viernes, 6 de diciembre de 2013

  CAPITULO 3


Alex lleva todo el día mirando su viejo reloj de pulsera, y cuanto más lo mira, más se agobia. Parece que el tiempo se ha parado y que no avanza, como si quisieran torturarla un poco más. Al fin, un rato después, toca el timbre indicando que ya pueden irse a sus casas. Alex guarda sus cosas y sale todo lo rápido posible, pero de repente se ve tropezándose con Dios sabe qué.

-Apártate chica, estás en el medio 

Le dice de mala manera uno de sus malhumorados compañeros de su clase después de propinarle un empujón, y, tras eso, uno de los chicos que iba con él se para a su lado

-¿Estás bien?

-Si, dentro de lo que cabe… -Contesta ella sin mirarle a la cara apenas-

-Me llamo Josh

-Yo soy Alex –Y, por un momento, comparte sonrisa con alguien-

-Voy en el mismo autobús que tú, podríamos ir juntos si quieres –Alex se lo piensa durante unos segundos, pero las palabras del chico le han parecido confortables y por un momento ya no se siente tan rara-

-Claro, por qué no

Ya no queda nadie en clase, ambos se sonríen y salen juntos de esta, donde se encuentran con un grupo de alumnos.

-¿Josh? ¿Qué haces con esa pringada? –Pregunta el del empujón, del que no sabe su nombre pero tampoco le interesa-

-¿Esta? –Señala a Alex- Yo qué sé, creo que se piensa que puede acoplarse al primero que ve –Todos se ríen y ella solo piensa en que le trague la tierra-

-Pero… ¡Josh! –Grita ella confusa, perdida, sin saber si las palabras anteriores que habían compartido eran sinceras-

-Cierra la boca niña, que se te cae la baba –Balbucea un muchacho que hasta ahora, no le había visto. Josh solo la mira con pena y arrepentimiento. Alex se pone en marcha al autobús, intentando aparentar que nada de eso le afecta, pero no se pueden hacer milagros-


Llega a casa y ve el coche de su padre aparcado en la entrada. Normalmente la gente que lo pasa mal en el colegio o instituto se alivia al llegar a casa encontrándose en su entorno, pero no era el caso de Alex, ella estaba mal en casa y fuera de ella, cuánto sufrimiento se podía ver en su rostro... Se queda un rato mirando la puerta, debería dar media vuelta e irse al fin del mundo, buscarse un lugar para ella y vivir de un modo medianamente normal. Qué locura, piensa, e introduce las llaves en la cerradura haciéndolas girar. Entra pero no dice nada, solo sube a su cuarto, que no está solo, a dejar su mochila.

-Oh, hola Señor Moore, no sabía que estaba aquí

-Hola Alex, solo quitaba un poco el polvo de la mesilla, pero ya me voy no se preocupe

-No por favor, quédese, me vendrá bien algo de compañía –Y es que Alex, no sabe cómo, pero se siente bien al lado de ese señor,  lo que no sabe, es lo que él aportará en su vida- ¿Sabe esos días en los que sientes que todo va mal y que nunca verás la luz? Es como, como si olvidase qué es la felicidad. Uno no puede ser feliz sin amor, y si yo no tengo madre, ni amigas, ni familiares, ¿cómo se supone que voy a ser feliz?

-Venga conmigo, le prepararé algo que hará que sus preocupaciones y su malestar se esfume aunque sea por segundos.

Ambos bajan, él se dirige a la cocina mientras ella persigue sus pasos. Es un hombre muy misterioso pero le transmite confianza y tranquilidad, aunque aún se traten de usted.

-¿Quiere ayudarme señorita?

-Por supuesto, dígame qué hacer

-Sáqueme una taza de ese mueble, la que más le guste

Se dirige al pequeño armario, que está algo apartado de donde suelen estar los muebles habituales en la cocina y lo abre con cuidado ya que parece viejo y da la sensación de que en cualquier momento sus puertas caerán. Ve infinidades de tazas de mil maneras y colores, fascinada, observa detenidamente y se decanta por una de estampados rojos de corazones. Le recuerda a una solapa de sus muchos libros favoritos.

-¿Esta está bien?

-Fabulosa. Echaré leche hasta la mitad de la taza, observe, así. Ahora algunas cucharadas de cacao completamente original y lo calentaré medio minuto, mientras espero, sacaré otros ingredientes completamente secretos, así que ahora debo continuar solo, ¿puede salir de la cocina por favor?

-Oh, em… Claro, por supuesto, avíseme cuando deba entrar

A Alex todo esto le parece extraño, pero sale de la cocina confiando plenamente en los actos del Señor Moore. Decide esperarle en el jardín pero al salir, se encuentra a su padre hablando con una mujerzuela riendo como una rata. Es rubia teñida, se le notan mucho las raíces, lleva un abrigo de piel y uno tacones elegantes. Intenta parecer refinada pero a Alex le parece una completa maruja. Les observa ocultándose un poco, ella agarra el brazo de él y siguen una especie de tonteo raro. Ella se da cuenta de que la adolescente está siendo testigo de todo, y entonces mira hacia otro lado, disimulando, su padre se gira y la ve, ¿es hora de ir rezando?

