lunes, 25 de junio de 2012


CAPITULO 23

[Narra Brittany]

Dejamos a Irina en la discoteca, que bajaba del coche nerviosa por si no le daba tiempo a dar los últimos retoques. Nos ofrecimos a ayudarla pero es muy cabezota, no quiere que nadie vea los preparativos antes de la hora acordada. Y ahora, después de darnos por vencidos estamos llegando a casa de Harry. Aparca y bajo rápidamente. Llamo al timbre y Zayn nos abre la puerta.

-Guau, estás guapísima

-Hola Zayn, gracias, tú también… Quiero decir, que estás guapísimo, no guapísima –Y no miento, se ha puesto un pantalón gris bastante bonito con una camisa negra. Llega Lou y chocan sus manos-

-Pasad, pasad chicos. Harry está en la cocina

-Gracias –Beso su mejilla y paso, veo a Liam sentado en el sofá, voy por detrás y rodeo su cuello con mis brazos- Hola –Se gira y se levanta para darme un sonoro beso-

-Hola Brittany, estás muy guapa

-Si, pues espera a ver a tu novia. Está deslumbrante –Sonreímos y voy a la cocina, en busca de ese beso que tanto necesito- Hola chicos –Niall deja caer el tenedor en el plato y me mira sonriente, Harry ni si quiera reacciona- ¿Pasa algo?

-Tú, tú eres lo que pasa. ¿No ves que si te presentas así en casa puedes levantar emociones de los chicos a parte de otra cosa? –Niall se atraganta debido al comentario-

-¡Harry!

-¿Qué? –Dice riendo mientras camina hacia mi- La única que has malpensado has sido tú –Agarra mi cintura y me besa con pasión, mordiendo suavemente mi labio inferior mientras su perfume me invade-

-¿Podéis parar? Ya habéis estropeado mi mejor momento del día

-Anda Niall, no exageres –Me acerco y le doy un pequeño abrazo- Por cierto… Estáis todos guapísimos

-Gracias pequeña

*22:08*

-Pero vamos chicos, ¿no os da vergüenza llegar tarde al cumpleaños de nuestra amiga? –Liam me mira fijamente- Vale, y novia –Todos ríen mientras salen de casa, montamos en el coche y nos ponemos rumbo a la fiesta. A la cual llegamos en seguida. Al entrar hay un montón de gente, una bola enorme en el techo es lo que alumbra el local. Una música envolvente y con mucho ritmo ocupa todos y cada uno de los rincones de ese sitio, haciendo moverse a todas las personas allí presentes. Irina viene hacia nosotros-

-¡Amores! Al fin llegáis. ¿Habéis visto la fiesta que me he marcado? ¿Mola eh?

-Claro cariño, es una pasada –La abrazo con fuerza y luego dejo que salude a los demás, adentrándome en la fiesta con Lou-

-Hermanita, no pienso quedarme mucho tiempo. Ya sabes, estoy un poco cansado y no tengo ganas de estar hasta las tantas por ahí

-Como quieras hermanito, pero quédate hasta las once y media por lo menos

-¿Qué pasa? ¿Acabas de llegar y ya quieres irte? –Zayn se une a nosotros, dando palmaditas en el hombro a Louis-

-No es eso tío, es que estoy un poco cansado y tampoco me apetece estar aquí en plan padre de todos –Reímos ante ese comentario- Me tomaré algo y en una horita o así me voy

-Buah, pero quédate hombre

-Que no que no, vamos a pedir anda –Se acercan a la barra mientras yo espero a Harry, que viene en mi dirección-

-¿Tomamos algo pequeña?

-Si, a mi me apetece un refresco

-¿No vas a tomar alcohol?

-No, yo nunca he bebido alcohol, y tú tampoco deberías

-Solo un par de copas, ¿vale?

-Pf, vale –Me enfado un poco, ya que odio que beba y voy a pedir-

-Pero no te enfades cariño –Me abraza por detrás, besando mi cuello aceleradamente, un leve gemido sale de mi sin yo quererlo-

-Para, ahora no Harry –Intento alejarme, pero él sigue, sonrío inconscientemente- ¡Eh! Vale ya –Noto su risa en mi oído, haciendo que un escalofrío recorra toda mi espalda-

-Vale, ya paro. Venga que quieres

-Coca cola, porfis

-Ve a sentarte con los demás si quieres, ahora te llevo el refresco

-Gracias –Sonrío y me siento en uno de los sitios libres que me han guardado los chicos-

-Oye, esto de estar sentados toda la noche no, hay que salir a bailar

-Si pero espera Irina. Antes quiero darte tu regalo

-Oh, no hacía falta

-Si, ven aquí, siéntate –Le doy la bolsa con un pequeño envoltorio dentro. Lo coge y lo abre con cuidado-

-Jolin, que bonito –Se emociona y me abraza fuerte, luego me pide que le ponga el colgante. Tiene una forma de corazón con su nombre grabado. En la parte de atrás pone el mío junto con la fecha en la que nos conocimos- Me encanta de verdad –Le doy un beso fuerte en su mejilla sonrojada- Vamos a bailar

