viernes, 15 de febrero de 2013


CAPÍTULO 52

*Cinco menos cuarto de la tarde*

[Narra Brittany]

Habernos quedado dormidos abrazados fue la mejor sensación del mundo. Ahora termino de secarme el pelo mientras Harry se ducha. Suena el timbre, me pongo la camiseta todo lo rápido posible y bajo alborotando mi pelo con una toalla, para que no se quede todo abultado. Abro la puerta.

-Hola prim… UUUUUUH –Grita al verme mojada sin acabar la frase aún- Lo habéis pasado bien, ¿eh? –Yo solo puedo reír-

-Si, muy bien

-¡Mira! He traído unos dulces por si os apetecía –Se acerca a la cocina para meterlos en el frigorífico- Pero si tenéis aquí la comida, ni la habéis probado. Madre mía que dos, ha sido llegar y darle al tema, ¿eh?

-Ay Mel para –Comienza a ruborizarme y ella ríe-

-Vale vale… Voy a darme una ducha que tengo que prepararme

-¡No! Es que… Está Harry duchándose –Ríe más fuerte aún-

[Narra Alex]

Termino de comerle la boca a Bianca y me la llevo a una de las habitaciones para rematar la faena, nunca me había fijado en ella, de hecho, Brittany me advirtió de que no era una buena persona especialmente, pero es que… ¡Dios, cómo me pone! Sigo besándola con muchísimo deseo y la tiro a la cama salvajemente. Se quita la camiseta y yo la miro perplejo, no tardo dos segundos en subirme encima, ella se quita los pantalones, y me los quita a mi también, con una pícara mirada. Luego muerde mis labios, haciendo que enloquezca

-Vamos Alex, ¿a qué esperas?  

-A nada Mel, prepárate

-¿Mel? –Se echa hacia atrás y me quita de encima, vistiéndose-

-No no, perdona, no quería decir eso

-Pero lo has dicho. ¿Se puede saber quien es esa guarra?

-Habló de guarras la más indicada… –Digo en un susurro-

-¿Qué?

-¡QUÉ NO INSULTES! –Salgo dando un portazo, con la intención de irme a casa, sin entender lo ocurrido ahí dentro-

[Narra Brittany]

-Entonces, ¿ya tienes pensado la ropa que vas a llevar?

-Más o menos… Debo ir elegante, llamé a Liam para preguntar…

-¿Que hiciste qué?

-Llamar a Liam, ¿hice mal? –Suelto alguna que otra risa-

-No, seguro que le pareciste súper mona –Enrojece. En ese momento entra Harry- ¡Vamos! Ve a ducharte, que tienes que estar preparada para las ocho –Sale corriendo con la toalla en la mano, y una sonrisa en la cara-

-Que prisas… Si hasta las ocho…

-Cariño, te digo yo que al final, anda con prisas

-Como sois las mujeres…

-Anda que los hombres… -Digo con demasiada seriedad, de la cual él se ríe, aunque yo sigo sin verle la gracia. Se acerca y me agarra de la cintura, intento aparentar indiferencia, pero su pelo mojado, al igual que su cuerpo, y esa toalla tan corta que lleva, no ayuda nada en absoluto-

-Me encanta que te piques tan rápidamente, pones una carita demasiado tierna, me vuelves loco, ¿sabes? –Y claro, ¿quién puede resistirse a esto?-

-Eres idiota –Sonrío y busca mis labios, encontrándolos y saboreándolos acto seguido, durante unos segundos- Va, vístete o cogerás frío

-Teniéndote a mi lado, es imposible pasar frío

-Que tonto estás, vístete

-¡En realidad quieres que me vista para que te baje el calentón! –Dice mientras termina de ponerse su camiseta, yo simplemente no contesto, porque tiene razón-

[Narra Mel]

Salgo de la ducha y después de ponerme la ropa interior, me desenredo el pelo, luego comienzo a secarlo con el secador. ¿Lo dejo rizado o me lo plancho? Observo mi reflejo en el espejo durante largos segundos. Si, me lo plancho. Siete minutos más tarde tengo el pelo seco, dejo la plancha puesta para que vaya calentándose y me pongo un calentito albornoz, voy a la habitación para coger las pinturas y al abrir la puerta veo como Harry y Brittany están besándose. Son tan monos… Y yo tan inoportuna.