-Alex, hija, acércate quiero presentarte a alguien

-No gracias aquí estoy bien –Grita un poco para ser escuchada con claridad-

-Vamos, no seas tímida, ven aquí

-A veces dudo que seas mi padre porque no me conoces en absoluto, no soy tímida, lo que no quiero es acercarme a gente que no me interesa en absoluto –La señora rubia de bote se queda un poco pasmada, pero, ¿y qué?-

-Que vengas he dicho  -La expresión de la cara de su padre no le gusta nada y se acerca desganada- Mira, ella es Mila, Mila esta es mi hija, Alex-

-Encantada Alex, qué guapa eres –Pronuncia ella con una sonrisa que deja mostrar sus dientes algo manchados del carmín de sus labios-

-Hola –Contesta Alex mirando hacia otro lado- ¿Quién es papá, otra de tus víctimas? –Ahora si, Alex sonríe y Mila le mira extrañada-

-Adolescentes, a veces no se sabe que quieren decir, es una compañera del trabajo cariño –Y ríe hipócritamente para quitarle tensión y credibilidad al asunto, Alex calla lo que tenía pensado decir al oír que el Señor Moore dice su nombre-

-Tengo que irme, una pena eh… -Se despide con ironía y entra en la cocina-


-Tenga, le vendrá bien –Ella se sienta en la silla y observa el contenido de la taza, tiene buen aspecto, y mejor será cuando lo haya bebido-  

jueves, 21 de noviembre de 2013

   CAPÍTULO 2


*A la mañana siguiente*

Su despertador suena a las 7:20, tiempo justo para llegar a clases, había deseado con todas sus fuerzas que ese día no llegase, pero, por desgracia, no tiene superpoderes ni nada por el estilo. Se levanta de la cama desganada y tiritando de frío, se viste todo lo rápido posible para no helarse más, (si es posible), y baja a la cocina a tomar un ligero desayuno, donde se encuentra al señor Moore ya trajeado:


-Buenos días jovencita

-Buenos días, ¿cómo usted tan temprano por aquí?

-Comienzo el servicio a las 7 en punto de la mañana

-¿Y no se encuentra cansado?

-Para ello duermo pronto –Sonríe, Alex asiente y da por terminada la conversación. Acaba su desayuno y coge la mochila después de revisar que no le falta nada-

-Debo irme a clase Señor Moore, deséeme suerte, llegar será un milagro…

-¡Oh, espere! Le he hecho un plano indicando todo lo que debe seguir y hacer para no perderse ni de camino al instituto ni dentro de este –El anciano le guiña el ojo- Mucha suerte

-Gracias, gracias de verdad –Coge el papel doblado y aprieta sus manos arrugadas como señal de agradecimiento, justo después, corre hacia la parada del autobús para no perderlo-


*Una hora más tarde*

Alex se encuentra sentada en uno de los asientos de la cuarta fila, pegada a la pared, sola. Observa a sus compañeros uno a uno con disimulo, y como siempre, encuentra de todo. La chica que tiene sentada delante parece maja, justo lo contrario que la que está detrás, que parece que lo único que le importa es mascar chicle y que está en clase porque no le queda más remedio. Más adelante aún está ese tipo de chicos que no paran de coger apuntes, parece que le va la vida en ello, y en las mesas del centro, uno de esos que preferiría estar fumándose un cigarrillo antes que escuchar las palabras de la maestra de historia. Vuelve a lo suyo, o eso intenta, porque como es lógico, o al menos ella cree que lo es, no para de pensar en su madre.

Suena el timbre indicando que la primera hora ha llegado a su fin, y no sabe porque, pero lo estaba deseando. Ahora tiene que ir a francés, y si no hubiese sido por el papelito del Señor Moore no sabría a que clase dirigirse. Recoge sus libros y, conscientemente o sin querer, la chica de detrás hace caer su estuche, dejando salir todo lo que tenía dentro. Alex hace un gesto de fastidio y se agacha a recogerlo cuando escucha las risas de la masca-chicles y sus perritos falderos. Así se referirá a ella a partir de ahora, masca-chicles.

Llega al aula de francés y todos los sitios están cogidos, excepto uno, que está atrás del todo, apartado del mundo. Es una mesa individual, pero a Alex no le preocupa, al contrario, se siente más cómoda. Al empezar la clase, la profesora hace un par de preguntas sencillas que ella se ofrece a responder, dándose cuenta por la reacción de sus compañeros que no ha sido buena idea. Va a ser un curso duro…


*Once de la mañana, bendita hora de recreo*

Alex sale disparada al patio, abandona la clase de lengua a toda prisa, con los ojos de sus compañeros puestos en ella, cosa que ahora ignora ya que hay algo más importante que hacer. Cuando llega a un lugar donde no pueden verla, saca su móvil y teclea el número de teléfono de Cris, su mejor amiga:

-¿¡ALEX?! Llevo todo el santo día llamándote, ¿se puede saber dónde te metes? ¿Por qué no has venido a clase? Pero aún tengo una pregunta mejor… ¿A QUÉ VINO ESO DE LLAMAR A LA POLICIA? Oh Dios, ¿estás bien? –La amiga, lógicamente preocupada, acribilla a Alex a preguntas, que no tiene ni idea de cómo contestarlas-

-Cálmate, ¿mandaste a la policía a mi casa?

-Por supuesto, al principio pensé que era una broma pesada, pero como ni me cogías las llamadas ni me dabas señales de vida, me preocupé, y llamé. Me puse nerviosa pero aún así lo hice, como llamada anónima obviamente –Y es que una de las peculiaridades de su mejor amiga, es que no calla ni bajo el agua, aunque no es algo que le molesta- Ahora creo que merezco una explicación.

-Lo siento Cris, pero solo puedo decirte que he tenido que irme a vivir a otro sitio por motivos personales –Motivos personales que seguro que acaban saliendo en el periódico de su antigua ciudad, piensa Alex- Muchas gracias por haberme ayudado, de verdad, dudo que podamos volver a vernos pronto, te echaré muchísimo de menos –Contiene la respiración para reprimir las lágrimas-

-¿Qué? No puedes hacerme esto… ¿Qué es lo que ha pasado?

-No he tenido elección, ya hablaremos, ¿vale?

-No, espera Alex, espera


-Te quiero –Y cuelga sin pensarlo, tampoco quiere pensar que va a ser de ella sin su mejor amiga, aunque tampoco le da tiempo, suena el timbre, hora de volver a entrar en clase-  

viernes, 8 de noviembre de 2013

 CAPÍTULO 1

Ella, ocultada en el pasillo, escucha como su madre vuelve a quejarse y gritar de dolor, aún así, duda de quien sufre más, si ella, o su madre. Cada vez que su padre (si se le puede llamar así), entra en la habitación decidido y los puños cerrados en rabia, ella reza para que no pronuncie el nombre de su madre de esa forma peculiar, sin embargo, sus oraciones no sirven para nada. La puerta se cierra después de que la débil mujer entre atemorizada, y empiezan los golpes y quejas de dolor. Pero esta vez, oh, esta vez, es mil veces peor. Se pellizca para despertar de esa pesadilla, pero, por desgracia, no está dormida, la sangre que se escapa bajo la puerta, es tan real como la vida misma.