-Ir vosotras chicas, ahora vamos nosotros

-Como queráis aburridos –Irina agarra mi mano y nos ponemos a bailar en medio de la pista. De vez en cuando la gente se acerca a felicitarla, pero no nos molesta para nada. De repente ponen una lenta canción, nos agarramos riéndonos y bailamos, como si de una pareja enamorada se tratase. A los pocos segundos ella abre bien los ojos, y se aparta-

-¿Qué haces? –Noto unas manos rodear suavemente mi cintura, cierro los ojos entendiéndolo todo. Una cabeza se apoya en mi hombro, haciéndome bailar al ritmo de la música. Yo me dejo llevar por el momento, luego me giro y le veo a él, con su perfecta sonrisa de siempre. Rodeo su cuello con mis brazos y pegamos nuestros cuerpos, hundo mi cabeza en su pecho y cierro los ojos. Él agarra mi cintura, encargándose de moverme, de hacer un baile encantador. Levanto la cabeza y sonrío, sonrío como nunca lo había hecho. Es un momento casi perfecto, solo le falta una cosa. Me inclino un poco y le beso, sin dejar de bailar, sin soltarnos, ahora si, perfecto. Me besa tranquilo, sin prisas, dulcemente… Como sólo él sabe hacerlo, nuestras lenguas se unen divertidas, muerde mi labio inferior ligeramente, haciendo que sonría. Y no hay nada mejor que eso, una sonrisa en un beso. Sin apenas respiración nos separamos, a la vez que la canción termina, dejando paso a una con más ritmo, mucho más ritmo

-Bailas bien señorita, muy bien

-Eso es porque tengo al mejor acompañante –Le guiño un ojo mientras los demás se unen a nosotros, dejándose la piel al bailar. No se cuanto tiempo llevamos en la pista, solo sé que pasan canciones y canciones y canciones y ya estoy agotada- Chicos, necesito un descanso, quien me mandaría a mi a ponerme tacones –Voy a sentarme y me tomo lo que quedaba de la coca cola de un tirón, los demás hacen lo mismo-

-Bueno pues yo me voy ya, son casi las doce y estoy cansadísimo

-No te vayas Louis

-Buf, es que no puedo más Niall, me he levantado muy temprano hoy

-¿No podemos convencerte?

-No, lo siento Liam –Comienza a reír-

-Bueno, pues que descanses entonces. Gracias por venir

-Nada Irina, gracias a ti por invitarme. Felicidades preciosa, otra vez –Ella sonríe, le da dos besos, se despide de nosotros y justo antes de marcharse se gira- Por cierto hermanita, te quedas a dormir con Harry, ¿no?

-Oh, lo había olvidado. Harry cielo, es que pensamos que podría quedarme a dormir en tu casa y así poder volver tan tarde como quisiese

-Claro amor, ya sabes, mi casa es tu casa

-Ejem

-Oh, perdona Niall, quería decir que nuestra casa es tu casa

-Mucho mejor Styles

-No tenéis remedio chicos, bueno, me voy. Tened cuidado y no bebáis mucho

-Vale, adiós –Decimos todos a la vez, luego Lou se aleja e Irina se sienta a mi lado-

-Toma

-¿Qué es?

-Bébelo –Cojo el vaso que ella me ofrece y lo huelo-

-No, tiene alcohol

-Vamos Brittany por una no te pasa nada

-Que no Zayn, en serio

-Dale un trago, si no te gusta lo dejas

-Sois pesadísimos, trae anda, así os calláis –Agarro el vaso y le doy un trago, un trago más grande del que pretendía dar. Sabe un poco amargo, pero está rico, noto como el líquido baja ardiendo por mi garganta, arde, arde mucho. Pero me gusta la sensación, cierro fuerte los ojos y aplauden todos. Vuelvo a dar otro trago, y otro, y otro más. Cuando me doy cuenta llevo ya la mitad-

-Como sigas bebiendo así de rápido se te va a subir a la cabeza de una manera impresionante –Irina me mira sonriendo-

-No quiero más

-Va, ya termínatelo –No insisto, me gusta, decido tomármelo, total, solo es una…-

-Vamos a bailar –Se levantan todos-

-Ay no, yo no, ahora no tengo ganas

-Ni yo, me quedo contigo amor

-Como quieras Harry –Vemos como se alejan a la pista-

-¿Sabes? Estás preciosa

-Gracias, tú estás deslumbrante. Espera ahora vengo, voy a por otro de estos

-Cuidado, ya es el segundo

-Aún veo y soy capaz de razonar con normalidad, no te preocupes –Ríe ante mi comentario, le doy un corto beso y voy a la barra- Perdona, ponme otro de estos, lo que pidió la cumpleañera antes

-En seguida bonita –Se aleja para coger botellas, vasos, hielos y mezcla cosas que ni sabia que existían- Aquí tienes

