miércoles, 17 de octubre de 2012
''Recuerdo cuando estábamos juntos hasta el final''
Noto que es demasiado lo que tengo encima, que no puedo más. Nadie tiene la menor idea de como llego a sentirme, de como me afectan las cosas, de lo que me ocurre y de lo sensible que soy...
Intento estar ahí siempre, para animarte, no pido nada a cambio, con tu sonrisa o un simple abrazo me basta. Pero no, lo que recibo son golpes y caídas que me advierten, que me dicen que lo deje ya, que bastante he hecho. Que si estoy sufriendo, no es por mi culpa, y que es hora de escoger un camino y andar sola, porque al fin y al cabo, es así como estoy. Que si no me quiero yo, no va a hacerlo otra persona. Y las cosas son así, duras, más que nada porque no tienes a nadie que te ayude a seguir adelante, que te apoye... Al fin y al cabo me abandonan, poco a poco, uno a uno... Es hora de ir aceptándolo, hora de caminar sola.
Noto que es demasiado lo que tengo encima, que no puedo más. Nadie tiene la menor idea de como llego a sentirme, de como me afectan las cosas, de lo que me ocurre y de lo sensible que soy...
Intento estar ahí siempre, para animarte, no pido nada a cambio, con tu sonrisa o un simple abrazo me basta. Pero no, lo que recibo son golpes y caídas que me advierten, que me dicen que lo deje ya, que bastante he hecho. Que si estoy sufriendo, no es por mi culpa, y que es hora de escoger un camino y andar sola, porque al fin y al cabo, es así como estoy. Que si no me quiero yo, no va a hacerlo otra persona. Y las cosas son así, duras, más que nada porque no tienes a nadie que te ayude a seguir adelante, que te apoye... Al fin y al cabo me abandonan, poco a poco, uno a uno... Es hora de ir aceptándolo, hora de caminar sola.
lunes, 15 de octubre de 2012
CAPITULO 46
[Narra Harry]
Llamo a la puerta de su cuarto, escucho esa risa que amo de
ella, así que sonrío, solo de imaginármela. No sabía que se podía llegar a
querer a alguien tanto, no puedo explicarlo, es como si ahora que la he
conocido ya no pudiese estar sin ella, no seria el mismo, lo sé.
-Amor, ¿vas a entrar? –Con su dulce voz me hace reaccionar,
y, si pensarlo dos veces, abro la puerta-
-Hola pequeña –Sonrío dulcemente, mirando lo guapa que está,
con una simple toalla roja envuelta al cuerpo, sin maquillaje alguno y con el
pelo mojado. Ella sonríe al verme-
-Vamos, entra –Me acerco, dejando que apenas un centímetro
nos separe. Noto su respiración, hasta eso es perfecto en ella. Lentamente
pongo mis labios sobre los suyos, ella los mantiene cerrados, poco a poco, los
abro y los saboreo. Es la mejor sensación que puedes tener en la vida. Paso de
tener las manos en su cintura a ponerlas en su espalda, llego al borde de la
toalla, y es ahí donde tengo la inseguridad. Pero decido por quitársela poco a
poco, ella se ruboriza, y me encanta, es tan mona. Pero, por desgracia, vuelvo
a colocar corriendo la toalla antes de dejarla caer al suelo debido a unos
toques en la puerta, que, de repente, se abre-
-Ay cariño, perdona, pensaba que estabas sola –Mira a su
hija, dándose cuenta de que no está vestida, me mira a mi, creo que se está
asustando- Harry, querido, ¿por qué no dejas que Brittany se vista tranquila?
Espérala abajo, seguro que no tarda nada
-Claro, no es molestia –Hago intención de irme cuando
Brittany me agarra del brazo-
-No, no te vas. Mamá, no estábamos haciendo nada malo, Harry
puede quedarse
-Cariño, ¿y ver cómo te preparas?
