Sé que este capítulo es muy corto, pero he tenido algunas complicaciones. Dad gracias a que, un día como el de hoy, haya podido subir... Espero que os guste:
CAPITULO 39
[Narra Mel]
Justo cuando mojo la primera galleta en una caliente taza de
Cola Cao suena mi móvil. Que oportuno. Me levanto corriendo en su busca, ¿dónde
narices lo he metido? Arriba no está, suena por aquí, pero, ¿dónde? Voy al
salón y busco debajo de unas revistas que hay en la mesa, nada. Ahora silencio,
han colgado. Vuelvo al taburete, saco otra galleta y cuando estoy a punto de
saborearla vuelve a sonar. ¿Esto qué es? ¿Una broma? Corro de nuevo hacia el
salón, escucho detenidamente. ¡El sofá! Quito uno de los cojines y allí lo
encuentro, sonando felizmente. Pulso el botón verde sin leer si quiera el
nombre.
-¿Diga?
-Hola Mel –Me quedo a cuadros. Tranquila. Ya sabes, has
madurado, ¿o no? Joder, contesta, vas a parecer idiota-
-Oh, hola
-Tengo que hablar contigo, ¿puedes?
-Em, supongo que si, pero estaba desayunando
-¿A la una y media?
-Si –Comienzo a reír-
-No es típico de ti… -Se hace un incómodo silencio, sigue
conociéndome tan perfectamente como lo hacía antes- ¿Puedes salir ahora?
-Estoy en pijama, y con los pelos de loca
-No importa, a mi me encantaba verte así cuando dormíamos
uno en casa del otro, ¿recuerdas?
-Si, claro que si. Y tú, ¿te acuerdas cuando resbalaste con
la alfombra y acabaste en el suelo con el bol de palomitas tirado encima de tu
bonito pijama? –Empezamos a soltar carcajadas- Eran bonitos momentos…
-Si, claro que lo eran, y todos los que nos quedan por vivir
-Bueno… ¿Qué querías?
-Explicarte lo que pasó, quiero que sepas porque te dejé
-¿Otra vez con eso? Mira Liam, he decidido perdonarte,
quiero que volvamos a ser los amigos que éramos antes, pero por favor, no me
hagas recordarlo todo.
-¿En serio quieres volver a retomar nuestra amistad?
-Pues claro –Contesto intentando parecer lo más segura
posible, sabiendo perfectamente, que me gustaría retomar algo más que la
amistad-
-De todos modos necesito contártelo, ya verás, vas a
sentirte mejor
-¡Mierda!
-¿Qué ocurre?
-La batería –Subo corriendo y busco desesperadamente- Ay que
se acaba y no lo encuentro
-¿El cargador?
-Si, no sé donde lo he metido
-Mira en el bolsillo lateral de tu mochila azul –Corro hacia
ella y lo hago, asombrada, lo desenrollo y pongo el móvil en carga-
-¿Cómo lo has sabido?
-Antes, cuando ibas de viaje, siempre lo guardabas ahí
-Aún te acuerdas…
-Claro pequeña, son detalles que no se olvidan fácilmente
-¿Qué intente parecer que lo he superado? Difícil, será muy difícil- Bueno, ¿me
paso por casa de tu prima entonces ahora?
-No, mejor esta tarde.
-Imposible
-¿Por qué?
-Porque he estado todo el tiempo aquí
-¿Qué?
-Mira por la ventana –Corro la cortina y dirijo mi mirada
hacia el verde jardín, veo como Liam me saluda con el móvil en la mano. ¿Y es
así como supuestamente debo dejar de quererle?-
[Narra Liam]
Vuelvo a ponerme el móvil en la oreja mientras miro su
sonrisa. Sé que siempre ha adorado esto, cuando veíamos películas románticas
juntos y salía una escena de este tipo ella siempre soltaba un: ‘’oh, solo
espero poder vivir en una casita con jardín y una ventana bien alta’’. Luego yo
le preguntaba el sentido de la frase, no pillaba eso de que lo que quería decir
es que quería tener una historia parecida a la de la protagonista. Y hoy, yo
estaba cumpliendo su deseo.
-¿Bajas entonces?
-¿En pijama y todo?
-En pijama y todo –Más risas-
-Voy anda –Vuelve a sonreírme y desaparece de mi ángulo de
visión. Voy hacia la puerta, que se abre en apenas segundos, dejándome ver a
una chica de pelo moreno, con un pantalón largo de pijama y una camiseta de
tirantas de color rosa, con una chaquetita. Guapísima, como siempre- Hola
–Sonroja y me sonríe, transmite mucha ternura cada vez que hace eso-
-Hola –Me acerco para abrazarla y beso sus frías mejillas-
¿Nos sentamos fuera?