-Gracias –Doy un largo trago, tengo mucha sed. Vuelve a arder y está fría, pero me gusta. Antes de volver con Harry doy una vuelta por la discoteca, moviéndome al ritmo de la música. Vuelvo a beber, ya no arde tanto como antes, no se que tiene esta bebida, pero me alivia, me relaja. Voy al medio de la pista, yo sola, no necesito a nadie para pasarlo bien. Bailo como si no hubiese mañana, sigo bebiendo, pero se me agota rápido. Más rápido de lo que debería. Vuelvo a pedir otra copa de estas, pero el estar todo el rato bailando me da sed, así que pido otra, y otra, y otra… Y ya pierdo la cuenta de todas las que llevo. La cabeza me da vueltas, un ligero mareo se apodera de mí. Sigo bailando, salto, grito, agito las manos cuando alguien se me acerca-

-Has bebido demasiado –Toco esa figura que habla conmigo, me río, no sé quien es, no le distingo. Toco su pelo, guau, es rizado, debe de ser él-

-Déjame Harry, no seas aguafiestas –Me pongo a gritar y saltar-

-Vamos, es muy tarde

-¿Qué hora es?

-Las dos de la mañana

-¡La noche es joven y larga! Todavía queda mucho cumpleaños por delante, vamos, baila conmigo –Empiezo a reírme, ni si quiera sé porque lo hago, simplemente tengo ganas y ya está, estoy cansada y tengo calor, el suelo parece estar fresquito…-

-¿Qué haces loca? Levántate del suelo

-No, es que está frío y yo tengo calor –Continúo riendo, el techo da vueltas, decido cerrar los ojos, pero es peor. No sé que me está pasando, ahora tengo miedo, estoy perdida, me pongo a llorar de repente-

-Ven, si es que no tendrías que haber bebido tanto –Alguien me agarra en brazos y me saca fuera, me sientan en un banco, el aire me da en la cara, pero no seca mis lágrimas-

-¿Qué pasa?

-¿Qué va a pasar chicos? Se ha puesto de alcohol hasta arriba, está completamente borracha

-Joder, menos mal que no iba a beber

-Lo se Zayn, cada vez me sorprende más esta chica

-Guau, cuanta gente hay aquí, no sabia que teníais gemelos –Me empiezo a reír- Me los podíais haber presentado

-Pues si, si que está borracha –Irina junto con su gemela doble se ríen como yo-

-Entrad si queréis, yo me quedo con ella, en cuanto esté un poco mejor la llevo a casa

-Vale, tened cuidado

-Todo controlado Niall

-No me quiero ir –Hago pucheritos- Me lo estoy pasando muy bien ¡Viva!

[Narra Harry]

-Dios mío, como estas… -Toco mi frente preocupado-

-Necesito andar –Se pone de pie antes de darme tiempo a reaccionar, pero me levanto rápido, consiguiendo que no caiga al suelo-

-Uuuuuuh, porque poco, casi me caigo –Empieza a reírse como una loca y se quita los tacones- ¡Zapatos fuera! Dios, como me dolían los pies. Ay mira mira –Empieza a acariciar el aire-

-¿Pero qué haces?

-Acaba de pasar un pececito morado, que bonito es. Mmmm... Cuantas luces

-Son las farolas

-Pues son muy bonitas –Suelta mi mano y se abraza a una de ellas-

-Si, preciosas… Vamos, camina anda

-No quiero andar más, estoy cansada –Se sienta en el suelo-

-Vamos, ya estamos llegando al coche

-No, no no no no –Cruza sus brazos- Vamos a quedarnos aquí a dormir

-Venga Brittany, que estamos llegando al coche

-Que no, que estoy cansada. Cuando pase el siguiente pez volador seguimos andando

-Que cabezota eres –Digo en apenas un susurro- Mira, cuando lleguemos al aparcamiento, prometo que verás todos los peces que quieras

-¿Lo prometes de verdad?

-Claro

-Pues vamos entonces, pero agárrame, que me caigo –Vuelve esa risa histérica, es impresionante como incluso estando ebria sigue siendo irresistible-

-Venga, yo agarro tu mano –Se levanta despacio y cierra los ojos- Abre los ojos, no los cierres

-Si, porque me tienes que guiar tú como buen novio que eres –Suspiro-

-Te vas a chocar

-No, no me choco –Se mueve de un lado para otro mientras se ríe-

-Mira mira, un pez

-¿Qué? ¿Dónde?

-Te lo has perdido, si llevases los ojos abiertos…

-Mmm... Tienes razón. ¿Falta mucho?

-No, mira, ahí esta el coche

-Está lejos

-Que vaga, si está a un paso –Se lanza a mí, subiendo a caballito-

-Arre caballo –Me limito a reír, está como una cabra-

-Ya está, déjame sacar las llaves, ven, apóyate en el coche –Se apoya obedeciéndome-

-Una, dos, tres, cuatro…
-¿Qué cuentas?

-Estrellas

-Es imposible, hay muchas

-Siempre he querido saber cuantas hay, ¿me ayudas?

-Mañana contamos

-No, yo quiero hoy… Ale, ya me has hecho perder la cuenta. Una, dos, tres, cuatro, cinco…

-Cariño, es imposible que puedes contarlas todas

-No, no es imposible, improbable diría yo, pero nada en este mundo es imposible. Seis, siete, ocho, nueve, diez…

-Sube al coche, ahora sigues contando por el camino –Tomo su mano y la ayudo a subir, abrocho su cinturón y monto, arrancando el coche-

-Harry

-¿Qué?