-Si, ¿por qué no? Es mi novio
-Pero que te vea sin ropa tan deprisa… -Comienzo a sentirme
incómodo, si su madre supiera que ya he visto a su inocente y pequeña niña
desnuda…-
-Mamá, por favor, déjanos a solas –Y, un poco molesta, se
va- Lo siento, es que se piensa que tengo doce años
-Doce no, pero casi quince si. Eres una enana todavía
-¿Si? Pues recuerda esas palabras, porque voy a ser enana
para todo. Para todo. –Recalca para que pille bien lo que quiere decirme- Además,
en una semana cumplo quince, idiota
-Que no, que era broma, no te enfades –Me acerco por detrás
y comienzo a besar su cuello lentamente, noto como un escalofrío se apodera de
ella, aprovecho la ocasión para tumbarla en la cama. Vuelvo a coger el borde de
la toalla, pero ella sujeta mis manos antes de que lo haga-
-No es justo que yo ande ligera de ropa y tu completamente
tapadito –Sonrío y me quito la camiseta-
-¿Mejor? –Mira con atención mi torso, se muerde el labio-
-Si, mucho mejor –Y ahora busca mi boca con deseo, la besa
intensamente. Vuelvo a la toalla, empiezo a quitarla, pero solo la abro un
poco, dejando asomar sus pechos. Mi respiración comienza a ser agitada. Ella
leva sus manos al botón de mi pantalón vaquero y lo desabrocha, me mira
desafiante, baja la cremallera. Pero algo pasa, maldita conciencia-
-Brit, cariño
-¿Qué? –Murmulla sin separar sus labios de los míos, sin
dejar de agarrarme con deseo-
-Tienes a toda la familia en casa, ¿de verdad quieres?
-Tengo muchas ganas Harry –Me mira intensamente, no puedo,
menuda tentación-
-No, con la gente en casa no, venga, vístete, que en mi casa
si que no hay nadie –Se levanta molesta mientras se coloca bien la toalla-
-Pues como se me pase el calentón luego no me eches culpas
-Yo lo recupero
-No, eso no se recupera. Venga vete, que voy a prepararme
-¿No decías que no te importab…?
-Vaaaaaaaamos –Me empuja hacia la puerta sin dejarme hablar,
esta chica es un caso, pero la amo-
*Una hora más tarde, en la solitaria casa de Harry*
-Harry, son casi las dos, tengo hambre –Me mira con cara de
pena-
-Ven, Liam hizo unos macarrones antes de irse, seguro que
están muy ricos, vamos.
-Mmm… macarrones –Se adelanta y va a la cocina- Voy poniendo
la mesa, tú sirve la comida
-Como mande la señorita –Me deja los platos en la encimera,
para que me sea más cómodo y pone los vasos-
-¿Tenedor o cuchara?
-Tenedor, en esta casa es tenedor siempre –Se ríe a
carcajadas, creo que va a asfixiarse, ha pillado que lo decía por Liam-
-Vale vale, lo tendré en cuenta entonces –Termina con el
pan, el agua, y las servilletas. Se acerca y me abraza por detrás, mirando
detenidamente como dejo caer los macarrones-
-¿Así está bien? –Le muestro su plato y asiente, dándome un
beso en la mejilla. Lo coge y se sienta, termino de llenar el mío y me siento
frente a ella. Se lleva el primer macarrón a la boca-
-Oh, están muy ricos, Liam cocina muy bien
-Le enseñé yo –Ríe irónicamente-
-Si, ¿verdad? Yo creo que sí –Más ironía-
-Recuerdo el día que cenamos pizza en tu casa, acabaste
manchada de tomate por todos sitios… Los macarrones también llevan tomate,
¿sabes?
-¿Me mancharías de tomate? –Dice con un tono más dulce aún y
pone una tierna carita de pena-
-No, no no –Me acerco y beso su puntita de la nariz, ella la
arruga sonriente, me encanta, hasta un punto inimaginable. Vuelvo a sentarme
correctamente y sigo devorando los deliciosos macarrones-
-¿Qué haremos después?
-Yo estoy algo cansado, me he levantado más temprano de lo
habitual
-Yo también
-¿Una peli entonces?
-¿De dibujos animados?
-No, Brittany, por favor no…
-Ay, siiiii, venga va
-Que no, es que no me apetece en serio
-Porfi, porfi, porfiiiiii –Se pone de pie, cerca de mi para
suplicarme, me separo un poco de la mesa, dejando que ella se siente encima de
mi, de espaldas a la mesa, pone su cara muy cerca de la mía, y cuando va a
darme un beso, apoya el codo en el plato de mis macarrones- ¡Mierda! ¡Me he
manchado! Por tu culpa
-¿Mi culpa?