-Perdón, lo siento, solo venía a por mis pinturas –Entro con la mirada hacia el suelo y busco mi neceser. Brittany me lo acerca, pero no me lo da-

-Vamos, yo te pinto

-No pasa nada, tú sigue a… Lo tuyo –Harry se ríe ya que sabe que estoy pasando demasiada vergüenza, con lo que me pongo roja-

-Anda mira, ya no hace falta que uses colorete

-¡Harry! Déjala –Noto como mis mejillas se encienden un poco más y luego me río. Vale, es que ha tenido su gracia. Vamos al baño y empieza con una capa de maquillaje. En un abrir y cerrar de ojos, me tiene lista- ¿Te gusta? –Me acerco más al espejo-

-Dios, me encanta, deberías dedicarte a esto

-Si, es algo que me gustarí…

-Hala mira mis ojos –Digo interrumpiendo, pero es que es verdaderamente increíble-

-Esto ya estará caliente, ¿no?

-Si, mira, la lucecita está encendida

-Vale pues pásame el cepillo

-¿También vas a peinarme?

-Si, yo tardo menos –Y está en lo cierto, veinte minutos después estoy peinada, yo habría tardado bastante más-

-Jo gracias prima, me has dejado deslumbrante

-Es que la que es guapa, es guapa

-Si es que tengo mucha suerte de tenerte como prima

-Que tonta… Bueno, espero que ya hayas pensado en la ropa

-Si, verás… ¿Podrías dejarme el vestido que te pusiste para la comunión del primo Álvaro?

-¡Por supuesto! Ven conmigo, está en el cuarto –Rebusca un poco en el fondo del armario y lo saca- Mira, aquí lo tienes, en perfecto estado. Vas a quedar guapísima. Ahora mismo te traigo los tacones y la chaqueta, que sino pasarás frío

-Muchísimas gracias, sin ti hubiese estado perdida

-¡Venga, date prisa! Solo tienes media hora –Cierro la puerta y me pongo el vestido en poco tiempo, que es tal que así http://cache.theoutnet.com/images/products/352506/352506_in_xl.jpg  -¡HALA!

-Ay, me has asustado, no te oí entrar, pensé que tardarías más –Ríe-

-Estás preciosa, toma, ahora ponte esto –Con mucha delicadeza me pongo la chaqueta, de color rojo, al igual que los tacones- Y este bolso negro –Antes de colgarlo sobre mi hombro, introduzco en él algunas cosas que creo necesarias. Una vez hecho, salgo al pasillo, a verme en el espejo enterizo. Brittany viene detrás, y se ríe al ver mi cara de asombro-

-Dios mío, ¿esta soy yo? No pensé que fuese a quedar tan bien

-Ya te lo dije, estás perfecta

-Gracias por tu ayuda, de verdad

-No las des, ven aquí anda –Nos abrazamos durante algunos segundos y el timbre interrumpe. Miro el reloj. ¿Ya? Solo son menos cuarto. Mi prima abre mientras yo bajo con cuidado, y ahí aparece Liam. Tan solo me quedan dos escalones por bajar, pero me quedo paralizada. ¿Cómo olvidarme de alguien tan perfecto como él?-

-Guau… Estás… Estás deslumbrante

-Gracias, tú también –Muestro una dulce sonrisa y termino de bajar. Él besa mis mejillas y yo aspiro su colonia, cerrando los ojos, huele verdaderamente bien-

-Siento haberme adelantado, es que estaba preparado y me apetecía verte ya

-No te preocupes, tienes suerte de que ya estuviese preparada –Tanto Harry como Brittany miran la escena perplejos- Bueno, nosotros nos vamos chicos

-¡Pasadlo bien! –Nos dicen ambos a la vez. Yo solo puedo sonreír. Salimos de casa y montamos en el coche. Estoy más nerviosa de lo que debería, pero esos nervios no me molestan, porque es él quien los provoca-

*Horas después*

[Narra Brittany]

-Qué aburrimiento, ¿hacemos algo? –Harry mira con cara de pervertido- Algo que no tenga que ver con una cama

-El sofá también es cómodo

-No tienes remedio…

-Ven tonta –Me acerca a él mientras me agarra de la cintura y me besa intensamente, pero el sonido de la puerta nos interrumpe, me separo rápidamente-

-¿Hay alguien?

-Si mamá, aquí, en el salón

-Oh, hola chicos, ¿estáis solos?

-Si –Besa mi frente y saluda a Harry- Pues, ¿dónde están los demás?

-Gemma y Louis salieron, Mel fue a dar una vuelta con Liam y Alex… Alex no sé donde está

-Yo si –Aparece mi padrastro inesperadamente- Acaba de llamarme, está de camino

-Ah genial, pues le esperamos para cenar, hemos traído varias pizzas. Harry, tú te quedas, ¿verdad cielo?