-Hola –Vuelve a reírse, esta vez la acompaño. Conduzco tranquilamente, para no revolver mucho su estómago, abre la ventana y saca la cabeza- Uh, que fresquito, que bien

-¿Por qué no duermes un ratito?

-Porque en el coche no se duerme. Para eso están las camas. ¿No lo sabias?

-Si, si que lo sabia… ¿Cómo tienes la cabeza?

-Pues redonda, anda que vaya pregunta –Me río, esta situación es demasiado extraña, a los pocos minutos llegamos, aparco y le quito el cinturón, llevándola en brazos, saco las llaves como puedo cuando empieza a moverse- Harry Harry Harry

-¿Qué ocurre?

-Me quema el estómago, me arde –La bajo rápidamente, sabiendo que en breve vomitará-

-Es normal, has bebido mucho

-¿Y tú que sabes lo que he bebido si no me acuerdo ni… -No le da tiempo a acabar la frase cuando ya está manchando mi precioso jardín con restos de la bebida tomada esta noche-

-Voy a por la manguera anda. No te muevas, ni se te ocurra –Aunque dudo que pueda hacerlo, al volver está sentada en el columpio, riéndose de Dios sabe qué, enjuago el césped hasta dejarlo limpio-

-Agua, quiero agua –Veo sus intenciones-

-¡No! ¡Quieta! –Tarde, se ha levantado y metido debajo de la manguera para intentar beber un poco-

-Uy, pues me he mojado –Sigue riéndose, no va a cansarse nunca, son casi las tres y media de la mañana, entro y cojo algunas toallas, me siento con ella en el balancín y la arropo acurrucándola en mi pecho, en un cuarto de hora, se queda tranquila y dormida. Una vez seca, la subo a mi cuarto, la dejo caer en la cama y le quito el vestido, se ve realmente preciosa. Abre un poco sus ojos y me besa, me tira encima de ella, me quita la camiseta y besa mi torso desnudo, sube a mi cuello, dando pequeños mordiscos en él, luego muerde mi oreja, dejando salir un leve gemido de mí. Vuelve a besar mi boca, enredando también nuestras lenguas- Harry, hazme tuya, ahora, ya –Y por un momento desearía hacerlo, pero me aparto deprisa antes de que pueda excitarme aún más. No es que me falten ganas, porque eso precisamente me sobra, pero quiero que en su primera vez sea consciente de lo que hace. No puedo hacerlo con ella estando completamente borracha-

-Brittany, cielo, es mejor que duermas –No lo discute y se acomoda en mi cama cerrando sus ojos, le quito las joyas para que quede completamente cómoda y le pongo una de mis camisetas. Está realmente sexy. Pongo un colchón en el suelo de mi cuarto y duermo ahí, para que ella descanse tranquila en mi cama. Me pongo el pijama y me dejo caer, estoy cansado, ha sido una noche bastante movidita-

Algunos rayos de sol interrumpen mi sueño, miro el reloj, son las doce de la mañana, Brittany sigue durmiendo. Bajo la persiana antes de que se despierte y vuelvo a tumbarme, con las manos en la nuca y los ojos abiertos. La puerta se abre y aparece un pelo rubio que tengo más que conocido. Niall entra en la habitación, con la misma ropa de ayer y con un poco de ojeras, parece que no ha pasado la noche en casa

-Harry, no sabes lo que he hecho.   

domingo, 24 de junio de 2012

Y quieres que no pase


Notas como con una simple mirada, un simple roce o el escuchar su nombre te produce nerviosismo. Ya no revolotean mariposas en tu estómago, sino que sientes tener un zoológico entero dentro de tu cuerpo.
Entonces te das cuenta de que le necesitas contigo en todo momento. Le necesitas a cada hora, a cada minuto y a cada segundo del día. Y aunque no quieras que pase está ocurriendo...
Y es el amor, que está llamando a la puerta, y no puedes mantenerla cerrada, no puedes decir que no.

sábado, 23 de junio de 2012


CAPITULO 22

[Narra Brittany]

Me levanto de la cama sin ganas, no me apetece ir al instituto. Ya hemos terminado los exámenes y no hacemos nada en clase, ni si quiera sé porqué voy… Hoy por fin nos dan las vacaciones, y lo estoy deseando la verdad. Espero que hagamos algún viaje o algo, para no quedarme todo el tiempo en casa metida

-Alex, Alex despierta o llegaremos tarde

-Buenos días –Entreabre los ojos y sonríe-

-¿Feliz desde por la mañana temprano? ¿Qué te ha pasado?

-¿A mi? Nada, ¿a caso no puede ser uno feliz así sin más?

-Si, pero especialmente tú, pues no –Resopla- Oh, espera, hoy es jueves. Tu padre ha ido a recoger la moto esta mañana. ¡Es por eso!