-Si me hubieses querido poner los dibujitos… -Coge una
servilleta y se limpia el codo-
-Eres peor que mi hermana pequeña
-¿Si? –Me restriega la servilleta manchada por toda la cara,
llenando de tomate también un pequeño mechón que caía sobre mi frente-
-Corre
-¿O sino qué?
-Mueres embadurnada en tomate
-Si, cla… –Le lanzo un macarrón antes de que pueda terminar
la frase, su cara de idiota muestra su sorpresa, no lo esperaba para nada. Con
toda su furia me tira más macarrones, pero la puntería le falla. Vuelve a tirar
otro, lo esquivo. Le lanzo uno, en plena mejilla. Cruza sus brazos. Otro
intento, fallido también. Rabiosa coge al plato, tirándome todo su contenido a
la cabeza. Me quedo paralizado-
-Hala, mira como me has puesto –Deja el plato sobre la mesa.
Mira detenidamente mi cara manchada, un lado de la camiseta y algún que otro
mechón de pelo. Empieza a reírse, tanto, que acaba tirada en el suelo- No te
rías, tengo tomate por todas partes
-Y yo en el labio y en la mejilla, mira –Me señala las dos
pequeñas manchas-
-Pero eso se quita en un momento, verás –Me tumbo encima de
ella, sin dejar caer todo mi peso para no aplastarla, beso la comisura de sus
labios, deshaciéndome de la primera mancha. Miro su mejilla colorada, es
graciosa. Paso lentamente mi dedo índice por ella, luego, lo limpio en mi
camiseta- ¿Has visto? Ya está –Me roba un beso, luego se gira rápidamente y se
levanta-
-Pero aún así, estoy pegajosa –Coge mi dedo para que lo
compruebe, y, como es cierto, la llevo al baño. Una vez allí abro el grifo,
limpiando poco a poco su carita con cuidado. Ella se deja hacer, le encanta.
Listo, lo cierro y cojo la toalla, para quitar las gotas de agua que le quedan-
Gracias –Vuelve a darme un beso, más intenso esta vez- Haría lo mismo contigo,
pero tú estás directamente para meterte en la lavadora –Río a carcajadas,
dejando que ella me acompañe- Mira, tú ve duchándote y yo limpio abajo, que se
ha quedado todo hecho un desastre
-¿No te importa hacerlo tú sola?
-Que va, si prácticamente ha sido culpa mía
-Ois, te adoro, gracias –Una sonrisa como respuesta. Beso su
frente y doy el agua caliente, ella sale del baño y yo me desnudo. Intentando terminar
de ducharme lo más rápido posible, para volver a sentir sus preciosos ojos
sobre los míos-
[Narra Louis]
-Mira Nerea, quizás la avería esté aquí
-No, eso está perfectamente, ¿no lo ves?
-Tienes razón, es la primera vez que no doy con el problema
a la primera, que rabia –Me aburro con esto, no quiero que sea la moto lo que
nos una-
-Louis vale ya
-¿Qué? –No entiendo a que viene eso ahora-
-No soy idiota, ¿vale?
-¿Qué quieres decir? –Estoy verdaderamente confuso-
-Tanto tú como yo sabemos perfectamente donde está el fallo
en mi moto
-¿Sabes qué le pasa?
-Si. Y tú también –Sorprendido, no pensé que fuese a
descubrirme-
-¿Tan mal actúo?
-No, pero la primera vez que viste mi moto tu cara lo dijo
todo
-Explícate
-Tu expresión daba a entender que era algo fácil de reparar,
algo rápido.
-Y así es
-¿Por qué lo has hecho?
-Quería pasar tiempo contigo, pero no estaba del todo seguro
de que tú quisieses lo mismo, y si esta era la forma que tenía de estar aunque
fuesen unos minutos a tu lado, tenía que arriesgarme
-Entiendo…
-¿Estás enfadada?
-Por supuesto que no, la primera mañana que quedamos ya
descubrí que es lo que pasaba, pero tampoco dije nada, por el mismo motivo
diría yo, así que no tengo razones para estar enfadada
-¿Y ahora qué?
-Arreglamos esto, supongo
-¿Y con nuestros sentimientos?
