CAPITULO 25
[Narra Niall]
Hace un cuarto de hora que a Carol le hicieron pruebas. Aún
no sabemos nada. Estamos sentados en silencio, sin decir nada. Muevo mi pierna
derecha con un ritmo constante y nervioso. Ella muerde sus uñas y mira a la
nada. Hasta ahora no me había dado cuenta de lo preciosa que es. La puerta se
abre. Ahora ella entrelaza su mano con la mía y la aprieta fuerte, miro ese
impulso, luego reacciono y acaricio su mano con cuidado. Una mujer alta y con
bata blanca mira un papel, la lista de pacientes, supongo:
-Carolina por favor
-Si, soy yo –Se levanta y me mira preocupada. Asiento con la
cabeza y entramos a esa sala. Se sienta en una de las sillas, hago lo mismo en
la otra. La enfermera entra y se acomoda. Deja el papel en la mesa y nos mira
preocupada-
-Ya están los resultados chicos –Agacha la cabeza, la
levanta para mirarnos, primero a ella, luego a mi. Vuelve a agacharla-
-Por favor, díganos ya que ocurre –Ruego a la médica antes
de que el corazón salga por mi boca-
-Carolina, las pruebas han dado positivo
-¿Quiere decir que estoy…
-Embarazada, estás embarazada –Continúa. Veo como los ojos
de Carol se iluminan y se vuelven cristalinos, estallarán en cualquier momento.
Yo me desvanezco, pensando aún en todo lo que se me viene encima- Chicos, si
queréis puedo daros unas pautas para llevar a cabo todo esto. Sois demasiado
jóvenes, pero con ayuda será fácil. Sé que esto es complicado para voso… -Carol
rompe en un sollozo ahogado, se levanta y sale corriendo de la consulta, dando
un portazo tras de si-
-Discúlpela. Creo que entiende su reacción. Gracias por
todo, ahora debo irme –Salgo a correr en su busca. Todos los que están en la
sala de espera me miran sin perder detalle. ¿A caso no han visto a una persona
correr en su vida? Bueno, en este caso a dos… La encuentro sentada en la
escalera con la cara mojada-
-Carol, tranquila, también cabe la posibilidad de un aborto.
-No pienso abortar, es muy cruel
-Pues entonces no te preocupes por nada, porque todo va a
salir bien
-¿Bien? ¿Qué entiendes tú por bien, Niall? Vamos a ser
padres. Tú con dieciocho años y yo con dieciséis. Mis padres me matarán, ya lo
estoy viendo –Niega con la cabeza una y otra vez-
-Eh, mírame –Agarro su mentón y obligo a unir en una mirada
sus ojos con los míos- Si te digo que todo va a ir bien, es que todo va a ir
bien. Voy a permanecer a tu lado, como novio, como amigo, o solo como padre. Me
da igual de la manera que quieras, pero estaré ahí para encargarme de ese bebé,
porque yo también tengo culpa de que exista. –Su mirada se torna tierna, y yo
no puedo creer haber arruinado su vida-
-¿Y mis padres?
-Ya me encargaré yo de eso. Prométeme que no dirás nada
hasta que yo te avise
-Lo prometo –Se mira la barriga, luego medio sonríe- No
puedo creerlo Niall, es imposible que ahí dentro pueda haber un bebé.
-También es imposible que un tostador saque el pan en el
preciso momento en el que está perfectamente tostado y ahí lo tienes
-¿Qué?
-Nada, tonterías que se me ocurren y que tengo que decir en
ese instante –Los dos rompemos a reír- Vámonos de aquí anda
[Narra Harry]
Ya casi son las dos de la tarde, he terminado de colocar mi
camisa a cuadros y salgo de casa, llegando puntual a la de mi novia.
-¡Al fin llegas! Y tan guapo como siempre –Rodea mi cuello
con sus brazos y roza mis labios con los suyos- Pasa, te estamos esperando
-Hola de nuevo –Entro a la cocina y muestro mi mejor
sonrisa-
-Hola Harry –Dicen a la vez. A veces da miedo que digan todo
casi al unísono. La madre de Brittany se acerca y da dos besos en mis mejillas-
-¿Todo bien?
-Todo bien, ¿y usted? ¿Todo bien?
-Oh por favor, tutéame. Pues de maravilla querido
-Me alegro. ¿Necesitáis ayuda con la mesa?
