tan guapo como tú

-Oye, de eso ni hablar. Ya cuando crezcas, y mucho, podrás pensar en ello, y si a caso –Me hace pensar ese último comentario, hace que me de cuenta que apenas llevo minutos con ella y ya la quiero con locura. Voy a protegerla siempre con mi vida. Y el novio ese del que habla, ya puede tener cuidadito-

-¿Cuántos años tienes?

-Catorce, ¿y tú?

-Tres, ¿a qué soy mayor?

-Si, aunque todavía te queda un poquito para alcanzarme

-¿Y tú Harry?

-Tengo dieciocho

-¿No eres muy mayor para ella?

-¿Y tú no eres muy pequeña para hablar de estas cosas? –Todos comienzan a reír, Valere baja de mis brazos-

-Ven Brittany ven, voy a enseñarte mis dibujos. Los he hecho en la guardería

-Claro vamos, estoy deseando ver lo bien que pintas –Valerie agarra de la mano a Brit, subiéndola hacia su cuarto-

-¿Quieres comer algo hijo?

-No, ya comí con ella.

-Parece una buena chica

-Lo es, mamá, lo es

-No la dejes ir nunca

-Por nada del mundo

-Hijo yo, cuando eras pequeño tuve que irme, no aguantaba aquello, quiero pedirte perdón, siento haber…

-Mamá, lo pasado, pasado está. Lo importante es que ahora estamos juntos. Unidos todos de nuevo. Yo no estoy molesto, ni enfadado, no debes disculparte –Me acerco a ella y la abrazo, como no había podido hacerlo en diez años- ¿Y qué es de ti?

-Pues nada nuevo, estuve trabajando fuera y hace apenas un año me vine a vivir aquí, con tu hermana y Stand. ¿Es guapa, eh?

-Es preciosa

-Se parece un poco a ti

-¿Tú crees? –Una sonrisa de oreja a oreja se apodera de mí al escuchar eso-

-Claro que si. ¿Has visto los ojos? Igualitos que los tuyos

-Si, los he visto, y ahora voy a verlos de nuevo –Sonrío y subo corriendo las escaleras, en la mitad de ella me paro y me giro- Mamá, ¿qué habitación es?

-Al terminar de subir las escaleras, justo la puerta que está en frente –Hago una mueca de agradecimiento y subo los pocos escalones que quedan. Me paro un momento antes de entrar y observo a las dos preciosidades que tanto amo-

-Mira, este es el que más me gusta

-Vaya, que chulo, ¿quiénes son?

-Pues esta de aquí soy yo, esa mamá y ese papá

-Los has pintado muy guapos

-Pero este dibujo ya no vale

-¿Por qué no, pequeña?

-Porque no estáis ni tú ni Harry –Brittany empieza a reír, sin querer lo hago yo también, descubriéndome de mi escondite-

-¿Quién anda ahí espiándonos?

-Tranquila Valerie, es el cotilla de tu hermano, mira mira, los rizos le delatan –Las dos empiezan a reír-

-De acuerdo, de acuerdo. Me habéis descubierto –Entro con las manos en alto en el cuarto de Valerie, está pintado con un rosa palo muy bonito, una cama pequeña y muchos peluches- ¿Qué hacíais?

-Como si no lo supieras Styles

-¡Eso! Que nos has espiado, y está mal, vas a ir a mamá –Brittany y yo rompemos a carcajadas, hacia mucho tiempo que no escuchábamos esa frase-

-¿A mamá? ¿A mamá? Te voy a decir yo a ti quien va a ir a mamá. ¡Ven aquí! –Cojo a la niña en brazos y la subo a la cama-

-¡Ataque de cosquillas! –Después del grito que da Brittany, ella se lanza a hacérselas a Valerie mientras yo la sujeto. Mi hermanita ríe sin parar, encogiéndose todo el tiempo como si de un ovillo se tratase. Al cabo de unos segundos me separo, Brittany coge a Valerie en brazos-

-Tenemos que irnos amor

-¿Por qué Harry? –La pequeña nos mira apenada. Comenzamos a bajar las escaleras, al llegar abajo, Brittany la deja en el suelo-

-Porque mañana nos vamos de vacaciones

-¿Mañana?

-Si, ¿no te lo dije?

-No, dijiste cuatro días. Pero no sabía que cuatro días

-Pues vamos entonces, hay que preparar las cosas –Mamá y Stand aparecen a nuestro lado-

-¿Ya os vais?

-Si mamá, mañana nos vamos de vacaciones y no hemos preparado nada

-Bueno hijo, pues pasadlo bien, ya hablaremos más tranquilamente. Llámame y hablamos pronto, ¿vale?

-Claro, lo prometo. Además, tienes que ver el pisito que me he calzado con unos amigos

-Cuando quieras allí me tienes

-Bueno, a ti y a todos por supuesto –Agarro a Brittany de la cintura- Nos vamos

-Dame un besito –Valerie pone sus manos atrás y mueve su cuerpo hacia la derecha y la izquierda. Siendo más mona de lo que es ya de por si-

-¿Uno? Miles te voy a dar –La cojo en brazos y beso una y otra vez sus pequeñas mejillas rosadas, provocando su risa-

-Ahora yo ahora yo –Pongo mi mejilla para que la bese, unos labios dulces y cálidos rozan mi piel, provocándome un escalofrío. Necesitaba algo así, un beso de una hermana, sentir que tengo familia que está conmigo. Cierro los ojos, sintiendo el cariño que me transmite-

-¡Oye! Que me pongo celosa –Brittany se acerca a nosotros-

-Tranquila, tu tendrás los besos que quieras –La guiño un ojo-

-No lo decía por ti, lo decía por un beso de tu hermana –Todos se ríen y Valerie se escurre de mis brazos para saltar a los de ella-

-También hay besitos para ti

-¡Bieeeeeeeeeeeeen! –Grita y luego da vueltas alrededor de si misma con ella en brazos, se para de repente y pone la mejilla, dejando que Valerie le de un sonoro beso, acto seguido ella hace lo mismo. Doy un cálido abrazo a mi madre y un apretón de manos a Stand. Brittany se despide y nos vamos, Valerie mueve su mano en modo de despedida acompañada con una dulce y gran sonrisa. Atravieso el jardín agarrado de la mano de Brit, montamos en el coche y salimos de allí-

-Les has caído bien

-¿Tú crees?

-No lo creo, lo sé. Si hasta mi hermana te quiere más a ti que a mí

-Que tonto eres

-En serio, has sabido controlar la situación

-Me sale solo, adoro las niñas pequeñas, y con tu madre y Stand ha sido fácil. Son muy agradables

-Me alegro de que os llevéis bien

-Y yo amor, y yo –Al rato llegamos a su casa- ¿A qué hora me recoges?

-A las seis de la mañana estoy aquí

-¿Qué? Es muy temprano

-No seas vaga

-Está bien, haré un esfuerzo

-Así me gusta –Me da un rápido beso y baja corriendo, de la manera tan graciosa con la que lo hace siempre. Me quedo observándola hasta que entra en casa, dejando en mi de nuevo esas ganas de volver a verla-