-Ah, eso… Hacerlos caso, ¿no? Los sentimientos siempre hay
que tenerlos en cuenta, no podemos darlos de lado.
[Narra Harry]
Bajo casi corriendo las escaleras, con el pelo mojado aún,
arriesgándome a coger un resfriado, pero me da igual, el amor no puede esperar.
-Ya estoy cariño –Ella cierra el grifo, se seca las manos en
un trapo y acto seguido lo dobla, dando así por terminada la tarea-
-Yo también –Se gira y me mira sonriente- ¿Qué haces con el
pelo mojado? Deberías habértelo secado
-Quería bajar antes, para saber si necesitabas ayuda, un
beso o algo –Suelta una leve risa-
-Lo primero no, pero lo segundo, no me vendría nada, nada
mal –Me acerco a ella y pongo mis manos con cuidado sobre su cintura, despacio,
muy despacio arrimo mis labios a los suyos, siento su dulce sabor durante unos
segundos y ella me aparta- Amor, es que me estás mojando
-Perdona cariño, ahora mismo subo a secármelo
-No no, espera –Algo extrañado, vuelvo atrás y me coloco
frente a ella-
-Dime
-Es que, sé que tu pelo es sagrado para ti pero, a mi me
encanta y… -Comienza a acariciar uno de mis rizos, lo mira tiernamente- ¿Me
dejas que te peine?
-¿Brit?
-Jolin, ¿qué?
-Nada, me sorprende que digas eso –Suelto alguna que otra
risa-
-Sé que suena infantil, pero tu pelo es tan, tan… -Empieza a
hacer gestos raros que hacen que me duelan las mejillas al reír-
-Lo pillo, claro que puedes mi niña, pero solo tú
-¡BIEEEEEEEEEEEEN! –Se sube a mi cintura y me rodea con sus
piernas, pasa los brazos alrededor de mi cuello y esconde también su cabeza en él,
luego un escalofrío- Uy, es que estás mojado –Más risas por parte de los dos-
¿Peso mucho?
-No cariño, puedo contigo perfectamente
-Pues venga, vamos
Y así hago. Una vez arriba la dejo en el suelo con cuidado,
cojo un taburete y enchufo el secador mientras ella mira entretenida. Coge el
peine y lo mira, esperando a que me siente, una vez hecho, comienza con la
tarea. Muy lentamente echa mi pelo hacia atrás, despacio y con cuidado, yo
cierro los ojos, me relaja un montón. Masajea mi cabeza y la echa hacia atrás
para besar mi frente, sonríe y empieza con el secador. En apenas minutos ha
terminado, toca mi pelo una vez más y cierra los ojos. Ninguna chica antes había
tenido este detalle conmigo, que, por infantil que sea, tiene su punto romántico.
Nadie me había demostrado que se fija tanto en algo como mi pelo, pero sé perfectamente
la explicación del porque ella si, y es sencillo. Porque Brittany es única,
Brittany es la chica indicada, es mi chica indicada.
viernes, 12 de octubre de 2012
CAPITULO 45
[Narra Brittany]
El intenso rayo de sol que se cuela por la persiana hace que
abra poco a poco uno de mis ojos, haciendo que el otro, segundos después, le
siga. Por simple curiosidad, miro el reloj, solo son las diez y media, pero no
puedo seguir durmiendo. Miro por el cuarto, mi hermano ya no está. Me levanto
de la cama algo dormida todavía, aparto los pelos que se me vienen hacia
delante molestándome y voy al baño. Una vez allí, me visto y lavo la cara. Bajo
y escucho risas que vienen desde la cocina
-Buenos días pequeña, ¿te hemos despertado?
-Para nada Lou, no podía seguir durmiendo
-¿Estás mejor hoy?
