CAPÍTULO
4
Suena
el despertador y a Alex solo le dan ganas de tirarlo contra la pared. Tan solo
es jueves, y tiene que ir al infierno, también conocido como instituto. Al
igual que a la mañana anterior, la joven se prepara, comparte algunas palabras
con el amable Señor Moore mientras desayuna y sale apurada a esperar el bus que
le lleva a clase. Son pocos los alumnos que esperan en esa parada, pero esos
pocos no le gustan nada. El primero del grupito no tarda en aparecer.
-Buenos
días, Alex.
-¿Perdón?
¿Buenos días, dices? –responde ella completamente confusa-
-Es
lo que se dice por la mañana, creo.
-Si,
Josh, así es, pero después de tu ‘’amable’’ comportamiento de ayer conmigo, no
me esperaba esas palabras por tu parte.
-Vamos,
Alex, no fue para tanto.
-¿No?
Me dejaste en ridículo y ni si quiera sé porqué.
-Bueno…
Eres la nueva y te ven algo rara, no quería que…
-…Tu
imagen se manchará al ser visto conmigo
–continúa ella la explicación-
-Yo…
No debí… Sé que tú eres… No eres como la gente pien…
-Mejor
cállate, ahí llegan tus amiguitos y no querrás que te vean hablando conmigo,
¿verdad? –interrumpe Alex molesta, aunque no debería estarlo, ese tipo no le
importa en absoluto. Se aparta de él y
se sienta en la última banqueta de la fila. Dichoso autobús, menudo día ha
decidido para retrasarse-
-Hey
Josh tio –chocan la mano unos con otros como buenos machotes que creen ser,
pero solo eso, creen-
-Pero
mira a quien tenemos aquí… La nueva, ¿ya te estaba molestando? –comenta el
chico de su clase, el del empujón-
-No,
ella solo…
-¿Qué
te crees que haciéndote la amable vas a ligar con alguno de nosotros cuatro?
Mira, estás buena, pero eres demasiado rara. Bonita, no te acerques a nosotros.
-Ni
loca
-¿Qué
has dicho?
Aquello
se pone feo, pero, por suerte, el autobús llega. Alex sube corriendo y se
sienta al final del todo después de enseñar su carnet, intentando pasar
desapercibida.
Por
suerte o por desgracia, el trayecto no es muy largo, y ella es una de las
primeras en bajar. Entra en el aula y se acomoda en su sitio, pero la
tranquilidad no le dura ni un minuto. La masca chicles tira su cuaderno de
historia al suelo, arrastrando el estuche, y después unas risas por parte de
sus supuestas amigas. ¿Eso es todo? No ve lo divertido de ello, le parece algo
absurdo, y es por ese motivo por el cual Alex se replantea sobre si su cabeza
está hueca o tiene, al menos, una mini neurona mareada por ahí dentro. Aún así, por lo visto no ha tenido bastante y se
dirige hacia su mesa desafiante, pero la profesora de historia, de repente y
para salvación de Alex, entra en clase.
-Buenos
días chicos. Ocupad vuestros asientos. ¡Silencio por favor! ¿No veis que ya
estoy en clase?
Alex
sonríe. La maestra, aunque es un poco nerviosa, es una mujer muy entrañable y
le cae de maravilla.
-Bueno,
la clase de hoy va a ser demasiado tranquila, se basará en elegir parejas para
el trabajo que debemos hacer. Como es obvio, se hará entre dos. Pasad hacia
atrás esta ficha que os doy en la que explica de qué va el trabajo y cómo
realizarlo.
Alex
solo quiere que la tierra le trague. ¿En parejas? ¿Con quién demonios va a
hacer ella el trabajo? Deja de pensar cuando nota que alguien se ha sentado a
su lado.
-¿Qué hacess, Josh? Ten cuidado, van a verte hablando conmigo.
-Sigues
enfadada…
-No,
no estoy enfadada contigo porque no significas nada para mi. No me importas
nada en absoluto.
-Joder,
ya podrías ser un poquito más amable.
-Ah,
si, como tú el otro día. ¿Así de amable?
-Olvídalo.
Quiero que seas mi pareja en el trabajo.
-Ni
en sueños, prefiero humillarme y hacerlo sola.
-¿Por
qué eres tan cerrada?
-Porque…
-Alex piensa un momento si decirle que se había hecho ilusiones de congeniar
con alguien, que había sentido un gran alivio al escuchar sus palabras, pero
que se llenó de rabia cuando solo sirvió para una burla hacia ella. Pero mejor
se lo calla, o será otro motivo de risa- Porque si, ahora vete.
-De
acuerdo, pero no me cansaré hasta conseguir que hagamos el trabajo juntos.
-Bien,
atención chicos, atención. Habéis tenido tiempo suficiente para elegir parejas,
aún así, ¿alguien que no tenga? -Josh
levanta la mano, pero Alex decide no hacerlo porque de ser así, ya sabe lo que
le tocará…- ¿Solo Josh? Vaya… Ya pensaremos algo, tranquilo.
-No
no, profesora, Alex creo que tampoco tiene pareja -todas las miradas se centran en la chica,
que se ruboriza rápidamente-
-¿Es
eso cierto, Alex?
-No,
bueno si, no tengo pareja.
-¡Fabuloso!
Problema resuelto, Josh y Alex, haréis juntos el trabajo. Recordad que la fecha
de entrega es el lunes que viene.
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