-Joder, no se te pasa una

-Claro que no, ¿con quién te crees que convives? –Le guiño un ojo y voy a cambiarme al baño, después de arreglarnos y desayunar tanto él como yo, salimos cargados con las mochilas-

-¡Dios! Pero mira esto –Rodea la moto asombrado una y otra vez, yo en cambio, estoy con una expresión aburrida, luego arranca- Guau, mira como suena

-Si si, todo lo que tú quieras, pero llegamos tarde

-Va, monta –Se pone el casco y me pasa a mi uno. Antes de entrar la cabeza en esa cosa pongo alguna que otra condición-

-Pero no puedes ir rápido, tampoco hacer el imbécil y debes respetar todas las señales y semá…

-¡¿Quieres montar y dejarte de rollos?!  -Obedezco sin decir una palabra más, subo a la moto con cuidado y algo de miedo y me agarro a su cintura con mucha fuerza, cerrando mis ojos, apretándolos como si eso fuese a calmarme, pero él no avanza, solo se ríe- A ver cariño, ¿no has montado en una moto en tu vida?

-Pues no –Vuelve a reírse, hartada me bajo y le doy el casco, casi tirándoselo- Me voy andando, no hace falta que me lleves –Hago notar mi enfado, me dispongo a caminar cuando me agarra del brazo suavemente-

-Ven, no dejaré que vayas sola. Vamos, va a encantarte –Me atrae hacia él, acercándome demasiado, agacho la cabeza- Ten

Me ofrece el casco, lo cojo y me monto detrás de él, sin mirarle. Esta vez rodeo su cintura con menos fuerza, apoyo mi cabeza en su espalda y cierro los ojos suavemente. Me dejo llevar por la brisa mañanera, respiro hondo y sonrío, es una sensación verdaderamente satisfactoria. Poco a poco acelera, cada vez más, me agarro más fuerte debido a la velocidad que lleva, debido también al miedo que me produce, parece que se da cuenta y reduce, va más despacio. En apenas dos minutos frena, yo sigo en la misma posición, sin moverme, sin dejar de abrazarle, sin dejar de sonreír y sin abrir los ojos.

-Eh, que hemos llegado

-Oh si, perdona –Dejo mi cabeza al descubierto-

-¿Te ha gustado eh?

-Bah, no está mal, podría ser mejor –Aunque realmente me ha encantado, pero no se lo digo, para que no se suba de humos. Arreglo un poco mi pelo como puedo cuando veo a sus amigos acercarse, no es que sean unas personas agradables. Son los típicos rebeldes del instituto, esos que tienen a miles de tías detrás y se aprovechan de todas y cada una de ellas, una vez usadas, las tratan como si no tuviesen valor alguno. Asco es lo que me dan. Inconscientemente me escondo detrás de Alex, que se enciende un cigarrillo-

-Eh Alex tío, ¿qué tal? –Chocan sus manos unos con otros-

-Pues bien, aquí, como siempre –Uno de ellos me mira de arriba abajo-

-Alex, yo, yo me voy a clases. Nos vemos a la salida. Adiós

-Adiós Brittany –Justo cuando estoy a punto de dejarlos atrás uno de ellos me detiene y me pasa el brazo por el hombro-

-Pero mujer, no te vayas tan rápido

-Tengo prisa –Intento escaparme, pero es inútil, me agarra con más fuerza, esta vez de la cintura- ¡Que me sueltes!

-¿Quieres? –Me pasa la caja de tabaco, haciendo como que no me ha oído-

-No, yo no fumo –Agacho la cabeza, con miedo, bastante miedo- ¿Me dejas ya?

-No, bonita, tú te quedas con nosotros –Otro se acerca y acaricia mi pelo, me están agobiando demasiado, intento mirar a Alex para que me ayude, pero nada, pasa del tema-

-Joder, que tengo que entrar en clase

-EH, BASTA YA, ¿NO LA HABÉIS OIDO? DEJADLA –Unas voces llegan a nosotros, me giro, es Harry, me sueltan inmediatamente y me abrazo a él- Y TÚ, ¿NO PODÍAS HABER HECHO ALGO?

-Yo, yo es que pensé…

-Alex, me voy luego en coche, no me esperes

-¡Pero Brittany! Estaba todo controlado, ¿pensabas que dejaría que estos te hiciesen algo?

-¿Debo contestar a eso?

-Perdona

-Que si, pero que no me recojas que ya me iré como pueda, gracias por todo, ¿eh? –Hago notar la ironía y miro a Harry, que me besa apasionadamente allí, delante de todos ellos, como dejando notar lo que es suyo, como marcando territorio. Luego pasa su brazo por mi hombro y nos dirigimos a la entrada del instituto- Gracias, no soportaba un minuto más a esos imbéciles

-Ya sabes que no tienes que darlas, solo quiero lo mejor para ti

-Y ya lo tengo –Vuelvo a besarle y corro hacia mi clase, deseando que no hayan entrado ya-

[Narra Harry]

El timbre indica que somos libres, que ya hemos terminado. Con un adiós y algún que otro abrazo entre los compañeros y compañeras de clase nos vamos, yo más feliz que nunca.

-Chicos voy a buscar a Brit, podéis ir tirando a casa si queréis

-Vale –Zayn y Niall van dirección a la puerta cuando Liam corre hacia mi-

-¡Espera Harry!

-¿Me acompañas?

-Si, prometí a Irina ir al terminar las clases

-¿No es mañana su cumple?