-Si Nerea, gracias. Siento que tuvieras que ver todo aquello
ayer, estropeamos vuestra…
-No te preocupes, de verdad –Me interrumpe, y lo agradezco,
porque no hubiese sabido como continuar la frase- Todo olvidado, además, no fue
tu culpa –Sonríe dulcemente-
-Bueno, me alegro entonces de que todo vaya bien. Os dejo
desayunar tranquilamente
-No cariño, puedes quedarte con nosotros si quieres
-No, de verdad Lou, yo subo, no te preocupes –Subo un tanto
rápido las escaleras y entro en mi habitación, Alex está durmiendo, Mel creo
que también, debido a la oscuridad no puedo ver bien su cara. En silencio
absoluto vuelvo atrás-
-Chs, chssss –Levanto la vista y veo a Mel haciendo cosas
raras con las manos. Creo que quiere que la espere-
-¿Qué? –Digo en un susurro-
-Vamos fuera –Salimos de la habitación, ella cierra la
puerta- ¿Qué tal has pasado la noche cariño? –Me planta un sonoro beso en la
mejilla derecha-
-Mejor de lo que esperaba, Lou me hizo caricias en el brazo
y fue así como conseguí dormir pronto
-Ay, pero que tiernos
-¿Y tú cómo has dormido?
-Todo lo mal que se puede dormir con un ceporro como ese
metido en el dormitorio –Rompo a reír-
-¿Te ha dado mucho la lata?
-No, solo que no podía dormir y me intentaba sacar temas de
conversación todo el rato
-¿Lo conseguía?
-No, a base de ignorarle entró en un sueño profundo –Más
risas-
-Estás loca
-Si, he salido a la prima
-A Gemma te refieres, ¿no? –Me propina un puño y se ríe-
-Oye, y hablando de Gemma, ¿dónde está? Llevo varios días
sin verla…
-Se fue con una amiga a su casa en la playa, por lo visto es
la típica niña de papá rica
-Oh, ya veo, odio las tipas así
-Pero se la ve simpática
-Si tú lo dices… -Hace intención de bajar las escaleras,
pero agarro su brazo y tiro de ella- ¿Qué haces?
-No puedes bajar, mi hermano y Nerea están desayunando
juntos
-Oh, que bonito, precioso todo. ¿Pero me dices cómo desayuno
yo? ¿Pinto la comida?
-Pues esperas impaciente, que acabas de levantarte
-Pero que es que yo tengo hambre –Me pongo detrás de ella y
empujando levemente su espalda, entramos en la habitación de mi hermano. Yo me
tumbo en la cama de mi Lou, con la mirada al techo, ella lo hace en la de
Gemma- ¿Y ahora qué?
-Ahora nada, a esperar a que esos dos se vayan a enamorarse
a otra parte.
[Narra Harry]
No entiendo como hoy he podido levantarme a las once, con lo
que yo amo dormir… Termino mi tazón de cereales y pienso que si siguiese Niall
aquí no me los hubiese podido comer, se habría encargado él de hacerlo… Se le
echa de menos, mucho. Vuelvo a reaccionar, y, en pijama aún, me tiro al sofá
con el teléfono en mano. Marco rápidamente, me sé el número de memoria, algo
impresionante.
-¿Quién es?
-Hola preciosa
-¡Harry! ¿Cómo estás?
-Muy bien Brit. ¿Y tú? ¿Cómo te has despertado hoy?
-Abriendo los ojos –Comienzo a reír, el humor que tiene esta
chica no lo tiene nadie-
-Muy graciosa
-Lo sé mi amor
-¿Qué harás hoy?
-No sé, estoy tirada en la cama con el pijama puesto aún.
-Bueno, pues prepárate porque hoy estoy solo en casa, así
que pasaremos el día juntos. En cuanto me vista voy a por ti.
-Harry, solo son las once y diez
-Mejor, así estamos más rato los dos. Así que no pierdas
tiempo y vístete
-Bueno bueno, ya voy. Hasta ahora
-Adiós cariño.
Vuelvo a poner el teléfono en su sitio, contento, si, porque
pasaré el día junto a mi princesa. Los dos solos, con el frío del invierno, la
lluvia cayendo fuera, arropados con una escasa manta, disfrutando de una peli
con palomitas, y quizás revolviéndonos entre las sábanas. Si, lo que se dice un
día perfecto. Me levanto con ánimo para prepararme lo antes posible.
-Eh, Styles, quieto ahí –Liam me empuja para que me siente,
lo hace él también- ¿Qué es eso de que estarás solo?
-Escuchar las conversaciones está muy feo
-No estamos hablando de eso ahora… ¿Desde cuando Zayn y yo
no estamos en casa?