Ella, una adolescente de 16 años, se llama Alejandra, odia su nombre, dice que parece de gente adinerada y pija, por eso, siempre se presenta como Alex, añadiendo que es más desenfadado y va con acorde a su personalidad. Digamos que desde pequeña ha ido un poco por libre, no quiere que por confiar, o querer a alguien demasiado rápido, rompan su corazón, ya que ha oído que es desgarrador… Pero eso no quita que tenga sus buenas amistades, está muy unida a su mejor amiga, sin ella, muchas veces estaría perdida en este extraño y gran mundo. Aún así, prefiere guardarse los problemas para sí misma, ella es de mostrar una sonrisa en su dulce cara aunque no la sienta, odia las preguntas. Y al igual que tiene secretos, también será uno de ellos el fallecimiento, o más bien asesinato, de su madre.


-¿Qué haces ahí parada? ¿A caso no te han dicho que espiar detrás de las puertas está mal?

-¿Y a ti? ¿No te han dicho que matar  gente está peor todavía? –Impresionada por sus palabras, desearía no haberlas dicho, pero toda la rabia acumulada y la pena que lleva dentro, debía salir en algún momento, y no ha podido ser otro que este, y encima con él, que levanta la mano hacia ella. Esta agacha la cabeza, pero no recibe lo que esperaba-

-Nos vamos de aquí, sube al coche

-¿Y mamá? ¡No la puedes dejar ahí! ¡Es mi madre! ¡Eres un maldito insensible, te tengo asco, mucho asco!

-¡No me provoques más y sube al coche de una vez! –Grita él, perdiendo los papeles- Maldita cría

-No, no pienso irme de aquí, y menos contigo, dejando aquí a mamá. Esto es una injusticia… -Las lágrimas, que tanto había intentado contener, salen disparadas como balas, una detrás de otra-

-¿Quieres acabar como ella? ¡¿Eso quieres?! Pues vámonos si quieres continuar con vida

Alex se dirige a su cuarto y coge cosas necesarias: su teléfono móvil, el cargador, y un par de fotos que tenía de su madre. Sale de la habitación corriendo hacia el coche, pero antes, no puede evitar asomarse al cuarto donde se encuentra el cuerpo de la persona que más quiere y aprecia. Entra con rapidez y la ve tirada en el suelo, cubierta de sangre. Se lleva las manos a la boca y solloza todo lo que puede, hasta que se queda sin aire, luego, se arrodilla a su lado y ve las diferentes puñaladas profundas que tiene y nota un pequeño mareo, no puede creérselo, y sabiendo que no queda mucho tiempo para que su padre vuelva a llamarla, besa la frente de su madre, con mucho cariño, y pronuncia las palabras que cada noche una se decían a la otra: ‘’te quiero’’. Ahora  se dirige hacia el blanco coche que le espera arrancado en la puerta y se monta en los asientos traseros, cuanto más lejos esté de ese hombre, mejor.

-Debiste espabilar. ¡Qué torpe eres!

Alex prefiere no responder, deja caer sus lágrimas silenciosamente y con cuidado saca su móvil, busca el número de su amiga, Cris, y le manda un mensaje: ‘’Soy yo, Alex, necesito que me hagas un favor, sólo llama a la policía y mándales a mi casa, no me llames, no me preguntes nada, estoy bien, confía en mí. Te quiero.’’ Pulsa la tecla de enviar, y acto seguido, apaga el móvil. No quiere problemas.
                        
                                                     *Muchas horas después*

-Despierta cielo, hemos llegado –Alex abre los ojos, deseando que todo lo ocurrido haya sido una pesadilla, pero, por desgracia, despierta en el coche, con su padre ante sus ojos, y sus mejillas llenas de lágrimas-

-No me llames cielo, ahora ya no

-Hay que pasar desapercibidos, así que colabora un poco niña

-¿Dónde estamos?

-En Barcelona

-¡¿Barcelona?! ¿Qué demonios hacemos aquí?

-Huir, nueva vida

-Te odio

-No me importa en absoluto, entra en casa, ahí tendrás todo lo que necesites, y prepara las cosas para mañana, que tienes clase.

No dice nada, solo mete su móvil en el bolsillo, junto a las fotos, y entra en casa asombrada. ¿De dónde habrá sacado su padre tanto dinero para comprar una casa como esta? Mejor dicho, mansión. Bueno, tampoco quiere saberlo. Entra y explora un poco la casa, tienes un gran salón con chimenea, una amplia cocina, jacuzzi, un lujoso baño, y muchas habitaciones. Se decanta por la más aislada de toda la casa, y no precisamente la más grande, quiere sentirse a gusto y no notar que el cuarto le viene grande. Pone una de las fotos en la mesilla y la otra la pega por dentro de la puerta del armario, el cual, por cierto, está lleno de ropa. ¿Cuánto tiempo llevaba planeando el asesinato de su madre? Se le revuelve el estómago, menuda vida le espera. Necesita mojarse la cara, así que decide ir al baño, pero mientras baja las escaleras encuentra a un hombre de muchos años vividos, con una especie de uniforme, y con su pelo canoso bien peinado

-Perdone… ¿Quién es usted?