-Si –Sonríe algo avergonzado, sé de sobra porque-

-¿Aún sigues pensando en hacerle ese precioso regalo?

-Si, quiero que sea especial. ¿Y cuándo más especial que el día de su cumple?

-Pero tiene 14 años

-¿Y? No pasa nada, es demasiado madura para su edad

-Pero tiene 14 años
-En ese momento tendrá 15

-Oh cuidado, que mejora mucho más las cosas… Solo te digo que seas consciente de tus actos

-Joder Styles, si es que tienes razón. Pero la decisión está tomada, si se deja llevar pienso hacerlo

-Vale pero calla que por ahí vienen

[Narra Brittany]

Al salir Liam y Harry nos esperan, corro hacia ellos, bueno más bien corremos como locas

-¡VACACIONEEEEEEEEEEEEES! –Nos miramos sorprendidas por haber gritado lo mismo en el mismo momento. Nuestros chicos se ríen, nos acercamos y les besamos, sin importarnos quien pueda mirarnos-

-A ver, tengo algo que deciros –Irina coge un poco de aire y sigue hablando- ¿Dónde están Zayn y Niall?

-Se han ido a casa

-Bueno no importa, después se lo decís alguno de vosotros, ¿vale?

-Claro, Liam se encargará

-Pero que morro que tienes Styles –Todos rompemos en carcajadas-

-Bueno dejadme hablar ya de una vez… Como sabéis mañana hago los quince –Liam y Harry se miran divertidos, como si planeasen algo- Y voy a celebrarlo a lo grande, por supuesto. He reservado toda una discoteca para nosotros, bueno y para los que vaya a invitar

-¿Toda una discoteca? Tía estás loca

-Ay Brittany calla, la ocasión lo merece. El caso, estáis invitados. Decídselo a Zayn y a Niall, no seáis capullos y os lo calléis. Brittany, Louis puede venir y bueno Alex si quiere, o Gemma

-No, ¿estás loca? No voy a decirle a ninguno que se vengan

-Va tía

-Que no, no quiero tener a nadie encima controlándome

-¿No decías que tu hermano no tenia amigos y querías que lo fuésemos nosotros? Pues ale, tienes que invitarle.

-Buf, está bien. Pero a Alex ni de coña

-Como desee la señorita –Sin darnos si quiera cuenta llegamos a los aparcamientos, la moto de Alex ya no está, Harry se da cuenta de que miro ese espacio vacío-

-Yo te llevo a casa amor

-No hace falta, puedo ir andando

-Que te llevo y punto, va, sube –Abre el coche- Bueno chicos, nosotros nos vamos

-Esto, Harry…

-Dime Liam

-Que los otros dos se han llevado el coche, no puedo volver a casa –Nos empezamos a reír-

-Cierto, subid todos, Irina tú también, te acercamos a casa en un momento

-Oh gracias

-No hay de que –Le muestra una amplia sonrisa y montamos todos en el coche- ¿A qué hora mañana el cumple entonces?

-Pues a las diez de la noche podéis pasaros por allí, poneos guapos ¿Eh?

-Claro mi amor, tienes delante a un pincelito –Luego empiezan a besarse, Harry y yo nos miramos, es una mirada extraña, seguramente porque envidiamos ese momento. Llegamos a mi casa-

-Bueno chicos, pues me voy, tened cuidado en el camino de vuelta –Miro a Irina y enarco las cejas, luego le doy un corto beso a Harry y bajo del coche. Me dirijo a casa y veo la moto aparcada, cojo aire y entro- ¡Estoy en casa!

-¡Brittany! ¡Perdona en serio! –Alex viene corriendo y me abraza-

-Olvídalo, aún sigo molesta, pero olvida lo ocurrido

-Gracias

-No te confundas, lo hago por no tener problemas con mi madre –Muestro una amplia sonrisa mientras me dirijo a la cocina para ayudar a poner la mesa, una vez terminado, vienen todos a comer-

-¿Qué tal el día? –Sigo comiendo, sin darme por aludida a la pregunta de Carlo- Ejem, Brittany, ¿cómo te ha ido el día? –Levanto la cabeza para mirarle con asombro-

-Bien, como siempre –Vuelvo a prestar atención a la comida-

-¿No nos cuentas nada?

-No, ¿algo que quieras saber en especial? Así te dejas de rodeos

-No, nada en especial… Bueno, en realidad si ¿Tienes algo que hacer mañana?

-¿Cómo mañana?

-Si, por la noche –Habla entrecortado, como nervioso-

-Si, un cumpleaños. ¿Puedo ir verdad mamá?

-Claro, ¿a qué hora es?

-Pues a las diez de la noche

-Chicas, estaba hablando yo, ¿podéis organizaros después? –Resoplo y le miro, deseando que termine cuando ni si quiera ha empezado-

-Lo decía por salir a tomar algo todos juntos –Le miro con desprecio, sabiendo que va a fastidiarme el plan del cumple de Irina-

-No, no puedo, mi mejor amiga no cumple quince todos los días –Sonrío dulcemente, para ganarme el permiso de ir-

-Pero a las diez es muy tarde hija

-Mamá, no pasará nada

-Es que sois pequeñas aún

-Estoy segura de que si Carlo no hubiese dicho nada de salir no me pondrías pegas. Mamá, necesito que me dejes ir, a Irina le hace mucha ilusión jolin, además, va a ir Lou

-¿Qué dices?