-Desde ahora, os vais a ir los dos, con vuestras novias, o
con quien demonios queráis y me vais a dejar la casa para mi solito porque sois
los mejores amigos que tengo en el mundo –Le doy un beso en la mejilla y me
levanto de nuevo-
-¿Pero tú has visto el frío que hace fuera? ¡Está lloviendo
idiota!
-Por eso he dicho que con vuestras novias, así os dais un
poquito de calor –Le guiño un ojo y se ríe-
-Eres un pervertido Styles. Voy a llamar a Zayn
-¡ASÍ ME GUSTA BRO!
*Una hora más tarde*
Llego a su casa, llamo al timbre y espero impaciente. De
repente la puerta se abre
-Oh, hola Harry. Pasa querido.
-Hola Morgan. ¿Cómo está?
-De maravilla cielo, ahora mismo baja mi hija, ya sabes como
somos las mujeres, siempre nos hacemos esperar. Pero pasa, pasa, siéntate.
-Gracias –Sonrío dulcemente, esta mujer es demasiado tierna-
-¿Quieres tomar algo?
-No no, he desayunado hace un rato, así que no.
-Como quieras, si necesitas algo, estaré en la cocina. Tú
como si estuvieras en tu casa
-Claro, lo haré. Gracias
-De nada –Acaricia mi pelo y, con una sonrisa, da media
vuelta y se va. Yo me siento en el sofá, esperando impacientemente a que la
chica más preciosa de este mundo comience a bajar por las escaleras. Pero no es
ella la que precisamente viene. Mierda-
-¡Hombre! ¡El idiota!
-Para ya Alex
-Bueno bueno, tranquilo, que vengo en son de paz
-Si, ya se ve –Digo con gran ironía-
-¿Sabes? Ayer me quedé con ganas de decirte un par de cosas
-Pues quédate con ellas otra vez, porque no quiero
escucharlas –Se sienta-
-Mira, quiero dejarte algo claro
-¿Por qué no me dejas en paz, tío?
-Te he dicho que quiero decirte algo, y si te gusta como si
no, pienso hacerlo. ¿Entendiste?
-Si –Digo para que se calle, no hay ser más pesado en la
tierra, estoy seguro-
-¿Sabes? Resulta que tu novia y yo vivimos en la misma casa,
oh, y dormimos en el mismo cuarto, un dato muy interesante… Tu novia es muy atractiva,
¿lo notas no? Pues igual que te das cuenta tú, nos damos cuenta todos. No
quiero a Brittany, quizás para un polvo si, pero no para una relación. Oh, ¿y
sabes qué? Yo siempre consigo lo que quiero –Ese maldito imbécil empieza a
hartarme, parece ser que quiere llevar la otra ceja a juego- ¿Qué quiero
decirte con esto? Que algún día, esa chica que está ahí arriba, va a serte
infiel, si, conmigo, al fin y al cabo soy irresistible. Ella al menos lo piensa…
-Eres un asqueroso, un completo imbécil
-Si, pero me tiraré a tu novia
-¿Qué coño haces Alex? –Mel llega justo a tiempo, empiezo a
relajarme- Eres un maldito baboso, solo buscas problemas y peleas. Mira, deja
de malmeter entre ellos dos. Son una pareja, están tan enamorados el uno del
otro, así que tú eres invisible para Brittany, acéptalo ya, sé que es duro que
ninguna tía te quiera, pero cuanto antes asumas la realidad, mejor. Así que
venga, deja de echarte faroles y vete un poquito a la mierda. –El chico se pone
rojo debido a la rabia, pero, cuando va a contestar, Mel sigue hablando- Por
cierto, Harry, mi prima dice que subas. Está en su cuarto, dice que necesita
probar tus labios. Pero eh, acaba de salir de la ducha, ten cuidado no vayas a
empaparte –Mel dos, Alex cero-
-Ahora mismo subo, gracias por avisarme guapa –Sonrío y miro
a Alex con cara de asco y de victoria, a continuación, subo las escaleras todo
lo deprisa posible-
martes, 9 de octubre de 2012
viernes, 5 de octubre de 2012
Antes de nada, quería deciros que si podéis, que me dejéis los comentarios en el blog en vez de en Twitter, me es más cómodo. Pero solo si sois capaces, sino nada. Ahora os dejo el capítulo, espero que os guste.