-Soy el señor  Moore –Cuenta el anciano con tranquilidad- tu padre me contrató hará una semana para que preparase toda la casa, y a partir de ahora, estaré para ayudarte en lo que necesites –Él sonríe, haciendo sentir cómoda a la adolescente por un momento, Alex, por fin aliviada, nota como la melancolía se apodera de ella, el señor Moore le recuerda a su abuelo. Cómo le gustaría poder verle, sentirse segura entre sus brazos, protegida…-

-De acuerdo, yo soy Alex, encantada –Intenta mostrarle una sonrisa, pero no puede ni fingirla, sin embargo, el brillo de sus ojos ayudan a parecer amable- ¿Puede decirme dónde está el baño? No lo recuerdo, esto es demasiado para mí, estoy algo confusa y perdida

-Por supuesto, sígueme jovencita –Ella le sigue, y esta vez se va fijando más en pequeños detalles de la casa, aunque no le importa en absoluto, Alex solo quiere tener 18 años y largarse del lado de su padre para siempre- Aquí es, ¿quiere que la espere?

-No, no se preocupe, y por favor, no me trate de usted


Él solo asiente y se va. Alex, suspira y moja su nuca con un poco de agua fría. Se mira en el espejo, tiene un aspecto horrible, nunca antes se había visto con tantas ojeras ni tan cansada. Está pálida, desvanecida, como si algo le faltase, y ella sabe qué es, o más bien, quien. Decide irse a la cama, ha visto una apetitosa cena sobre la mesa de la cocina, pero no tiene hambre, solo quiere dormir, olvidarse de todo por un momento. Cambia su ropa de calle por un cómodo pijama, se recoge el pelo en una coleta y se arropa. Una lágrima vuelve a caer sobre su mejilla, pero la limpia en seguida. ‘’Sé fuerte’’, se repite una y otra vez… Ya pocas lágrimas derrocha, se ha quedado profundamente dormida.
''Y luego se rió. La manera en que se reía al teléfono era pura poesía. Empezaba a reírse y ya no paraba, a veces tan ligero, a veces como una carcajada tan bella que no sé cómo describirla, sólo sé que yo me quedaba escuchándola''
''No te esfuerces, cuando la vida se empeña, todo está perdido''

sábado, 12 de octubre de 2013

Todo llega a su fin, espero que os haya gustado y bueno, agradeceros que me hayais dado la oportunidad. Voy a escribir otra, con personajes completamente desconocidos, una historia misteriosa y con una pizca de tragedia, aunque claro, todo acaba teniendo su brillo y momento de felicidad. Si estais interesados en leerla o algo por el estilo, avisadme por twitter por favor (@MariaPG_love1D). Espero que os guste el final de esta historia. Besos!


Mucho, mucho tiempo después, hacia unos 20 años más tarde…


-Papá –Susurra un jovencito de rubio y liso pelo, delgado, guapo y con su madurez formada-

-Dime cariño –Dice su rubio padre, incorporándose de la cama-

-No, no te levantes, solo era para decirte que hoy mamá tuvo que irse antes y no ha podido llevarme a 
clases, vendrá Zac a recogerme en la moto, tú descansa

-¿En moto? Pero hijo, ten cuidado, ponte casco y… -El niño comienza a reír- ¿Qué le hace tanta gracia al señorito Horan?

-El comportamiento del señor Niall Horan, ahora si me disculpa el protector, debo marcharme para recibir conocimientos beneficiarios –Y ambos ríen, porque si, porque dicen estupideces, porque a parte de padre e hijo, son amigos, son felices-

-Más te vale haberme dejado mantequilla

-Si papá, pues espero que te guste la mermelada, porque lo que es la mantequilla, poco vas a poder saborearla.

-Como me levante…

-Uy, que amenaza, si estás viejo ya

-¡Viejo! Corre si no quieres que te alcance

Pero antes de que pueda tocarle, el niño sale de casa corriendo, dejando dentro a su padre, orgulloso, y con una sonrisa de oreja a oreja

- - - - -- -- - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - --  - - - - --  - -- - -  - - - - - - - -


-Eres una dormilona, nos vamos a llegar al trabajo a tiempo

-Abrázame otro ratito más

-Ven aquí mimosita –Y la pareja se sumerge bajo las sábanas, con el tiempo pegado, al igual que sus cuerpos, pueden notar el uno la respiración del otro-

-Quedémonos así toda la vida

-Te lo prometo, pero ahora vamos, levanta, hay que ir al trabajo. Yo tengo que irme ya, pero te he dejado el desayuno, ¿vale?

-¿Te he dicho ya que te amo?

-Sí, cada vez que te hago el desayuno –Ríen a carcajadas y luego él le da un dulce y apasionado beso-

-Que tengas un buen día Liam

-Igualmente Mel, te quiero

  - - - - - - - - - - - - - - - - -  -- - - - --  - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - ---- - - - - -- - 

-Buenos días fea

-Lo serán para ti, que no trabajas

-Qué humos eh  -Y entonces ella ríe, es así, de loca, tan difícil de entender…- Recuerda que hoy comemos con mi hermana

-Cierto, menos mal que lo has recordado, voy a meter en el congelador la carne que había sacado para hacer hoy

-Cabecita loca…

-Sí, pero me quieres

-Más que eso

-Normal –Ambos ríen, son la pareja perfecta-

-Me esperaba un ‘’y yo a ti’’

-Yo es que no te quiero, ¡te amo!

-Esas cosas en ti, aún me suenan raro

-Pues vete acostumbrando querido Louis, que te quedan muchos años asombrándote con mis palabras

-Y a ti mucho que soportarme

-¡Qué tarde! Me voy

-¡Mi beso por favor!

-Eso no se pide por favor –Se acercan y juntan los labios del uno con los del otro, sintiéndose jóvenes de nuevo, queriéndose más que nunca-

-Te recojo a las dos y cuarto Nerea

-Lo estaré deseando

  - - - - --  - -- - -- - - -- -- - - -  -- - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - -


-Tranquila yo recojo el desayuno, tienes la sesión de fotos en diez minutos y no quiero que llegues tarde

-Eres un sol, de verdad, gracias

-¿Gracias? ¿A mi? Cada día estás más loca

-Y tú más feo

-Sabes que no

-¿Tan mal miento?