-Si claro, si no es molestia

-Anda, que va a ser molestia, tienes unas cosas… -Tanto él como yo comenzamos a reír, mi madre es un puntazo en ocasiones. Alex llega en nada y yo voy a recibirle, apartándole un poco de toda la gente, Harry mira de reojo, odio su desconfianza-

-Alex, ¿piensas hacer las fotos?

-Que si, espera subo a por la cámara

-No hace falta, está aquí la mía, la puse a cargar ya que tú ni te diste cuenta de ese detalle –Voy al comedor y él me sigue-

-Hola Harry –Le saluda con cierto retintín. Este no contesta, hasta que yo le lanzo una de mis típicas miradas y suelta un desganado ‘’Hey’’-

-Aquí tienes la cámara –Agarra mi mano mientras la observa, intentando dar celos a Harry, supongo. Yo hago intención de soltarme, pero vuelve a agarrarla con la excusa de que no sabe encenderla-

-¡A cenaaaaaaaaaaaar! –Grita mi madre. Me siento como en clase, cuando tenía que corregir algún ejercicio y tocaba el timbre. Aliviada, salvada-

-Ya vamos –Contesto y salgo pitando de allí mientras ellos terminan de retarse con las miradas. Por favor, que la noche transcurra con tranquilidad-

[Narra Mel]

-¿Qué quieres de postre? –Pregunta él mientras mira embobado la carta-

-Mmm… No sé, algo con chocolate

-Veo que sigues viciada al chocolate –Me sorprendo al ver que recuerda cada detalle de mi-

-Y seguiré –Risas por parte de ambos. Le quito la carta debido a la idea que se me acaba de ocurrir- Hagamos una cosa

-Dispara

-Tú eliges mi postre, y yo el tuyo

-Tentador…

-¿Qué? ¿Te atreves?

-Claro que si, ya verás como te encanta –Llama al camarero y le explica nuestra idea, cada uno coge una servilleta y apunta en ella el postre para su acompañante, el camarero, que mira divertido, se las lleva al acabar. Ambos nos miramos en silencio, intentando adivinar lo que escogió el uno y el otro, la espera se hace eterna, pero por fin vienen los platos. Tapados, eso sí-

-Aquí tenéis, espero que disfruten

-Gracias –Decimos a la vez. Yo me dispongo a levantar la tapa que cubre el plato, pero él me detiene poniendo su mano sobre la mía-

-A la de tres, ¿si? –Asiento con la cabeza- Una… Dos… Dos y media…

-¡Liam!

-¡Tres! –Comienzo a sonreír al ver mi postre asignado, y por lo que veo, también acerté con el suyo- Las fresas con chocolate siguen siendo tu postre preferido, ¿no? Dime que no la he liado –Pone cara de desesperación y yo río un poco más-

-Tranquilo, tranquilo. Las sigo devorando como antes. ¿Y yo? ¿Acerté?

-Me parece increíble que aún recuerdes que los budín de fruta es lo que mejor me sienta –Me ruborizo. ¿Cómo no recordarlo? Decido no responder y cojo la primera fresa, doy un pequeño muerdo y relamo algo de chocolate que queda en mis labios. Liam me mira perplejo- Me encanta tu manera de comer, eres demasiado tierna –Dejo de masticar para mirar sus brillantes ojos y correspondo con una tímida sonrisa-

-¿Está rico?

-Mucho, ¿quieres probar?

-Oh, por favor –Sujeta un trozo con su mano y lo acerca a mi boca- ¿Muerdo? ¿No te da asco?

-Mel, ¿de verdad me preguntas eso a estas alturas? –Me dispongo a contestar cuando mete de golpe un trozo enorme de pastel en mi boca, de una manera demasiado bruta, entre la risa y el bocado que me ha hecho dar casi me ahogo, él no para de reír y a mi me cuesta mucho tragar-

-Idiota, quieres matarme

-Idiota tú, por decir eso. Ahora quiero probar esas fresas –Hace intención de coger una, pero yo soy más rápida y se la quito-

-Yo te la doy –Guiño el ojo vengativa. Llevo la fresa a su boca, mis dedos están a centímetros de sus suaves labios, y justo cuando va a dar el muerdo, llevo la fresa a su nariz, manchándola de chocolate-

-¡No es justo!

-Si, si que lo es. Estás muy gracioso

-¿Ah, si? –Me quita la fresa y me mancha una de las mejillas- Ya estamos ambos muy graciosos.

-Esto no quedará así…

-¡Deja de picarte, anda!

-¡Deja tú de picarme!

-No

-¿Y eso por qué?

-Porque me recuerda a nuestros momentos en el instituto, y revivir eso, es algo más que maravilloso, inexplicable. 

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