miércoles, 30 de mayo de 2012

CAPITULO 7


Subo los pocos escaloncitos y me sitúo de espaldas a la puerta, se va acercando a mi, demasiado. Podría decir que siento mariposas en el estómago, pero me quedaría corta, tengo un zoológico por lo menos, a causa de los nervios me muerdo el labio inferior:


-Me encantas cuando haces eso


-Tú me encantas en todo momento Harry.


Me agarra de la cintura y me atrae hacia él, me mira a los ojos durante unos minutos, luego baja a los labios, me está volviendo loca, se acerca más, aunque pensé que no sería posible, y apoya su frente en la mía, cierra los ojos y sonríe, cierro mis ojos, sonrío también, ojala pudiéramos estar asi para siempre. Entonces se mueve, aunque se sigue manteniendo cerca, me agarra la barbilla obligándome a mirarle a los ojos, sus encantadores ojos, y se inclina hacia mi, se dirige a mis labios y me besa. Cierro los ojos, deseaba este momento con impaciencia, le rodeo el cuello y él me abraza con fuerza de la cintura, como si no quisiera dejarme ir nunca, me besa con dulzura, sus labios son suaves, me besa sin prisas, empiezo a juguetear con su pelo, su sedoso pelo y él me besa con más fuerza, con más deseo, con más posesión, y yo me dejo hacer, es como si el mundo se parase, nadie más existe, solo estamos él y yo, medio jadeando empiezo a separarme, el coge aire y abre los ojos. Le abrazo fuerte:


-Debo irme a la cama, ha sido estupendo, gracias por traerme -Le beso durante unos segundos en la mejilla-

-Ha sido un placer acompañarla señorita -Me hace una especia de reverencia y se va guiñándome un ojo, me rio y entro en casa-


Saludo a todos y arrastro a Lou hacia nuestro cuarto, poco más y le tiro por las escaleras al subir, entramos y cierro, tiro los zapatos y el bolso, empiezo a saltar y abrazarle, se que parezco inmadura pero me da igual, es lo que me apetece hacer, él se rie y se lo cuento, necesitaba hablarlo con alguien y él era el más indicado. Al contárselo me abraza y me dice que está muy contento, pero que me tendrá vigilada, él siempre tan protector. Nos quedamos hablando y hablando sin darnos cuenta de que cada vez se hace más tarde, de repente suena mi móvil, es un mensaje, en la pantallita pone Harry y me entusiasmo, abro y leo en voz alta inconscientemente:


***
No puedo dejar de pensar en ti, en todo lo ocurrido, ¿cómo puedo querer tanto a una renacuaja como tu? Jajaja necesito verte ya, un besazo, que descanses cielo.
***
Mi hermano se ríe:


-¿Ves como eres una renacuaja? A mi me riñes cuando te digo eso y, ¿a él qué? Una risa tonta, pues no vale.


-Oh, que te pones celoso -Le beso en la mejilla- Para que luego digas que no te quiero tonti.


-¿Quieres contestarle? Pobrecillo, no le hagas esperar.


-Voy voy, pesado -Contesto-


***
Tú también eres la ocupación de mis pensamientos. ¿Pasas mañana a mediodía por mi y 
tomamos algo juntos? Que descanses
***

***
Abro su 2º mensaje en cuestión de segundos:


***
No hace falta ni que lo digas, allí estare, un beso.
*** 


A la mañana siguiente me despierto con el móvil en las manos, me quedé dormida leyendo sus mensajes. Me levanto y voy a la cocina más contenta de lo normal, no puedo creer que todo esto este pasando, pero mi expresión cambia al ver a mi familia con una mirada apagada y triste, ya decía yo que todo era demasiado bonito… Empiezo a asustarme:


-¿Mamá, qué ocurre?


-Cariño, siéntate, hay algo que debes saber -Noto como Lou aguanta sus lágrimas, obedezco y me siento-

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