-No no, ya está todo listo, sentaos venga
Guiño un ojo a Brit y nos sentamos a la mesa. Empezamos a comer
esa deliciosa comida que su madre ha preparado. El rato transcurre bien. Alguna
que otra pregunta sobre mi, como es lógico, risas, anécdotas… La verdad es que
son todos muy simpáticos. No termino de tragar a Alex pero bueno, también
parece una buena persona
-Mamá, tenemos que irnos –Brittany se levanta decidida. Recoge
su plato y el mío-
-¿Nosotros? ¿Adónde?
-Ya lo verás Harry
-¿Pero, y el postre?
-No hay tiempo para postres, venga levanta –Agarra mis
manos, haciendo que estire mis piernas-
-Brittany hija pero déjale terminar
-Pero si ya va lleno
-Bueno, como queráis. Ha sido un placer Harry
-Igualmente. Hasta otra –Muestro una última sonrisa y
Brittany me saca de su casa a empujones-
-¿Se puede saber a qué viene todo esto?
-Tú monta en el coche y sigue la dirección exacta que yo te
diga
-Como quieras, pero antes necesito hacer algo
-¿Qué?
-Besarte –Y antes de que diga nada agarro su cuello y dirijo
sus labios a mi boca, para probarlos, para saborearlos, para sentir que son míos
y solo míos. Muerde con un poco más de fuerza de la necesaria mi labio
inferior- ¡Au!
-Venga, conduce ya –Con misterio obedezco. Estoy casi media
hora conduciendo hacia un lugar que ni si quiera sé cual es. Al llegar aparco.
Es una casa, una enorme casa con un enorme jardín y piscina. Hay un columpio.
Una mesa grande con sillas y una barbacoa cerca de ella. Es la casa de sueño de
toda persona-
-¿Qué hacemos aquí? –Bajo del coche y nos paramos frente a
la verja que no nos permite cruzar más allá. Solo nos permite admirar y
envidiar el precioso verde de ese césped-
-Lee el buzón
-Anne Cox –Digo casi en un susurro- No puedo creerlo, no
puedo –Miro a esa pequeña chica que sonríe junto a mi- Eres maravillosa, eres
la mejor. Dime, ¿cómo has…
-Da igual como lo haya hecho. Lo importante es que estás
frente a la casa de tu madre, tu padrastro y tu hermanita
-¿Herma…Herma qué?
-Hermanita
-¿Tengo una…
-Si, una niña llamada Valerie, de tres añitos. Tu madre la
ha hablado mucho de ti. Cuídala bien
-¿Tú como sabes todo…
-¿Qué más da? Llama al maldito timbre
-¿Vas a dejar que termine alguna frase? –Rompe a carcajadas-
-Vamos Harry, tu madre te espera –Doy un paso al frente y
pulso el timbre, un escalofrío recorre todo mi cuerpo, nervioso espero
respuesta. Un simple sonido indica que empujemos la puerta. Empujo con fuerza y
entro, recorro ese amplio jardín con mi mirada, asombrado subo los tres
escalones que dan a una segunda puerta a la casa. Una segunda puerta que da con
el rostro de mi madre. De mi perfecta madre. Llamo al timbre, esta vez uno más
grande y más sonoro. Mientras espero tomo la mano de Brit fuertemente. La
puerta se abre despacio, dejando aparecer a la mujer que tanto deseaba ver, que
tanto deseaba abrazar-
-Harry, hijo mío, como has crecido –Sus ojos se llenan de lágrimas,
al igual que los míos. Me acerco a ella y la abrazo lo más fuerte posible. Dejo
escapar más lágrimas de las que esperaba entre su pelo. Puedo oler su perfume.
El que tanto me gustaba cuando era pequeño. Añoraba este olor, la añoraba a
ella. Me separo lentamente, observándola bien. Sigue igual de guapa que
siempre, conservándose igual de bien. Miro a Brit, que está emocionada y
sonrío, al igual que mi madre-
-Ella es Brittany, supongo
-Si señora, soy Brittany, encantada –Se acerca y le da dos
besos. Luego mi madre la abraza con dulzura-
-Gracias por unirnos a mi hijo y a mí de nuevo
-No tiene que darlas
-Vamos, pasad. Stand y Valerie están arriba. -Brittany entra
primero, dejándome atrás con ella- Que guapo estás, hijo
-Igual que tu, mamá
-¿Tú novia, no?
-Si, ella es mi novia, la mejor novia del mundo
-Sabía que alguien como tú no podía andar soltero aún por el
mundo –Reímos a carcajadas y entramos, reuniéndonos con Brittany- ¡Stand!