-Claro –Se sienta en uno de los escalones y yo hago lo mismo
a su lado- Bueno, empieza si quieres
-¿Te acuerdas de Bianca?
-Como no hacerlo… -Voltea los ojos y mira hacia el suelo-
-Pues me estaba chantajeando –Me mira abriendo los ojos como
platos-
-¡¿Qué?! –Da un grito que oyen hasta los vecinos-
-Si, tenía que dejarte y luego besarla a ella, te dije que
te estaba protegiendo. No pude contarte nada cuando te dejé porque estaba
escuchándolo todo
-No me lo puedo creer –Se levanta y empieza a andar de un
lado para otro mordiéndose una uña- Será puta la muy zorr…
-Si no hacía lo que me pedía –Interrumpo antes de que diga
alguna que otra palabra mal sonante, cosa que Bianca se merece, pero prefiero
que no diga esas cosas por mucha razón que tenga- Iba a encargarse de que todo
el instituto viera esto –Saco mi móvil y busco el video, dando con este en
seguida- Ven, siéntate conmigo –Obedece y se lo enseño-
-Páralo, por favor –Doy al stop rápidamente y lo borro. Se
queda un momento en silencio, luego se gira y me abraza todo lo fuerte posible-
Entonces… ¿Si que me querías?
-Claro boba, no dejé de quererte ni un segundo
-Me siento estúpida
-No digas eso
-Si que lo digo. He sufrido muchísimo pensando que no me
querías, me he sentido utilizada y me ha costado más de lo que crees superarlo,
bueno, más bien asumirlo
-¿Te sientes mejor ahora que lo sabes todo?
-En parte si y en parte no
-Explícate
-En parte si porque sé que no me utilizaste, que sentiste
verdadero amor
-¿Y por la otra?
-Sencillo: mucho tiempo perdido
-Que se puede recuperar
-No, no se puede. Tienes novia
-Otra vez con eso no, Mel
-Lo respeto, ¿vale? Con ser amigos me conformo
-Si, pero los mejores, ¿de acuerdo? –Levanto una ceja y sonrío,
dejando que lo haga ella también-
-De acuerdo –Volvemos a fundirnos en un abrazo, un abrazo
que esperaba, lleno de recuerdos, de sentimientos y aprecio, mucho aprecio-
[Narra Louis]
Esta situación me hace gracia, es divertido ver como ella
observa con atención la moto, intentando averiguar que problema tiene mientras
yo enredo con cuatro herramientas, fingiendo que no entiendo nada. La verdad es
que soy un poco cruel, si supiera toda la verdad…
-Que asco, ¿qué demonios le pasa?
-Ni idea –Aguanto la risa- Creo que puede ser algo de por
aquí –Cojo el destornillador y aflojo un tornillo. Se acerca y se arrodilla a
mi lado-
-Eso no tiene sentido
-Lo sé, pero por probar… -Comenzamos a reír y me dejo caer
hacia atrás, acabando tumbado en el suelo del garaje-
-¿Tan pronto te rindes?
-No, pero necesito un descanso
-No aguantas nada
-¿Cómo que no? ¡Vas a ver lo que aguanto! –Me incorporo y
agarro su cintura, la dejo caer lentamente en el suelo y comienzo a hacer
cosquillas por sus caderas- ¿Ahora qué? ¿Eh?
-Para, que me quedo sin respiración
-¿Ahora quién es la que no tiene aguante?
-Tú
-¡Pero serás! –Aumento la velocidad de risa, haciendo que se
mueva como si de una croqueta se tratase- ¿Sigo siendo yo?
-Si
-¿No vas a cansarte? –Se sigue retorciendo-
-No soy una nenaza como tú
-¿Qué me has llamado? –Sigue riendo, contagiándomelo a mí-
-He dicho que eres una persona estupenda
-Tenemos conceptos de nenaza confundidos tú y yo entonces
-¡Vale! ¡Vale! Tú ganas –Me alejo de ella, dejando que
respire hondo-
-Así me gusta, que admitas tu derrota, pero no me vale solo
con eso…
-¿Qué insinúas?
-Que me has ofendido diciendo que no aguanto nada. Me has
hecho sentir viejo –Ríe a carcajadas-
-Vamos, no dramatices
-Y no lo hago
-Ya he admitido que me rindo yo primero, ¿no te basta?
-No, no me vale con eso… ¿Qué te parece… Tú y yo, a las
nueve y un restaurante? –Se acerca a mí y besa mi mejilla, sonríe y sale por la
puerta del garaje sin decir nada, no lo entiendo. ¿Qué he hecho mal? Sigo mirándola
cuando, de repente, se gira-
-¿Debo ir elegante?
Simple but effective *-* Siguiente ya!:$
ResponderEliminar