-Aja

-Pero que hay una cosa que haces muy bien

-¿Qué es? ¿Planchar la ropa?

-Esto –Entonces él agarra su cintura y le da los buenos días como merece, de nuevo, con un buen y largo beso-

-Ahora tienes carmín en tus labios, hasta eso te queda bien, te odio

-Me amas

-Como para no amarte Zayn –Coge su cámara de fotos y se dirige hacia la puerta- ¡Bye bye!

-Pasa un buen día Adela –Y le tira un beso, ella solo sonríe, porque no podría ser más feliz-
  
      - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -  


-Mamá, despierta, voy a llegar tarde al cole –Pronuncia una pequeña niña de rubios rizos, de unos 5 años, con las zapatillas rosas de pompón de estar por casa, en el lateral de la cama de sus padres

-¿Qué hora es?

-¡LAS OCHO! Creo…

-Chsss, vas a despertar a tu padre, anoche trabajó hasta tarde y está cansado, vamos fuera mejor

-¡Mamáaaaaaa, ayúdame a abrocharme las zapatillas! –Grita el pequeño, aunque no tan pequeño, desde otro cuarto-

-Niños, ¡silencio!

-¿Pero qué pasa aquí?

-Lo siento amor, no queríamos despertarte, ya sabes como son y…

-Ven aquí princesa –Y la niña, sonrojada, se va de la habitación de sus padres antes de que se produzca el beso que tanto asquea. Y se produce, él besa a su esposa como lo hacía años atrás, sigue tan sumamente enamorado de ella como la primera vez que la vio, incluso siguen pareciendo dos adolescentes. Sus miradas mantienen el brillo y la llama del amor- Buenos días, mi pequeña Brit


-Buenos días, mi dulce Harry. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Teniendo en cuenta que casi todo está contado, este capítulo es el penúltimo,  pero aquí no acaba todo. Ha sido mi primera ‘’novela’’, por así llamarlo, y la experiencia me ha encantado, he de añadir que han sido vuestros comentarios y vuestros ánimos los que me han ayudado a seguir, pero siendo directa, escribiré otra, que creo será mejor, ya que con esta no he acabado del todo satisfecha. De todos modos, hablaré un poco más de esto en el último capítulo, espero que os haya ido gustando.

 CAPÍTULO  62


[Narra Harry]

Aparcamos y llamamos al timbre, Brittany nerviosa, como siempre, a pesar de que sabe que mis padres la adoran. Le dedico una pacifica sonrisa y vemos como la puerta se abre, dejando asomar a una niña de una estatura pequeña. Viene corriendo hacia la verja y la abre manualmente.

-¡¡BIRTANY!! –Grita emocionada, saltando a sus brazos-

-Hola pequeña –Ella ríe- Mis padres debieron ponerme un nombre más sencillo –Ahora reímos todos, excepto ella, que parece no haberlo entendido-

-¡Oye! ¿Para mí no hay abrazo?  -Me quejo celoso-

-Para ti el más grande del mundo –Me sonrojo y acurruco a mi hermana en brazos, cuando aparece mi madre tan risueña como siempre-

-¿Cómo están mis dos grandullones?

-Bien mamá, nos va bien, ¿qué tal estáis vosotros?

-Mejor imposible –Le doy un fuerte abrazo y me aparto, dejando que salude Brit, y hago lo mismo con mi padre- Por favor, no os quedéis ahí, pasad

-No mamá, solo veníamos a saludar, hemos quedado en ir a ver a Niall, mi amigo, que ha tenido el niño

-¿Ya? Ay, qué alegría, dadle la enhorabuena de mi parte a ese buen muchacho

-Lo haremos, descuida, y eso, que se nos hace tarde, ya sabes cómo son los horarios de los bebés

-¿No tomáis ni un refresco ni nada?

-Os lo agradeceríamos encantados, pero tenemos prisa, así que mejor lo tomáis vosotros mañana en el piso, será agradable

-De acuerdo hijo, no insisto más, cuidaos y portaos bien, dad recuerdos de nuestra parte

-¡Espera Harry!

-Dime enana

-¿Es que no me quieres? –Me quedo pensativo y la cojo en brazos, preocupado-

-¿Por qué dices eso? Eres la mejor hermanita del mundo, jamás podría querer a alguien de mi sangre tanto como lo hago a ti

-Es que… Siempre estás con ella –Señala a Brittany avergonzada- Que a mi me cae bien eh, que yo quiero juntarme con ella pero es que vienes muy poquito y ahora prefieres ir a ver a un niño que no es nada tuyo que estar conmigo jugando, mira jugamos a lo que tú quieras, no hace falta que sea a las casitas

-Cielo, te prometo, que a partir de ahora, vendré a pasar todos los domingos con vosotros

-Pero… ¿Vas a querer más a ese niño que a mi?

-Nunca en la vida voy a querer a otro niño ni la mitad de lo que te quiero a ti –Veo como mi madre se emociona, y ella me abraza fuerte, todo lo que puede-

-¿Y cuándo tengas un hijo tampoco le querrás más que a mi? ¿Me seguirás haciendo caso?

-Por su puesto, os querré de maneras distintas, pero nunca a uno menos que al otro, además, será tu sobrino, ¿me querrás menos que a él?

-Nunca nunca nunca de los jamases

-Se dice jamás de los jamases

-Pues lo que he dicho


[Narra Brittany]

-Al fin llegáis parejita, tenía ganas de veros  -Saludamos a Carol, que es la que abre la puerta- Pasad, pasad, están todos aquí

-Te hemos traido un detallito para el crío, espero que te guste y que le sirva

-Muchas gracias, pero no hacía falta, de verdad, comed y bebed lo que queráis, estáis en vuestra casa

-Gracias –Le doy un amistoso abrazo, y Harry le ofrece una amplia sonrisa- Oh dios mío, que cosita tan pequeña

-¿Quieres cogerle?

-Sí, pero dame dos besos antes Niall, que no se quite esa bonita costumbre –Todos ríen, echo un vistazo a la sala, y mi prima Mel me guiña el ojo, haciéndome notar que tiene agarrada la mano de Liam.