¡Valerie! ¡Ya han llegado! –Escucho unos pasos pequeñitos correr escaleras
abajo, una pequeña niña de pelo largo y rubio, con mejillas sonrosadas y ojos
azul mar se para frente a mí, con algo de vergüenza. Me pongo de cuclillas y
agarro sus pequeños y delgados brazos-
-Hola pequeña
-¿Tú eres mi hermano?
-Así es, soy tu hermano Harry
-Yo soy Valerie –Esconde un mechón de su pelo detrás de la
oreja. Acto seguido se tira a mí, abrazándome fuerte. Rodeo su cuerpo con mis
brazos. Tanta ternura hace que me emocione, beso su cabeza y me separo de ella-
Pero eres más mayor que en fotos
-Claro, ya he crecido
-Ya lo veo, eres muy grande. ¿Seré algún día tan alta como
tú?
-Claro que si
-¿Y hace falta comer verduras para eso? Es que es lo que
dice siempre mamá
-Tienes que comer de todo, es un asco, ya lo sé, pero así
crecerás como yo –Suelta una risita graciosa-
-Me las comeré entonces –Me pongo de pie y miro a Stand-
-Bienvenido a casa de nuevo Harry
-Gracias Stand
-Dame un abrazo anda –Me aprieta entre sus brazos mientras
sonrío, echaba de menos estos momentos en familia-
-¿Y tú eres su novia? –Parece mentira como una niña de tres
años puede llegar a ruborizar a una de catorce. Y lo hace, mucho. Cojo a la
pequeña en brazos y me pongo al lado de Brittany, ayudándola a interactuar con
mi hermana. Mi hermana. Suena bien-
-Si, ella es mi novia, y se llama Brittany
-Hola, yo me llamo Valerie
-Hola Valerie –Ruborizada aún, muestra una sonrisa. La
pequeña vuelve a mirarme-
-¿Y yo tendré algún día un novio? Así tan guapo como tú
-Oye, de eso ni hablar. Ya cuando crezcas, y mucho, podrás
pensar en ello, y si a caso –Me hace pensar ese último comentario, hace que me
de cuenta que apenas llevo minutos con ella y ya la quiero con locura. Voy a
protegerla siempre con mi vida. Y el novio ese del que habla, ya puede tener
cuidadito-
-¿Cuántos años tienes?
-Catorce, ¿y tú?
-Tres, ¿a qué soy mayor?
-Si, aunque todavía te queda un poquito para alcanzarme
-¿Y tú Harry?
-Tengo dieciocho
-¿No eres muy mayor para ella?
-¿Y tú no eres muy pequeña para hablar de estas cosas?
–Todos comienzan a reír, Valere baja de mis brazos-
-Ven Brittany ven, voy a enseñarte mis dibujos. Los he hecho
en la guardería
-Claro vamos, estoy deseando ver lo bien que pintas –Valerie
agarra de la mano a Brit, subiéndola hacia su cuarto-
-¿Quieres comer algo hijo?
-No, ya comí con ella.
-Parece una buena chica
-Lo es, mamá, lo es
-No la dejes ir nunca
-Por nada del mundo
-Hijo yo, cuando eras pequeño tuve que irme, no aguantaba
aquello, quiero pedirte perdón, siento haber…
-Mamá, lo pasado, pasado está. Lo importante es que ahora
estamos juntos. Unidos todos de nuevo. Yo no estoy molesto, ni enfadado, no
debes disculparte –Me acerco a ella y la abrazo, como no había podido hacerlo
en diez años- ¿Y qué es de ti?
-Pues nada nuevo, estuve trabajando fuera y hace apenas un
año me vine a vivir aquí, con tu hermana y Stand. ¿Es guapa, eh?
-Es preciosa
-Se parece un poco a ti
-¿Tú crees? –Una sonrisa de oreja a oreja se apodera de mí
al escuchar eso-
-Claro que si. ¿Has visto los ojos? Igualitos que los tuyos
-Si, los he visto, y ahora voy a verlos de nuevo –Sonrío y
subo corriendo las escaleras, en la mitad de ella me paro y me giro- Mamá, ¿qué
habitación es?
-Al terminar de subir las escaleras, justo la puerta que
está en frente –Hago una mueca de agradecimiento y subo los pocos escalones que
quedan. Me paro un momento antes de entrar y observo a las dos preciosidades
que tanto amo-
-Mira, este es el que más me gusta
-Vaya, que chulo, ¿quiénes son?
-Pues esta de aquí soy yo, esa mamá y ese papá
-Los has pintado muy guapos
-Pero este dibujo ya no vale
-¿Por qué no, pequeña?