CAPITULO 44
[Narra Brittany]
-¿QUÉ DEMONIOS HACÉIS? ¿SOIS UNOS CRÍOS INMADUROS AHORA O
QUÉ? ¿NO OS DA VERGÜENZA? –En lo que Lou termina de gritar, nosotras bajamos
los últimos peldaños. Miro a Harry con su labio chorreando sangre. Ahora a
Alex, chorreando sangre también, pero en él es la ceja-
-¿Se puede saber qué ha pasado aquí?
-Tu novio, que es imbécil –Dice Alex mientras le mira con
odio. Estoy segura de que si Lou no le estuviese sujetando buscaría más pelea-
-Tú cállate
-Cariño, es que él…
-Tú también, sois unos inmaduros. Mel, explícame, por favor
-Al llegar, Harry empezó a picar sobre que tú solo eras de
él, que nunca serías de Alex, entonces este contestó con un: ‘’no estés tan
seguro, si hubieses llegado segundos después ahora mismo me estaría tirando a
Brittany’’ Y bueno, ahí empezaron a pegarse descontroladamente
-No me lo puedo creer. Alex, tú y yo solo somos
hermanastros, ¿de verdad quieres algo conmigo?
-No, para nada, solo que me pareces atractiva, como para no
fijarme en ti –Harry se acerca a él preparado para propinarle otro puñetazo, me
precipito y le agarro-
-¡Basta ya! –Doy un sonoro grito. Noto el enfado de Louis,
mira a Nerea, sé que no es esto lo que le gustaría estar haciendo con ella
precisamente-
-Nerea, yo, lo siento –Agacha la cabeza-
-No te preocupes Louis, creo que lo mejor es que me vaya,
mañana te llamo, lo prometo
-¿No te enfadas?
-Para nada –Saca una de sus dulces sonrisas y alivia la
tensión-
-Te acompaño a la puerta –Todos miramos la escena, él abre
la puerta como un caballero y ella, antes de girarse, le da un corto pero
intenso beso en los labios. Inesperado, de esos que más te estremecen-
-Hasta mañana
-Bu…Buenas noches –Ella se va sonriente, y Lou, bueno,
cierra la puerta con una cara de empanado que jamás había visto. Aunque la
felicidad se le esfuma nada más girarse hacia nosotros- ¡Vosotros! Sentaos en
el sofá –Obedecemos al momento- Me habéis quedado en evidencia, estropeado mi
cita
-Lo siento muchísimo Louis, ya sabes que te considero un
gran amigo, no lo digo solo porque seas mi cuñado, sino porque lo veo así y
jamás te hubiese hecho esto, pero es que me provoca de tal manera que yo no
puedo controlar…
-¡Basta de explicaciones, basta de excusas! –Me levanto con
lágrimas en los ojos, no puedo seguir escuchando una palabra más. La ceja de
Alex sangra menos, el labio de Harry está algo hinchado, pero nada fuera de lo
normal- ¿Es así cómo queréis hacerme sentir? ¿Es este el daño que queréis
hacerme? Tanto uno como otro tenéis culpa
-Brit yo…
-Cállate Harry. Estoy hablando. Necesito pensar sobre todo
esto, vuestro comportamiento es completamente inadecuado e inmaduro. Dios, sois
unos críos. Pensé que contigo no tendría ningún problema Harry, ¿no te
demuestro cada día lo mucho que te quiero? ¿No te demuestro lo suficiente que
eres el único del que estoy perdidamente enamorada? Y tú, Alex, ¿no decías que
cambiarías? No sé como pude creerte, sigues siendo el mismo creído y egoísta de
siempre. No sé donde dormirás hoy, pero desde luego, en mi cuarto no te quiero.
Y tú, Harry, es mejor que te vayas
-Brittany, por favor, yo…
-¡QUE TE LARGUES HE DICHO! –Las lágrimas comienzan a caer,
las de Harry asoman, se levanta y se va. Me pongo a subir las escaleras lo más
rápido posible-
[Narra Louis]
-Voy a subir a calmar a Brittany, que menuda noche le espera
por vuestras tonterías –Termino de asesinar a Alex con la mirada y subo
corriendo al cuarto de mi pequeña, como suponía, está tumbada en la cama, con
la cara en la almohada, empapada en lágrimas- Cariño… -Se levanta corriendo y
se lanza a mis brazos, aparto levemente sus pies del suelo- Tranquila,
tranquila –Me siento en la cama, ella lo hace a mi lado apoyando su cabeza en
mi hombro-
-¿Y ahora qué se supone que debo hacer?