-Ten, cógele anda, pero cuidado porque si no le agarras bien la cabeza se puede hacer da...

-Tranquilo, sé hacerlo –La aptitud de Niall nos causa gracia a todos, él simplemente se encoge de hombros y se lleva una patata frita a la boca. Harry se sienta a mi lado, mirándome- ¿Has visto?

-Si, es increíble

-Yo quiero que tengamos uno, es tan placentero sentir que has dado una vida, debe ser tan espeluznante tener que llevar adelante a un bebé que apenas mide más que tu brazo… Mira sus ojitos, su pequeña boca dibujando un intento de sonrisa, mira su manita, no es ni la mitad de la mitad de la mía –Un escalofrío recorre mi cuerpo- Debe ser la mejor sensación del mundo

-Y lo es –Contestan Carol y Niall a la vez- Pero mejor sería si esperaseis un poco más -Me río, no podría hacer algo así a esta edad, me queda mucho por vivir…-


[Narra Louis]

-No entiendo porqué la gente se va a restaurantes caros vestidos de etiqueta, cuando comprar algo en el burger y comerlo en casa haciendo bobadas con la persona que te importa es lo mejor del mundo –Cojo y le tiro una patata- ¡Oye! Encima de que me había quedado romántico y todo…

-Tonta, si sabes que llevas la razón, además, sea donde sea, mientras sea contigo, se está bien –Ahora es ella la que lanza la patata- ¡Deja de lanzarme cosas y bésame!

-¿Desde cuándo somos las chicas las que besamos?

-Desde siempre las princesas han besado a los sapos


-Ni soy princesa, ni eres sapo, así que hay que replantearse est-Hago que deje de hablar con un beso, un beso que sabe a kétchup y patatas fritas-

martes, 20 de agosto de 2013

CAPITULO 61

[Narra Liam]

¿Para qué esperar cuando todo ya está dicho? No quiero comprobar si eso de que el tren solo pasa una vez es cierto, con lo cual, le arrebato el megáfono a Harry, y robando un poco su idea, le suplico a Mel que se comprometa conmigo, que sea mi novia, mientras que ella camina con los ojos llorosos hacia donde yo estoy, sonriendo como nunca antes en la vida la había visto sonreír.


[Narra Mel]

Sin esperármelo, sin ni si quiera haber pensado que esto podía pasar entre nosotros, me dirijo hacia él con todas las ganas del mundo y le abrazo, es extraño, jamás pensé que una persona podría llorar y sonreír a la vez. Le beso, le doy ese beso que tanto ansiaba, un beso apasionado y lleno de amor y ternura. Esta vez, esta vez sí, lo he hecho bien.


[Narra Brittany]

Abrazo emocionada a Harry, viendo como ahora mi prima va a ser feliz gracias a una persona, y no va a tener que buscar la felicidad ella sola. Ella, que tanto ha hecho por mí, que tanto lucha, a la que tanto quiero, se lo merece, por eso me despego de Harry y corro a abrazarla, sobran palabras, con un abrazo nos entendemos: yo me alegro por ella, y ella se alegra por mí, pero no alegría de estas que se dicen por compromiso, es una alegría de verdad, con todo el sentimiento. Miro a Liam, que se sonríe con Harry, y entonces me doy cuenta de que ellos también tienen sus maneras de entenderse y sus sentimientos.  

-Eh mirad, hay algunos vecinos cotilleando asomados a la ventana, somos un show –Y todos reímos, felices, contentos, con ganas de comernos el mundo-

-¿Os apetece tomar algo chicos? –Añade mi madre secando sus lágrimas de emoción-

-Claro, vamos para adentro –Contesta Mel, y entonces entran todos, todos menos yo, que me quedo leyendo un mensaje que hace que se me ponga la cara tan blanca como la pared-


[Narra Louis]

Este Harry es un desastre, pero sabe arreglar las cosas, conoce a la perfección cómo se debe tratar a una mujer, yo sin embargo me encuentro sudoroso frente a la puerta de Nerea, esperando a que se me pase el tembleque para poder llamar al timbre. ¡Pues menudo macho estoy hecho!

-¿Pensabas quedarte ahí toda la noche? –Abre la puerta y pregunta sorprendiéndome-

-No, solo que…

-Pasa anda –Se ríe y niega con la cabeza- No muerdo, ¿eh?

-Bueno eso es discutible, la otra noche…

-¡Idiota! –Me lanza un cojín, pero por desgracia, tiene buena puntería-

-Juego sucio

-Es lo que hay

-¿Es lo que hay? ¿Es lo que hay? ¡Ven aquí! –Corro para atraparla y le doy algunos besos que la dejan sin respiración, ella sonríe y se pega de nuevo a mí-

-Vaya, no me lo esperaba

-Y esas son las mejores cosas, las que no se esperan

Sonrío, sonríe, creo que al final, no se me va a dar tan mal el tema de saber tratar a una mujer…


[Narra Niall]

El bebé no para de llorar, por desgracia ahora estamos solos en casa, no están ninguno de sus abuelos, y esto es un poco extraño para nosotros. Yo he cuidado de vez en cuando a algún que otro niño, pero es completamente distinto cuando se trata de tu propio hijo.

-A ver Carol prueba a cogerle un poco más erguido

-No se trata de cómo haya que cogerle o no, es averiguar qué le pasa, creo que es el pañal

-¿Segura?