-Porque no estáis ni tú ni Harry –Brittany empieza a reír,
sin querer lo hago yo también, descubriéndome de mi escondite-
-¿Quién anda ahí espiándonos?
-Tranquila Valerie, es el cotilla de tu hermano, mira mira,
los rizos le delatan –Las dos empiezan a reír-
-De acuerdo, de acuerdo. Me habéis descubierto –Entro con
las manos en alto en el cuarto de Valerie, está pintado con un rosa palo muy
bonito, una cama pequeña y muchos peluches- ¿Qué hacíais?
-Como si no lo supieras Styles
-¡Eso! Que nos has espiado, y está mal, vas a ir a mamá
–Brittany y yo rompemos a carcajadas, hacia mucho tiempo que no escuchábamos
esa frase-
-¿A mamá? ¿A mamá? Te voy a decir yo a ti quien va a ir a
mamá. ¡Ven aquí! –Cojo a la niña en brazos y la subo a la cama-
-¡Ataque de cosquillas! –Después del grito que da Brittany,
ella se lanza a hacérselas a Valerie mientras yo la sujeto. Mi hermanita ríe
sin parar, encogiéndose todo el tiempo como si de un ovillo se tratase. Al cabo
de unos segundos me separo, Brittany coge a Valerie en brazos-
-Tenemos que irnos amor
-¿Por qué Harry? –La pequeña nos mira apenada. Comenzamos a
bajar las escaleras, al llegar abajo, Brittany la deja en el suelo-
-Porque mañana nos vamos de vacaciones
-¿Mañana?
-Si, ¿no te lo dije?
-No, dijiste cuatro días. Pero no sabía que cuatro días
-Pues vamos entonces, hay que preparar las cosas –Mamá y
Stand aparecen a nuestro lado-
-¿Ya os vais?
-Si mamá, mañana nos vamos de vacaciones y no hemos
preparado nada
-Bueno hijo, pues pasadlo bien, ya hablaremos más
tranquilamente. Llámame y hablamos pronto, ¿vale?
-Claro, lo prometo. Además, tienes que ver el pisito que me
he calzado con unos amigos
-Cuando quieras allí me tienes
-Bueno, a ti y a todos por supuesto –Agarro a Brittany de la
cintura- Nos vamos
-Dame un besito –Valerie pone sus manos atrás y mueve su
cuerpo hacia la derecha y la izquierda. Siendo más mona de lo que es ya de por
si-
-¿Uno? Miles te voy a dar –La cojo en brazos y beso una y
otra vez sus pequeñas mejillas rosadas, provocando su risa-
-Ahora yo ahora yo –Pongo mi mejilla para que la bese, unos
labios dulces y cálidos rozan mi piel, provocándome un escalofrío. Necesitaba
algo así, un beso de una hermana, sentir que tengo familia que está conmigo.
Cierro los ojos, sintiendo el cariño que me transmite-
-¡Oye! Que me pongo celosa –Brittany se acerca a nosotros-
-Tranquila, tu tendrás los besos que quieras –La guiño un
ojo-
-No lo decía por ti, lo decía por un beso de tu hermana –Todos
se ríen y Valerie se escurre de mis brazos para saltar a los de ella-
-También hay besitos para ti
-¡Bieeeeeeeeeeeeen! –Grita y luego da vueltas alrededor de
si misma con ella en brazos, se para de repente y pone la mejilla, dejando que
Valerie le de un sonoro beso, acto seguido ella hace lo mismo. Doy un cálido
abrazo a mi madre y un apretón de manos a Stand. Brittany se despide y nos
vamos, Valerie mueve su mano en modo de despedida acompañada con una dulce y
gran sonrisa. Atravieso el jardín agarrado de la mano de Brit, montamos en el
coche y salimos de allí-
-Les has caído bien
-¿Tú crees?
-No lo creo, lo sé. Si hasta mi hermana te quiere más a ti
que a mí
-Que tonto eres
-En serio, has sabido controlar la situación
-Me sale solo, adoro las niñas pequeñas, y con tu madre y
Stand ha sido fácil. Son muy agradables
-Me alegro de que os llevéis bien
-Y yo amor, y yo –Al rato llegamos a su casa- ¿A qué hora me
recoges?
-A las seis de la mañana estoy aquí
-¿Qué? Es muy temprano
-No seas vaga
-Está bien, haré un esfuerzo
-Así me gusta –Me da un rápido beso y baja corriendo, de la
manera tan graciosa con la que lo hace siempre. Me quedo observándola hasta que
entra en casa, dejando en mi de nuevo esas ganas de volver a verla-