-Nada, ellos son los que tienen que preocuparse de lo
ocurrido, no tú
-Pero no puedo evitarlo –Mira al suelo, dejando caer
lágrimas, se me parte el corazón al verla así- Lou… -Levanta la cabeza y me
mira, con sus ojos completamente brillantes- ¿Puedo dormir esta noche contigo?
-Claro pequeña, siempre que quieras. –Nos fundimos en un
fuerte abrazo cuando el sonido de un móvil interrumpe-
[Narra Harry]
Segundo toque, tercero, vamos Brit, cógelo, voy a quedarme
sin uñas. Cuarto, quinto. Sin respuesta, han colgado. Vuelvo a intentarlo,
primer toque, segundo, no me ignores, por fav…
-Hazme el favor de dejar de llamar, no quiero hablar contigo
ahora
-¡Brittany! ¡No cuelgues, espera, escúchame!
-Estoy muy cabreada, déjame
-Dame unos minutos, por favor –Segundos de silencio-
-Dos, dos minutos tienes.
-Ha sido una tontería, no te enfades por ello
-Oh si, ver al chico al que amo y a un casi miembro de mi
familia haciéndose sangrar entre ellos es una tontería, nada sin importancia –Puedo
notar su ironía perfectamente, es algo que se le da genial-
-Pero estamos bien
-¿Bien? Eso díselo a tu labio y a su ceja. 1 minuto.
-Brit, por favor
-Tic, tac, tic, tac
-Vamos a olvidar esto, el pensar que ese tío intenta algo
contigo me saca de mis casillas, no sabes lo mucho que te amo, no quiero
perderte
-Es cuestión de que te fíes de mi, no de él
-Y lo hago
-Si, ya lo veo yo…
-Perdóname, soy un celoso de mierda
-Estoy de acuerdo contigo
-No podré dormir tranquilo
-Oh, genial entonces, así tendrás remordimientos de
conciencia al menos.
-Brittany, para ya
-¿Perdona? ¿Parar yo? Encima… Si no la hubieses liado no
estaría así
-No he sido el único participante
-Me da igual. No me eches culpas de algo que no tengo –Puedo
notar sus lágrimas-
-Lo siento, todo lo ocurrido. ¿Podrás perdonarme?
[Narra Alex]
No debería haber hecho nada de esto, quería cambiar, joder,
yo quería. ¿Qué me está pasando? Doy dos toques a mi cuarto, puedo escucharla,
su voz es muy dulce, todo hay que admitirlo. Paso sin permiso
-Brittany, necesito hablar contigo un momento
-Espera Harry, es Alex –Se aparta el teléfono y me mira
seriamente- ¿No ves que estoy hablando?
-Es urgente
-Puede esperar
-Brittany por favor
-Lárgate
-¿Sigues muy enfadada? –Me siento a su lado, ella aparta un
poco más el móvil-
-Más bien decepcionada
-¿Por qué no nos perdonas? -¿Nos? ¿Qué hago pluralizando? Su
novio que se saque sus propias castañas del fuego, debo pensar más antes de
hablar. Su mirada está clavada en mi ceja-
-¿Estás arrepentido de verdad?
[Narra Brittany]
-Si, mucho –No sé si creer sus palabras, pero estoy cansada
de todo esto-
-Esta bien, pero como vuelva a suceder juro que…
-Gracias, gracias, gracias –Sonríe y me da un sonoro beso en
la mejilla, luego se va-
-¿Harry? ¿Sigues ahí?
-Pues si
-¿Ocurre algo?
-Si, has dejado de hablar conmigo para hacerlo con él
-No te quejes, no tienes derecho
-Si que tengo joder
-Harry, basta ya, se acabó. Os he perdonado, pero más os
vale que no se vuelva a repetir
-Gracias cariño. Te quiero, recuérdalo siempre.
-Buenas noches bobo, te quiero.
Y justo después de pulsar la tecla roja, me dirijo al cuarto
de mi hermano, para sentirme protegida, sentirme especial. Necesito estar entre
sus brazos, entre los brazos del mejor hermano del mundo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)