-No, pero con los bebés pasan estas cosas, ellos no te hablan para decir que es lo que va mal

-Probemos con el pañal, déjame a mí, me hace especial ilusión

-Como quieras cariño, cógelo con cuidado mientras yo subo a por las cosas para cambiarle

-De acuerdo Carol –Me acerco y tomo al pequeño en brazos, pongo su cabecita en mi hombro y protejo todo su cuerpo con mis brazos- Ya no hace falta que vayas a por nada… Se ha callado

-Al final vas a saber tú más que yo de esto –Ambos sonreímos-

-No se trata de saber más, solo trabajar en equipo, porque eso somos, una familia, un equipo


[Narra Brittany]

**Hola fea, no me esperabas eh? Jajajajja es de imaginar. K tal todo? Bueno en realidad apenas me importa xro no se q se dice en estas situaciones, solo intento conseguir el nmero de Mel, jaja, piensa todo lo q kieras, xro yo necesito verla otra vez, ya la echo de menos, creo q voy a proponerle algo, esperar es una tontería, y claro, seguro que cae, komo todas, o eso espero, la quiero de verdad, me he dado cuenta d lo enamorado q estoy sin explicármelo, asik por favor, espero tu respuesta. Un saludo del pesado de Alex jaja**


Borro el mensaje directamente, todo va demasiado bien como para joderlo, pero no puedo evitar sentir un poco de pena, sufrir por un amor no correspondido es el peor sufrimiento que puede existir. Pasar página. Sonrisa y para dentro, a ver qué lían los demás. 

CAPITULO 60


[Narra Niall]

Por fin nos han dado el alta, no soporto estar un día en el hospital, así que todos estos que he estado con Carol… Creo que me he vuelto loco. Miro en el asiento trasero y me encuentro los ojos de mi dulce hijo, y luego los de su madre. Si me pongo a pensar, todo esto es algo fuera de lo normal, he tenido mi primer hijo con menos de 20 años, y mi futura esposa para toda la vida va montada en mi coche, claro que es de locos, pero, me gusta estar metido en esta locura.


[Narra Nerea]

Todo  este tiempo sin ver a Louis me ha dejado muy pensativa y fuera de lugar, y eso que me prometí a mi misma no pensar más de tres minutos en un chico, pues nada, él viene y lo pone todo patas arriba. ¿Desde cuándo soy tan cursi? Me odio. Cojo el teléfono y marco su número, como me haya utilizado solo para echar un polvo, que se vaya despidiendo de su vida

-¿Diga?

-Hola Louis, soy Nerea, oh espera, creo que necesitas más especificaciones, con solo mi nombre seguro que no me reconoces

-Dios Nerea, ¿cómo estás?

-Perfectamente – Miento- ¿Y tú?

-Mal, te echo de menos

-¿Me echas de menos pero tengo que llamarte yo? Qué cosas más raras

-En cinco minutos estoy en tu casa

-No, no me apetece salir hoy, además, no quiero que lo hagas por compasión

-Vamos Nerea, déjame ir, que me apetece verte

-Otro día

-Vale, cinco minutos y estoy allí, no acepto un no por respuesta, hasta ahora guapa

-Ni se te ocurra aparecer por… -Un seguido pitido indica que la llamada ha terminado- …casa


[Narra Alex]

Desde que me instalé, me siento vacio, echo de menos ver a Mel por los pasillos observándome con cara de querer matarme, y al recordar, una sonrisa aparece en mi rostro, pero la borro rápidamente. ¿Quién se cree esa chica qué es para hacerme sonreír de una manera tan estúpida? ¿Quién se cree que es para estar colándose en mis pensamientos todo el tiempo? Precisamente caigo en la que pasa de mi, todas detrás y solo quiero utilizarlas, ¿por qué a mí? Yo que prometí  no enamorarme nunca…


[Narra Harry]

Brittany muestra una amplia sonrisa y avanza corriendo hacia mis brazos, que la esperan con ansia:

-Perdóname, he sido muy estúpida pidiéndote tiempo, no sé en que estaba pensando yo solo…

-Chsss –Interrumpo sus rápidas palabras- Calla, calla

-Cállame


Y entonces beso apasionadamente sus labios, como si fuese el último día que pudiese saborearlos. Me aparto, pero necesito más, así que jugueteo de nuevo con su boca, hasta quedarme sin aire, hasta necesitar separarme y respirar. Sonrío y Liam, que viene algo pálido, me arrebata el megáfono. Ambos miramos extrañados, pero a mí se me enciende una pequeña bombillita. Oh no, ¿Va a…? ¿Va a hacerlo?

sábado, 6 de julio de 2013

CAPÍTULO 59


[Narra Brittany]

Despierto y noto un leve dolor de cabeza y cierta confusión. Paso varios minutos sentada en la cama, despejándome, y cuando lo consigo me levanto tranquilamente y me meto en el baño para asearme.  Luego voy a la habitación y me visto, lista para desayunar, pero entonces entran en la habitación

-Buenos días enana

-Buenos días Lou

-Te veo mucho mejor  -Entonces es verdad, ocurrió, no fue una simple pesadilla. No, no puede ser, vamos, tuvo que ser un sueño-

-Sí, solo me duele un poco la cabeza –Miento-

-Vamos a desayunar anda, te vendrá bien

-Ve bajando, en seguida voy yo

En cuanto mi hermano desparece, cerrando la puerta, aprovecho este momento en el que estoy sola, ya que pocas veces ocurre. Cojo mi móvil y lo desbloqueo, viendo más de veinte llamadas perdidas de diferentes contactos, mensajes de voz y sms. Decido mirar las llamadas, para mi sorpresa, me ha llamado más gente de la que esperaba: Niall, Adela, Nerea, Liam y, cómo no, Harry. Decido pasar y miro los sms, solo de Harry, si soy sincera, no quiero leerlos, pero sería demasiado cruel por mi parte.