-Que si, que estás invitado así que vienes

-¿Me ha invitado? ¿A mi? Pero anda, ¿cómo voy a –Le lanzo una mirada asesina, para que asienta y deje de poner excusas- Vale, si, yo voy –Sonrío y mamá suspira-

-Está bien, como queráis –Me siento victoriosa y recojo la mesa, luego subo a mi cuarto, pero rápidamente interrumpen mi tranquilidad-

-¿Qué es eso de que yo voy al cumpleaños?

-Bueno, te ha invitado y como buena persona deberías ir –Intento creerme a mi misma las palabras, pero no aguanto y me río- Lou, si no vas mamá no me dejará, así de simple

-Que sepas que lo hago por ti enana

-Ay, te quiero hermanito –Le doy un sonoro beso en la mejilla-

-Pero necesito información. ¿Cuándo y dónde?

-Mañana, a las diez, en una discoteca

-¿En una discoteca? ¿Vosotras?

-Pues si, en una discoteca, nosotras

-Vale, iré, pero solo un rato, me tomo algo y vuelvo

-Como quieras

-Y tú no puedes volver tarde

-Si, volveré tarde, no voy a ser la única pringada que vuelva a las doce como niña buena

-Es que tienes 14 años

-Gracias por recordármelo, no tenía ni idea –La ironía produce su risa-

-Mmmmm… Tengo una idea

-Dispara

-Podrías quedarte en casa de Harry y los chicos a dormir y así mamá no se enteraría de la hora a la que vuelves –Mi cara se ilumina debido a su brillante idea-

-¿Te he dicho ya lo buen hermano que eres y lo mucho que te quiero? –Le abrazo casi cortándole la respiración-

-Si, me lo has dicho

-Bueno pues te lo repito, que sé que te encanta –Vuelve a reírse y luego se va, dejando que pueda descansar-

**Viernes, 19:30**

[Narra Brittany]

-¿Diga?

-Irina, tía necesito tu ayuda, no se que hacer

-¿Qué ocurre?

-Son las siete y media de la tarde, tardo mucho en prepararme y ni si quiera se ni que ponerme ni como peinarme. ¡Socorro! –Escucho su risa-

-Tranquila, ahora voy a tu casa con algunos trapitos monos, unos taconazos, mis pinturas, la plancha y nos arreglamos juntas

-Oh Dios, no se que sería de mi sin ti. Gracias cielo

-No tienes que darlas, en pocos minutos estoy allí nena

-Vale, aquí te espero, adiós –Colgamos y entra Lou en mi cuarto con alguna que otra ropa-

-¿Hay que ir muy formal, muy muy formal?

-Tampoco tanto –Comienzo a reír al ver el traje con camisa y corbata que trae colgado de una percha-

-Vale, ya lo pillo, descarto el traje

-Bien, mira ven –Agarro su mano y le llevo a su cuarto, Gemma no está así que me toca a mi buscar su ropa sola, empiezo a sacar cosas y cosas del armario-

-Luego lo vas a ordenar tú todo

-Ups –Me río y cojo decidida un pantalón vaquero de un color un tanto diferente, pero bonito- Mira, este pantalón con esta camisa a cuadros roja. Ahora corre, ve a ducharte antes de que llegue Irina, que necesitamos el baño-

-¿Tú ya te has duchado?

-No, el pelo mojado y el albornoz es porque me ha llovido encima y porque es más cómodo ir así por casa que con ropa –Se ríe, pillando la ironía-

-Vale, vale. Ya voy a ducharme enana –En seguida llega Irina, abro la puerta corriendo y ella entra cargada de cosas-

-¡Ya ha llegado tu salvación! Mira, he pasado por una tienda y te he comprado este súper vesti…

-¿Estás tonta? ¿Es tu cumple y me compras tú a mi algo?

-Pero si no pasa nada

-Si tía, si pasa.

-Que no, hazme caso que no importa, ahora vamos a arreglarnos, vamos a estar preciosas –Sube corriendo las escaleras, agitando las manos casi dejando caer las cosas, pongo la mano en mi frente, que chica esta, luego me río y subo corriendo-

-¡Ah! Me muero, que vestidazos chica

-Ya ves, mira este me le pondré yo y este es para ti

-Me parece bien, yo tengo complementos si quieres

-No, ya he traído yo los complementos adecuados para cada vestido, al igual que los zapatos –Los saca de la bolsa- Si si, no digas nada, son altos, lo sé, pero por eso tienen una buena plataforma –Me guiña un ojo- ¿He pensado en todo eh?

-Jolín, cuando te dan cuerda no hay quien te haga parar de hablar –Rompemos a carcajadas cuando Lou entra envuelto en una toalla, revolviéndose el pelo con su mano derecha-

-Ya tenéis el baño desocupado chicas

-Va...va…vale Louis –Mi hermano se ríe y sale de mi cuarto-

-Cierra esa boca guarra

-Hostias, es que no me había dado cuenta de lo bueno que está. ¿Tú has visto el culo que tiene?

-¡Pero tía! Que es mi hermano

-Ya, y que hermano, uf

-Calla, que tienes a Liam

-¿Y? Míralo de este modo: tú te estás comiendo un pastel, pero pasas por un escaparate y ves otro que también te gusta, lo miras, pero no te lo compras, porque sabes que con el que te estás comiendo tienes bastante –Me río a carcajadas-

-Estás loca, vamos a prepararnos anda

-Vale, primero te peino y te pinto para que así no manches nada

-Mmmmm… De acuerdo, vamos al baño entonces –Una vez allí saco un taburete y me siento, Irina enchufa la plancha-

-¿Qué te hago en el pelo?

-Ni idea, había pensado en…

-Chs, fíate de mi –Me interrumpe y hace gestos de profesional-

-Eso es lo que me da miedo –Digo en apenas un susurro-

-¿Ha dicho usted algo?

-No, no señora

-Que imbéciles somos… A ver, voy a pintarte primero para que la plancha se caliente bien –Su cara expresa concentración, no se si es puro teatro o es que de verdad está centrada en esto- Te voy a dar una capa de maquillaje primero, ¿ves? Así –Aplica el maquillaje con cuidado, haciendo movimientos precisos y exactos, parece que si que entiende- Ahora te voy a pintar la raya de arriba de verde, que te queda muy bien, dándote una sombra clarita, que se note pero sin pasarse –Hace lo dicho en un ojo, continuando después con el otro- Guapísima, ahora te daré rimel, como te muevas te mato –Emite una leve sonrisa mientras yo intento estar lo más quieta posible- Ya está, que buena eres, no te has movido. Ahora te voy a dar un poco de color a esas mejillas –Rebusca el colorete, al encontrarlo coge la brocha y lo aplica- Vale y para los labios simplemente un poco de brillo… Mírate, preciosa. Si es que soy una artista –Me miro al espejo, y si, me ha quedado verdaderamente bien- Bueno, ahora pasemos al peinado –Cepilla de nuevo mi pelo, y comienza a alisarlo, tengo el pelo bastante largo con lo que le cuesta un poco. Al cabo de unos muchos minutos termina- Tu pelo me da guerra. Vale, ¿tienes pinzas o algo?

-Si mira, en este cajón

-Vale, dámelas –Obedezco y se las paso, coge un pequeño mechón y empieza a hacer tirabuzones por todo el pelo, una vez acabado coge un tirabuzón de un lado y lo recoge con la pinza, haciendo que caiga y quede elegante, repite la acción en el otro lado, luego plancha el flequillo hacia un lado, dándole volumen- Pues ya estas preparada. Ahora mientras me peino yo vete vistiendo, pero con cuidado, no me seas burra

-Si mamá –Me alejo del baño para ir a arreglarme. Cojo el vestido que me corresponde, el de color coral, es palabra de honor con un poco de vuelo, es corto, un poco por encima de las rodillas, me lo pongo con cuidado y luego cojo los tacones, color beige como el bolso. Los miro con desprecio, no me gusta llevarlos, pero bueno es una ocasión especial así que me los pongo. El regalo de Irina sobresale del armario, voy corriendo antes de que salga del baño y los escondo un poco mejor. En seguida llega ella-

-Pero que bombón

-Anda calla, ya será para menos

-¿Pero tú te has mirado en el espejo?

-No, aún no

-Claro, por eso lo dices

-A ver mírame –Se ha pintado igual que yo, solo que con colores diferentes. Su sombra es azul, lo que hace que destaquen sus ojazos verdes y se ha aplicado más color en las mejillas. Se ha hecho un semi recogido con pinzas. Con algunos tirabuzones, menos que yo, y le queda muy bien. Le sienta bien tener la cara despejada, le favorece- Jo, estás preciosísima mi niña

-Pues igual que tú, boba. Ponte esa pulsera de plata, es elegante y pequeña, te quedará genial con ese vestido y luego ese colgante de ahí –Me pongo lo que me da y voy por mi colonia mientras ella se viste. Su vestido es de tirantas, unas tirantas finísimas y delicadas. El color es azul clarito, azul cielo y también es corto, solo que más elegante. Los tacones blancos, al igual que el bolso y su colgante-

-¿Quieres?

-¿A que huele esa colonia?

-Coco

-Vale –Nos bañamos en colonia- Ostras, las nueve y media, yo ya tendría que estar alli

-Espera deja las bolsas aquí en casa, le digo a Lou que nos lleve y nos quedamos luego los dos en casa de Harry hasta las diez

-Vale, corre vamos –Llamamos a mi hermano que sale corriendo-

-Guau, estáis preciosas, sois toda unas princesitas –Irina se ruboriza-

-Gracias Louis –Contestamos a la vez- Tú también estás muy guapo hermanito

-Si –Afirma Irina-

-Dios, soy retrasado. Perdona pequeña, felicidades –Irina se ríe histéricamente-

-No pasa nada, ya sabes, más vale tarde que nunca. Ahora ¡Vámonos! Nos espera una larga noche