**Brit, por favor, responde a mis llamadas, necesito hablar contigo. Te quiero**


**Brittany vamos, no te hagas de rogar, estoy pasando una noche horrible, cógelo por favor**


**Cariño, todo esto es absurdo, no voy a permitir que te separes de mi lado**


**Pienso insistir hasta que me lo cojas por pesado, quizás merezcas alguien mejor, que no sea tan celoso, pero me da igual, te quiero para mi, y no te voy a dejar escapar**


Mis lágrimas comienzan a dispararse, siempre llorando, odio esto.  Cojo aire y me calmo, dejo de llorar y releo los mensajes, no quiero seguir enfadada con él. ¿Qué es eso de darse un tiempo? ¿Qué maldita decisión tomé? Al menos he aprendido que no se puede decidir algo estando de mal humor. Ahora los mensajes de voz…


**Hola Brittany, soy Niall, me he enterado de todo y quiero que sepas que tienes mi apoyo, ambos sois mis amigos y os quiero a los dos. Vamos, no dejes que algo como los celos acaben con tu relación, creo que habéis hecho una montaña de un grano de arena y estáis llevando esto demasiado lejos, solo es algo sin importancia… También entiendo que necesites un respiro, es agobiante que cada segundo del día te interrogue sobre qué has hecho y con quien, han sido unas semanas duras, pero creo que esto ha servido para mejorar. Ánimos guapa, y por cierto, ven a ver al pequeño cuando quieras, es precioso, te esperamos con ansia. Besos**


La dulce voz de Niall y sus sinceras palabras consiguen sacarme una sonrisa, es increíble cómo te puede hacer reflexionar en cuestión de segundos, le llamaré más tarde. Me dispongo a escuchar el siguiente cuando alguien llama a la puerta e interrumpe, sabía que tanto momento de tranquilidad era extraño.

-¿Se puede?

-Ya estás dentro

-Que mal despertar tienes…

-Alex, ¿qué quieres?

-Despedirme

-¿Eh?

-A mi padre le ha salido trabajo a las afueras, así que tenemos que mudarnos, ya sabes cómo es para el trabajo, lo más importante en su vida…

-Pero, pero… ¿Y mi madre?

-Seguirán juntos, o eso van a intentar

-¿Desde cuándo se sabe esto?

-Desde ayer, pero no estabas tú como para recibir noticias, eres la única que faltas por enterarte y quería decírtelo yo

-Me dejas sin palabras…

-Ya puedes decirle al pesado de tu novio que os dejo tranquilos –Muestra una amplia sonrisa y me doy cuenta de que echaré de menos verla-

-¿Cómo puedes pensar en eso ahora?  -Ríe y se acerca a mí-

-Ven aquí anda, tonta –Me da un fuerte abrazo y acaricia mi pelo-

-Oye… ¿Y Mel?

-Abajo –Suelto una leve risa-

-No, que qué pasará con ella

-Nada, al principio se ha quedado un poco bloqueada, luego ha hecho como si nada y se ha puesto a recoger la mesa

-Alex, deja de dar rodeos, ¿cómo vas a quitártela de la cabeza?

-Buscando a otra

-¿En serio?

-¿Qué esperas de mi? Además, ambos sabemos que es imposible: me odia y solo tiene ojos para Liam

-No te odia, exagerado

-No, solo quiere matarme, pero eh que no me odia, eso es pasarse

-Idiota –Suelta una carcajada- ¿Y cuándo me va a dejar tranquila el señorito?

-Esta tarde

-En realidad te voy a echar de menos y todo, con la lata que me has dado y fíjate ahora

-Lo superarás, a mi no me costará olvidarte

-Que te den, lárgate

-Vamos es broma –Espera unos segundos, pero sonríe al ver que no contesto- Mira que te pones bonita cuando te enfadas –Ahora me río yo-

-Tienes una curiosa manera de intentar arreglar las cosas, vamos para abajo anda, que no he desayunado aún

-Ve tú, quiero organizar un poco la maleta

[Narra Harry]

Bajo por las escaleras deambulando, sin saber aún ni en el mundo en el que vivo. Tengo que dejar de dormir tanto. No veo a los chicos por ninguna parte, sin embargo, puedo ver una nota pegada en el cartón de los cereales que dice que han ido a ver si Niall necesita algo y vuelven rápido. Suspiro y miro los cereales, entonces me doy cuenta de que tengo el estómago cerrado, necesito a Brittany. Miro el móvil y nada, ella debe estar despierta ya, y aún así, ha ignorado mis mensajes de desesperación. ¿Eso qué significa? ¿Qué quiere olvidarme? ¿Qué no le importa? Que difícil son en ocasiones las mujeres…  Y yo ahora no sé qué hacer, estoy tan perdido que solo quiero nadar en lo más profundo del mar y dejar de pensar.

[Narra Brittany]

Termino de tomarme el zumo sin gana alguna cuando aparece Mel y se sienta conmigo después de darme un buen achuchón.

-¿Cómo estás hoy?

-Sin creerme aún lo inmadura que fui ayer, ¿tú qué tal?

-Sorprendida, Alex se va, y en realidad siento indiferencia

-Normal, habéis sido como el perro y el gato –Ambas reímos, pero Louis en seguida interrumpe, y parece algo nervioso-

-¡Brittany corre! ¡Ven conmigo!

-¿Qué pasa? No grites, ¿ocurre algo?

-Vamos ven, date prisa –Agarra mi mano tirando de mí y yo rápidamente agarro la de Mel, para que venga también. Salgo a la calle y no me puedo creer lo que mis ojos perciben-

-¿Harry? ¿Qué haces aquí? –Saca un megáfono de detrás de su espalda y sonríe-

-Estoy aquí porque ya que no haces caso a mis mensajes, de alguna manera tengo que conseguir que me prestes atención, y si, por eso el megáfono, que se entere todo el mundo si hace falta

-Pero…


-No, déjame hablar –Tiene razón, puede enterarse todo el mundo, volumen no le falta- Eres sin duda alguna lo más bonito que tengo en mi vida, con lo cual si desapareces, no me queda nada. Soy un celoso que solo sabe estropear las cosas, pero no por ello voy a dejarte ir, merece la pena luchar por alguien como tú, y no pararé de hacerlo hasta conseguir arreglar todo esto. Porque, ¡vamos!, tú y yo estamos hechos para estar juntos, y se sabía desde el primer día que te vi, aunque te diese un balonazo en toda la cara –Suelto una leve risa- Brittany, mi pequeña Brit, ¿quieres venir a darme un abrazo de una vez?